Rapiñan recompensas en la PGR

Una serie de audios revela la operación de una red de funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) y presuntos informantes que trafican con los recursos del programa de recompensas de la propia dependencia.

Las grabaciones telefónicas –a las que tuvo acceso Reporte Indigo- ponen en evidencia que las gratificaciones que paga la PGR a cambio de información que ayude a detener criminales son negociables y repartidas entre personas coludidas con empleados de la dependencia federal.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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"Si tú me metes al sistema, güey, de huellas, bota que yo fui, que estuve en esa madre, que fui servidor público y eso no se borra del sistema, se queda"
MateoSocio de Luis Heredia Rojas
"¿Sí sabes que mi socio sí le pega a la maña (…) Mi socio, Ricardo, sí le pega a la maña. Ese güey sí mueve y mueve a la grande"
Luis Heredia RojasPresunto informante de la PGR
Un presunto informante de la PGR, identificado como Luis Heredia Rojas -empresario de giros negros de la- pone al tanto a uno de sus socios sobre un ‘bisnes’
 “Ya hablé a PGR, a Abraham… Eslava, y ya me dijo que vamos a meter eso”
Luis Heredia RojasPresunto informante de la PGR
https://www.youtube.com/watch?v=Z-Q6yIS0Jcg

Una serie de audios revela la operación de una red de funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) y presuntos informantes que trafican con los recursos del programa de recompensas de la propia dependencia.

Las grabaciones telefónicas –a las que tuvo acceso Reporte Indigo- ponen en evidencia que las gratificaciones que paga la PGR a cambio de información que ayude a detener criminales son negociables y repartidas entre personas coludidas con empleados de la dependencia federal.

En los audios se involucra a Abraham Eslava Arvizu, quien desde la salida de Jesús Murillo Karam de la PGR hace dos semanas se desempeña como responsable de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, la SEIDO.

Un presunto informante de la PGR, identificado como Luis Heredia Rojas -empresario de giros negros de la Ciudad de México- pone al tanto a uno de sus socios sobre un “bisnes” de un millón de pesos.

El negocio del que hablan es el cobro de una recompensa.

“Ya hablé a PGR, a Abraham… Eslava, y ya me dijo que vamos a meter eso”, se escucha decir en el audio a Heredia Rojas, propietario de antros y centros nocturnos en la zona exclusiva de Polanco.

“Ya te mandé la conversación y le dije: jálate y la chingada… te pongo en mi antro un ‘bisnesito’ y ya sabes… haciéndole la coba. Me dijo mañana veo qué onda y la chingada. Yo mañana le voy a insistir, güey, y en la tarde le voy a decir: qué pasó, mi Abraham y la chingada”.

El hombre con el que platica por teléfono Heredia Rojas –identificado solo con el nombre de Mateo y con conexiones dentro de la PGR- le insiste que no se despegue del asunto.

“No; ya estoy directamente con él (Abraham Eslava) que era lo que no había hecho”, le responde.

“Sí; mejor para que él te lo mueva desde arriba”, le contesta Mateo.

En la grabación, el dueño de bares insiste con su plan de conseguir que el ahora titular de la SEIDO le ayude para la liberación del pago de la recompensa.

“Lo invité al viernes a uno de mis antros”, le cuenta Heredia Rojas a su socio. 

“Si sale… te aviso para que caigas luego luego. Para que lo conozcas y también para el paro, güey. Mientras me hago pendejo escuchas lo que hablo con él. A ver qué dice”.

Mateo le confiesa que llegó a pensar que el retraso en el trámite de la recompensa era porque quizás no le había interesado la cantidad de dinero.

“Como andas ocupado en otras cosas, te valga verga eso. Y digo: pinche Luis. A ver si no le va a valer madre esto”.

El supuesto informante le aclara: “¡No, como crees! Es un kilo de pesos. Como crees que me va a valer madres”. 

El informante y sus socios

Luis Heredia Rojas, empresario de giros negros en la Ciudad de México, está registrado como informante de la PGR en una investigación por un caso de lavado de dinero contra un secretario del Poder Judicial de la Federación.

A Heredia Rojas se le vincula con las empresas Operadora de Entretenimiento Linda Vista, S.A. de C.V. y Operadora de Restaurantes Gigash, S.A. de C.V., que administra antros en la delegación Gustavo. A. Madero.

Se le asocia también con Guillermo Escalante Nuño, empresario de medios de comunicación y centros nocturnos en la Ciudad de México.

Y con el manejo del Mitch Club, un local de música electrónica que opera en la zona exclusiva de Polanco.

En una de las llamadas, Heredia Rojas presume que uno de sus socios en los centros nocturnos trabaja para el crimen organizado.

“¿Sí sabes que mi socio sí le pega a la maña?”, le pregunta a Mateo en una de las grabaciones.

“Mi socio, Ricardo, sí le pega a la maña. Ese güey sí mueve y mueve a la grande”, insiste.

La información que habría proporcionado Heredia Rojas habría servido para la detención de dos cómplices del exsecretario del Poder Judicial de la Federación, Esiquio Martínez Hernández, detenido en el 2011 acusado por el delito de enriquecimiento ilícito.

Su nombre aparece en la investigación que realizó Rafael Montiel Lira, agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda, la UEIORPIFAM.

Es precisamente este fiscal federal, quien el pasado 19 de febrero solicitó a la coordinación general de servicios de apoyo de la SEIDO el pago de la recompensa para Heredia Rojas, identificado como denunciante con el número confidencial 001-2013.

“(…) Se emita un cheque nominativo por la cantidad de $1,000,000.00 (Un millón de pesos 00/100 moneda nacional) a favor de Luis Carlos Heredia Rojas, denunciante con número confidencial 001-2013”, señala el oficio CG1/F2/0181/2015 al que tuvo acesso este periódico.

El pago, según el documento, se programó para el 20 de febrero de 2015, en las oficinas de la UEIORPIFAM, ubicadas en la avenida Paseo de la Reforma.

La recompensa que reclamó el empresario de antros es la que ofreció la PGR para quien tuviera información que ayudara a la detención de Nehmías Cruz Hernández y José Daniel Martínez Vasconcelos, sospechosos del delito de lavado de dinero y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

A los dos se les buscó por ser cómplices de Esiquio Martínez Hernández.

El acuerdo A/043/12, en el que la PGR ofrece una recompensa de hasta 2 millones de pesos por información que ayude a la captura de estos dos hombres fue firmado el 23 de febrero de 2012 por la entonces procuradora General de la República, Marisela Morales Ibañez.

‘¡Ya chingamos, Mateo!’

En una de las grabaciones telefónicas se registra el momento en que el empresario de antros, Luis Heredia Rojas, le comunica a su socio en esta operación 

>¡Qué onda!
>¿Que pasó, Mateo?
>¡Qué paso, amigo! ¿Te mando un abogado?
>¡Jajaja!
>Tu dime: ¿te mando un abogado o te mando un comando para que te rescate?
>Mándame un pinche comando.
>Más o menos por dónde estás para saber por dónde van a entrar.
>Ya chingamos, Mateo
>¿Qué pasó?
>Ya está el cheque liberado.
>¿Cuándo?
>El viernes.
>¿Eh?
>El viernes. Pero te tengo que ver para decirte las cosas porque no podemos por teléfono, pero ya está.
>Órale. Entonces déjame…ahorita ando ocupadón, déjame me desocupo y te echo…
>¿Estás empiernado?
>Algo así.
>Ok. Son las 7. Como, ¿a qué horas te desenpiernas tu?
>Como en una hora yo creo.
>¿Como a las 9 no?
>Sale.
>Orale, carnal.

El escándalo de Esiquio

Esiquio Martínez Hernández protagonizó uno de los escándalos de corrupción más grandes del Poder Judicial de la Federación. 

Según la denuncia que presentó en su contra el Consejo de la Judicatura Federal, el funcionario realizó operaciones financieras durante 7 años por 432 millones de pesos, recursos procedentes de “moches” pagados por casineros.

La PGR no informó públicamente de la detención de los cómplices de Martínez Hernández, que eran sus familiares.

‘Lo dividimos entre tres’

Para conseguir el cobro de los 2 millones de pesos que la PGR ofrecía de recompensa a quien diera información de los cómplices del secretario del Poder Judicial de la Federación Esiquio Martínez Hernández Luis Heredia Rojas actuó como el denunciante.

Sin embargo, el hombre identificado como Mateo fue el que habría utilizado sus contactos en la dependencia federal para tener acceso a los recursos de la gratificación.

De las grabaciones se desprende que Mateo es un exfuncionario federal, lo que según él lo imposibilitaba para intentar cobrar directamente el monto de la recompensa.

Mateo le comunica a uno de sus socios que su nombre está en el sistema de huellas dactilares llamado AFIS.

“Neta, güey, yo no lo hice porque me faltaran huevos”, le aclara a su compañero en esta operación.

“Al fin de cuentas a mí no me conocía, yo me hubiera aventado el pedo, pero la neta, güey, yo estoy en el sistema. Si tú me metes al sistema, güey, de huellas, bota que yo fui, que estuve en esa madre, que fui servidor público y eso no se borra del sistema, se queda.

“Yo busqué otras opciones, pero la neta, güey, no cualquiera se quiso aventar el pedo. Ese güey fue como el tercer güey que yo busqué. 

“Yo también valoro eso, güey. Al chile sí le echó huevos. A la mejor todas las partes fueron importantes, porque igual tú dices, sabes que al chile no, güey, de dónde lo sacas a ese güey, yo no demerito ni tu parte ni la de él ni la mía. Yo fui un enlace, güey. Sin uno de los tres no se hubiera podido hacer nada. Entre tres está bien”.

Es Mateo precisamente quien en esa llamada telefónica avisa que el pago de la recompensa ha sido autorizado ya en la PGR, según se lo hizo saber Luis Heredia Rojas.

Sin embargo, según el diálogo que sostienen, el monto autorizado no son los 2 millones de pesos originales de la recompensa, sino una cantidad inferior al millón de pesos.

>Hoy vi a Luis, que dice que lo citaron. Que ahora sí parece que va a salir. ¿Pero qué crees que me dijo, güey?

>¿Qué?

>Ya vez que esa madre decía que eran 2. 

>Ajá.

>Que eran 2… ¿ya sabes de cuáles?

>Eso habían dicho que seguramente serían 2, pero ahora cuánto.

>Eran 2 pero que eran 2 personas que andaban checando, güey, no sé si te acuerdes de esa madre, que era ese güey y el sobrino…no sé… dice que van a dar sólo la mitad…y que el licenciado de ahí, que va a dar la firma y todo eso, güey, va a haber porque querían dar menos de la mitad…como 8, güey…

>¡Como crees!

>Sí, güey. Yo también me quedé así… no mames… güey”.

El hombre que platica con Mateo le recuerda que la propuesta inicial era 40 por ciento para él y el resto de la recompensa para repartirse entre Mateo y Heredia Rojas.

“Ponle que den los 8, güey, vamos a ser derechos. Entre tres, güey. Es lo que le estoy proponiendo a él (Luis). Yo por esto te hablo, güey, porque ya vez cuánto me habías pedido tu, güey. Pero si te doy eso, nada nos llevamos, güey, qué pedo.

“Yo la neta lo más que me urgía era salir del pedo por ti, güey. Yo de esta madre ni vivo ni nada, güey. Yo también sé que tu no vives de esto, güey. Es la ventaja. Ni Luis. 

“Bueno ya lo que salga, cuentas claras son tanto, aquí está la evidencia y lo dividimos entre tres y ya nada que tú te llevaste más, o yo me llevé más. Es lo que yo estoy proponiendo”.

Mateo le aclara a su interlocutor que Luis Heredia Rojas le dijo que le había pedido la mitad de lo que la PGR entregaría como recompensa.

“Él me peleaba la mitad, pero yo le dije: ¡No mames!, como crees que la mitad, son 400 varos, imagina que te den 8, le voy a dar 2 y yo me quedo con 2. Me va a mentar la madre. Le dije: mínimo entre tres, güey, y ya negocio esa parte con él”.

Mateo le confiesa a su interlocutor que de su parte le tendrá que pagar a su contacto que está adentro de la PGR la cantidad de 50 mil pesos.

 “De todos modos con el güey que está adentro yo sí le voy a dar unos 50 varos. Si me llevo 270 o me llevo 220, es lo mismo, pero le voy a decir que me cheque, güey. Le voy a decir a la neta no fue tanto, güey, pero chécamelo, güey, y él me va a decir sí fue eso o no fue eso”.

Mateo le cuenta que confía en Luis Heredia, sin embargo le pidió una prueba de la cantidad que le iba a entregar en la PGR.

“En estos negocios hay que confiar. Sino confío está cabrón para que te metes en un pedo que no confías. Yo voy a tratar de que todos quedemos a gusto”.

 

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