El transporte público en la Ciudad de México se ha convertido en un lugar de suplicio permanente para miles de mujeres que día con día sufren algún tipo de violencia cuando se dirigen a sus hogares, escuela o centros de trabajo.
Ante este fenómeno de inseguridad, miles de chicas han decidido utilizar la bicicleta para trasladarse a sus destinos y así evitar ser acosadas en los medios de transporte tradicionales.
Sin embargo, las mujeres que se han atrevido a cambiar el metro, metrobús o su automóvil por este vehículo de dos ruedas se han enfrentado a un nuevo reto: utilizar falda o vestido y evitar las miradas indiscretas del resto de la humanidad.
Es por eso que te compartimos algunos consejos prácticos para que puedas utilizar la ropa con la que te sientas más cómoda y al mismo tiempo usar tu bicicleta.
Usa una moneda
Este truco funciona mejor si decides utilizar una falda larga y que no te quede tan pegada al cuerpo.
Todo lo que necesitas es una moneda y una liga. Une con la moneda la parte trasera con la parte delantera de tu falda y sujétala con la liga. De esta forma harás una especie de short que te permitirá mover libremente tus piernas.
Liguero
Puede sonar extraño pero un liguero y una pinza de metal puede ser tu mejor aliado a la hora de usar bicicleta y una faldas cortas o entalladas.
En la actualidad existen ligueros hechos de tela con un refuerzo de silicona para que no se te resbale con el movimiento al momento de pedalear.
Lo colocas en uno de tus muslos y sujetas con la pinza metálica la punta de tu falda y listo. Evitarás que tu falda o vestido se levante o se suba por el movimiento de tus piernas al pedalear.
Consigue un guardafaldas para tu bicicleta
Los guardafaldas son un complemento para las bicicletas que evitan que la falda, vestidos, o abrigos largos se te enganchen en la rueda o en los frenos.
Además sirven para protegerte del agua en caso de que haya llovido y las ruedas puedan salpicar y manchar tu ropa.
Si usas Ecobici no tendrás que preocuparte por este problema ya que las bicicletas publicas de las Ciudad de México ya cuentan con un aditamento que funge como salpicadera y guardafaldas al mismo tiempo.
