Reciclaje de baterías, problema para la niñez de Nuevo León

La contaminación generada por la industria del reciclaje de baterías de plomo podría afectar seriamente a las poblaciones aledañas a las plantas instaladas para este propósito en la Zona Metropolitana de Monterrey, especialmente a los niños de estas áreas
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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La contaminación generada por la industria del reciclaje de baterías es una amenaza seria de salud para la niñez neoleonesa, debido a la existencia de cementerios del plomo en municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey y la periferia.

Un estudio realizado en conjunto por Occupational Knowledge International, con sede en San Francisco, en Estados Unidos, y Casa Cem, en Jalisco, reveló que seis plantas recicladoras de baterías producen plomo que termina en el suelo.

La investigación se centró en recolectar 28 muestras de suelo en áreas aledañas a las plantas de reciclaje de baterías. Las muestras fueron transportadas vía aérea al Laboratorio EMSL, en Estados Unidos, para su análisis.

Las plantas analizadas fueron: Clarios, ubicada en el municipio de García y Ciénega de Flores; RIASA Grupo Gonher, en Santa Catarina; Corporación Pipsa, en García; RECMAT de México, en Monterrey y Eléctrica Automotriz Omega, en Doctor González.

“La concentración media aritmética de plomo en el suelo para las 28 muestras fue de 4 mil 897 partes por millón (ppm) y osciló entre 89 y 43 mil ppm. El nivel medio de las ubicaciones analizadas alrededor de las instalaciones muestreadas fue de mil 35 ppm.

“Seis de las siete plantas tuvieron al menos una muestra que excedían las 800 ppm para suelos de uso industrial (Norma Oficial Mexicana NOM-147-SEMARNAT/SSA1-2004). Encontramos que 16 muestras el (57 por ciento) excedieron la Norma Oficial Mexicana (NOM-147-SEMARNAT/SSA1-2004) para áreas industriales (800 ppm)”, dice el documento en sus páginas 5 y 1.

La concentración de plomo promedio en los lugares muestreados fue de 4 mil 897 partes por millón (ppm), seis veces más de lo que establece la normatividad mexicana.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) define las 800 ppm de plomo en suelo como la concentración de referencia para sitios no residenciales. Hoy existen fuertes indicios de que la contaminación de plomo ha llegado a comunidades aledañas desde las plantas recicladoras.

 “Se deben realizar pruebas de suelo en áreas residenciales y parques públicos aledaños para determinar el alcance de la contaminación”, advierte el estudio.

Del 2011 a 2021, las exportaciones de baterías de plomo usadas de Estados Unidos a México aumentaron un 18 por ciento, y aproximadamente el 75 por ciento de estas se enviaron a México para su reciclaje.

La urgencia de análisis a niños

El estudio de contaminación del suelo en plantas de reciclaje de baterías de plomo realizado por Occupational Knowledge International y Casa Cem, advierte la urgencia de realizar análisis a niños que residen en las áreas cercanas a las empresas.

“Los niños que residen en estas áreas pueden verse afectados sin siquiera ser conscientes de este riesgo. Existe la necesidad de realizar análisis de plomo en la sangre entre los niños de estas comunidades de alto riesgo que se encuentran cerca de las plantas de fabricación y reciclaje de baterías de plomo”, dice el documento.

El estudio agrega que si bien México ha realizado recientemente una encuesta nacional en la que se ha medido el plomo en la sangre de sus habitantes, se requieren realizar pruebas específicas adicionales centrándose en las comunidades cercanas a estas empresas.

La realización de este análisis y sus resultados han evidenciado que existen serias deficiencias en la regulación de las empresas debido a la contaminación en el suelo por plomo.

“Se necesita más vigilancia y control para determinar si estas instalaciones cumplen con los estándares regulatorios actuales”, explican en el documento.

Plomo en el aire

El análisis refiere que la industria del reciclaje de baterías de plomo emite altas concentraciones de este y otros metales, lo que resulta en la contaminación del aire, el suelo y el agua, por lo que urgió a tomar acciones en torno a este problema.

“Se necesita tomar acciones de transparencia para que las comunidades locales puedan estar al tanto de las emisiones de plomo de estas instalaciones. Muchas de estas plantas no informan las emisiones anuales de plomo como lo exige el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) en México.

“Mismo que requiere un informe anual de emisiones al aire, eliminación de desechos y otras emisiones similares al Inventario de Emisiones Tóxicas de Estados Unidos”, explica el análisis.

Así, las plantas tendrían la obligación de proporcionar mediciones diarias de monitoreo de aire ambiental y mediciones trimestrales de emisiones de sus chimeneas para ser publicadas en línea y que los neoleoneses tomaran conocimiento de la situación.

“Los datos resumidos en cada instalación de reciclaje de baterías de plomo sobre los niveles de plomo en la sangre de los empleados”, agrega el estudio.

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