“Yo haría cualquier cosa por ti, lo que sea ¿y tú? ¿Tú también harías cualquier cosa por mi?”, le dice Ulises a Marta después de que tuvieron relaciones por primera vez.
Meses atrás el soliloquio del adolescente era recitado por Héctor –su hermano mayor– quien le convencía de repetírselo todos los días, “y a la morra la vas a ir terapiando”.
Mientras el joven “enamora” a la chica de 17 años, Sofía es obligada a trabajar como puta en el negocio de prostitución del papá de Ulises. La niña de apenas 14 años fue engañada por amor, bajo las precisas instrucciones que Héctor le dio a su hermano menor.
Bajo este contexto, “Las Elegidas” expone en película la realidad de la trata de personas en México, con la dirección de David Pablos, oriundo de Tijuana Baja California, quien decidió adaptar un texto original del literato Jorge Volpi, a la última frontera de Latinoamérica.
El filme que tuvo su debut en la edición de Cannes del 2015, no es el primer proyecto cinematográfico en retratar parte del contexto actual en México y salir seleccionada en uno de los más importantes festivales fílmicos del mundo.
“Después de Lucía” (2012), “Heli” (2013), y “La jaula de oro” (2013) despuntaron en la costa francesa al hablar de temas como el bullying, narcotráfico e indocumentados, respectivamente.
Ahora le tocó al tráfico sexual ser el tópico protagonista, que también espera los galardones de plata mexicanos, ya que compite por 13 premios Ariel, incluidos el de Mejor Película, Mejor Revelación Femenina y Masculina, Mejor Dirección, Mejor Fotografía, Mejor Guión Adaptado, entre otros.
Tocando la realidad
La risa matutina de un colegio se escucha a la distancia, mientras que David Pablos habla con calma de un tema que rompería la alegría de cualquiera de los infantes apenas a un muro de distancia.
El egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) comenta para Reporte Indigo, que más allá del proyecto original iniciado del guión de Volpi, tomó un rumbo basado en la verdad, ya que Pablos se entrevistó con una chica que fue víctima de la privación de su vida, para ser dispuesta como objeto de lucro sexual.
“Ella me hablaba mucho de cómo fue su vida durante cuatro años que estuvo con este padrote que la metió a la prostitución (…), y ahí fue donde entendí cuál era exactamente la película que quería contar”, argumentó.
La niña apenas rozaba los 12 años de edad, mientras él ya casi alcanzaba la adultez legal con 17 años. La confesión de la perjudicada sirvió de base para el realizador y escribir su propio guión.
Todo queda en familia
Bajo la investigación que realizó Pablos para “Las Elegidas”, supo que hay familias que se dedican a este modelo de negocio ilegal.
En la entrevista que tuvo el cineasta con la mujer abusada ahondó que “cuando ella me hablaba de su padrote, me decía que era un chico al que, al principio le costaba mucho trabajo seguir las órdenes del padre. La primera vez que la tuvo que golpear, él no la quería golpear, fue obligado por el padre”.
El “Diagnóstico sobre la situación de la trata de personas en México” de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentado en 2013, especifica que el reclutamiento activo para la prostitución se da incluso “por parte de compañeros y miembros de la misma familia”.
Dentro del filme creado por Pablos, el núcleo personal de Ulises es el que lleva las riendas del comercio sexual, quedando todo en complicidad familiar, repartiéndose las ganancias que también compran el silencio de las viviendas alrededor de “la casa de putas”, como le llaman en la ficción.
Volpi: punto de partida
Hace 15 años el FBI comenzó una investigación contra Julio, Luciano y Tomás Salazar Juárez, quienes tenían un negocio en la frontera entre Tijuana y San Diego, California.
Esta red de prostitución inspiró a Jorge Volpi para empezar un guión y a los productores de Canana Films les gustó la idea de hacer el largometraje con David Pablos al frente del proyecto.
Aquí todo sigue igual
El mensaje de Pablos es claro: México no va a cambiar por haber realizado “Las Elegidas”.
“Yo parto desde lo que hago: contar una historia, filmar y esas son mis herramientas de trabajo y también soy consciente de hasta dónde puede llegar lo que yo filme. Me queda claro que para nada una película, ni va a resolver un problema, ni va a hacer una diferencia”, aclaró.
Salieron de la nada, fueron convocadas a un casting y tras pasar el proceso de selección, ya eran parte del reparto de “Las Elegidas”.
Nancy Talamantes, Leidi Laura Gutiérrez y Alicia Quiñones interpretan a Sofía, Marta y Perla respectivamente, las tres originarias de Tijuana visitaron la Ciudad de México en el marco de promoción del filme de Pablos.
A pesar de ser jóvenes, su arreglo personal les denota un halo por querer ser mayores, sin embargo su sonrisa y miradas delatan su inocencia.
De manera silenciosa una mujer mayor está siempre presente a espaldas del trío adolescente, la autodenominada “guarura” de Nancy Talamantes, es su madre, Lourdes, quien se siente como pavorreal cuando se le pregunta del talento de la quinceañera.
Al entrar en el tema de la realización y cómo es que Pablos las guió en escena, confiesan que todo fue como un juego para ellas, ya que el cineasta procuró hacer ameno el rodaje.
Abriéndose a la realidad
Leidi Laura Gutiérrez expresó que al presentar “Las Elegidas” en festivales, en las sesiones de preguntas y respuestas la ingenuidad del público se ha tornado en terror al enterarse que la trata de blancas es una realidad.
“Recuerdo que hubo una chica que nos preguntó que si esto sucedía, que si en verdad pasaba, y en cuanto le dijimos que sí, se soltó a llorar, entonces sí es un poquito fuerte el saber que todavía hay personas que viven esto”, pronunció.
Talamantes precisó que fue impactante ver la película editada, ya que ella al tener una experiencia de filmación que se cuidó para no repercutirle en su estabilidad emocional, todo cambió al verse en pantalla.
“Mi horror comenzó ahí, al despertar ese conocimiento, ese vacío que te deja la película, esa sensación que te deja, aparte después de un tiempo de haber conocido a unas víctimas y a una señora que también me contó muchas cosas de esas chicas, fue muy fuerte”, confesó.
La mayor de la triada, Alicia Quiñones, quien tiene 23 años, cree en la firme esperanza de que –a diferencia de la opinión del director– esta producción sí puede hacer una conciencia en la sociedad mexicana.
“Yo he visto las reacciones de la gente, o sea en sus caras. Y hay gente que sale disgustada porque el tema es muy fuerte, porque es como David trata la película, y hay gente que sale maravillada, con una conciencia, ves un cambio totalmente diferente en las personas y yo creo que está en uno tratar de hacer la diferencia”, desahogó.