Razones para protestar, el caso de Irma Gallardo
Hace más de cinco años Irma vivió el asesinato de su nieta de 3 años, una tragedia que ella no quiere que le pase a otra familia, por eso decidió sumarse a la marcha del 8 de marzo y al paro de mujeres este 9M
Laura IslasA Irma Gallardo Candelas le sobran razones para protestar y gritar “ni una menos”
El 29 de diciembre de 2014, Tiara, su nieta de 3 años, fue asesinada en el municipio de Tultitlán, Estado de México.
Según las investigaciones, la autora intelectual fue la nueva pareja de su papá, quien presuntamente se suicidó cuando estaba bajo custodia en la Fiscalía de Barrientos, en el municipio de Tlalnepantla, horas después de ser detenida.
Mientras se realizaban las investigaciones, la casa donde había vivido 40 años fue robada dos veces, pese a que estaba resguardada por la Policía local debido a que ahí ocurrió el crimen.
“Un día llegando a la casa encontré que la patrulla que estaba afuera tenía las llantas ponchadas y se habían metido a robar, cuando vine aquí ya se habían llevado las primeras cosas.
“En el segundo robo se llevaron mucho más, tengo una demanda que no he hecho efectiva porque yo me conformaba con que agarraran a la persona que mató a mi nieta”, relata.
No solo eso. Algunos familiares y amigos se alejaron de ella, se vio obligada a abandonar su hogar, enfrentó la indolencia de las autoridades y el rechazo de diversos medios de comunicación a los que acudió a contar su historia.
Pero nada detuvo su búsqueda de justicia en un país de impunidad.
“Me dediqué a caminar 2 o 3 años, investigando cosas que a lo mejor no debí haber investigado. Un día llegué a la Fiscalía y platiqué con alguien ahí y como a los tres días me habló el procurador Alejandro Gómez Sánchez, me dijo que si me podía ver y acudí. Se portó muy amable después de tanta impunidad de la demás gente”, agrega.
Las investigaciones que Irma realizó ayudaron a que las autoridades localizaran al autor material del homicidio de su nieta, quien después de un largo proceso judicial le dictaron una sentencia condenatoria.
Además, conoció a personas que la apoyaron y acompañaron en este trayecto. “Hubo gente que se unió conmigo, yo creo que fue de lo mejor de esta historia. Hubo gente que un día me abrazó y me dijo: ‘me voy a unir a su causa, porque vamos a encontrar a la persona que asesinó a su niña’”, dice.
Pero el proceso no ha terminado para Irma Gallardo.
Sabe que pese a que halló al responsable del homicidio nada le devolverá a su nieta, a quien le vislumbraba un futuro exitoso como el de sus otros hijos. Hay un vacío y una herida que no cierran desde que ocurrió esa tragedia.
“Mi niña pintaba con ser una mujer exitosa como su madre. A sus 3 años hablaba inglés impresionantemente, era líder en su escuela, nadaba como gente grande y ella siempre decía: ‘mamá, soy muy feliz’”, recuerda.
Por eso Irma, de 62 años, no dudó en unirse a las protestas del 8 de marzo ni al paro de mujeres programado para hoy, desde que se hicieron públicas las convocatorias.
“Para mí es muy importante exigir y exhortar a las demás mamás porque creo que todas llevamos el mismo dolor y quiero ser parte de la historia”, dice.
Como ella hay miles de madres y abuelas de mujeres desaparecidas o víctimas de feminicidio que también se han sumado a este movimiento, encabezado principalmente por mujeres jóvenes.
“Una parte de mi corazón está bien viva, la otra con tristeza, pero si no nos unimos, si no ayudamos… yo no creo que el presidente sea tan malo, pero sí le falta mucho”, menciona Irma Gallardo.