Luego de que el alcalde de Guadalajara y líder del partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, anunciara el sometimiento de los gobiernos metropolitanos encabezados por su partido a un proceso de ratificación de mandato, el intercambio de expresiones rumbo al 2018 se ha acentuado.
Este ejercicio, de acuerdo con lo anunciado por los emecistas, podría darse el último domingo de agosto, teniendo como fecha tentativa el día 27, días previos al informe de gobierno de los munícipes y a unas semanas de los procesos internos en los partidos para elegir a sus candidatos del próximo año.
El alcalde tapatío ha llegado a afirmar que de no favorecerle los resultados de la ratificación, se abstendría de participar como candidato a otro puesto de elección popular, aunque el análisis local apunta que Alfaro Ramírez ya tiene asegurado el puesto como candidato a gobernador de Jalisco a partir del 2019.
“Si la gente no aprueba mi trabajo, yo les hago una promesa muy sencilla: me voy de presidente municipal porque el pueblo pone y el pueblo quita; y si no apruebo la ratificación de mandato, no vuelvo a buscar un cargo de elección popular”, dijo el jueves pasado Enrique Alfaro.
Campaña simulada, denuncia el PRI
La dirigencia estatal del PRI, encabezada por Héctor Pizano Ramos, en compañía de los regidores de municipios como Guadalajara y Zapopan, tildaron al proceso de ratificación como una ‘simulación’.
“Movimiento Ciudadano usará recursos públicos para promover la ratificación de la figura del presidente municipal, particularmente en el caso de Guadalajara, con Enrique Alfaro, antes de pedir su licencia para ser candidato a gobernador (…) esto se convierte en una campaña simulada, pagada con recursos públicos municipales”, señaló Pizano.
Recordaron que, como promesa de campaña, el alcalde tapatío había prometido hacer tal ejercicio a la mitad de su gobierno, es decir, durante el mes de abril pasado. Pero argumentaron los priistas que se negó a hacerlo de ese modo porque en ese momento su percepción desde la ciudadanía no lo favorecía.
Ya desde finales de marzo de este año el líder naranja había confirmado a medios locales la apuesta por el proceso de ratificación de mandato. Pero con un ligero cambio, no sería durante la primera mitad de este año sino hasta las semanas próximas a su segundo informe de gobierno, en septiembre.
“Es un asunto de vergüenza básico, algo que le hace mucha falta a la política. No es un asunto de confiar o no, yo estoy haciendo lo que mejor puedo en mi trabajo y si los ciudadanos me evalúan bien, podremos hacer otras cosas”, dijo entonces Alfaro Ramírez.
Los priistas acusan al gobierno tapatío de haber creado “consejos ciudadanos” que desplazaran a los presidentes de colonos o comités vecinales, algunos adeptos al partido tricolor.
Ya que a través de estos organismos ciudadanos se configuraría el proceso y podría estar amañado, como lo dijo Sergio Otal Lobo, líder de la fracción edilicia del PRI en Guadalajara.
Lejos de convencer
La percepción de un buen gobierno de los alcaldes naranjas no ha sido el sello distintivo.
La apuesta de millonarias inversiones en materia de redes sociales y comunicación política a través de Internet para empresas como Eu Zen e Indat, hablan de una preocupación rumbo a la próxima contienda local.
Además de que los números no favorecen al grueso de los alcaldes metropolitanos, incluso a los emanados del PRI o al propio gobernador.
Según la quinta Encuesta de Percepción Ciudadana sobre Calidad de Vida 2017, presentada por el observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos, el pasado 31 de mayo, en los seis municipios metropolitanos donde se aplica los alcaldes fueron aprobados por un nimio porcentaje.
En una cifra global, de acuerdo con la encuesta, en los seis municipios donde se hizo la encuesta (Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, Tlaquepaque, Tonalá y El Salto), solamente el 35 por ciento de los habitantes aprueban a su presidente municipal.
Lejos de encabezar la lista, Enrique Alfaro aparece como el tercer alcalde mejor evaluado, pero con una aprobación de los tapatíos de tan sólo el 35 por ciento.
En segundo lugar está el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, con 38 por ciento de aprobación, y Alberto Uribe, de Tlajomulco y el mejor evaluado, con 50 por ciento.
María Elena Limón García, alcaldesa de Tlaquepaque, tiene aprobación de 26 por ciento, la peor evaluada de la Zona Metropolitana; su porcentaje está muy por debajo del de sus antecesores en el puesto.
En el cuarto y quinto lugar se encuentran los alcaldes emanadas del PRI, Sergio Chávez, de Tonalá, y Marco Godínez de El Salto. Sus calificaciones son de 28.5 y 29 por ciento de aprobación de sus gobernadores, respectivamente.
Tras las críticas lanzadas por líderes priistas en rueda de prensa, los emecistas han criticado que el gobernador del estado no se someta al mismo ejercicio.
De acuerdo con la encuesta de Jalisco Cómo Vamos, en un porcentaje global de la percepción de buen gobierno que se tiene de Aristóteles Sandoval Díaz en los seis municipios donde se realiza la encuesta, el gobernador tiene una aprobación de 35 por ciento de los habitantes.
Y el mismo estudio concluye con negatividad que desde que se han aplicado encuestas del observatorio ciudadano en la Zona Metropolitana, la desconfianza en las instituciones ha crecido constantemente, un síntoma de la poca relevancia de los gobiernos por apostar a brindar mejores servicios, la principal demanda ciudadana.
Así los califican
¿Cómo evalúan los habitantes a sus gobernantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara?
Municipio Alcalde Partido % de aprobación
Guadalajara Enrique Alfaro MC 35
Zapopan Pablo Lemus MC 38
Tlajomulco Alberto Uribe MC 50
Tlaquepaque Ma. Elena Limón MC 26
Tonalá Sergio Chávez PRI 28.5
El Salto Marcos Godínez PRI 29