“Quienes nacen pobres se quedan pobres y quienes nacen ricos se quedan ricos”, confirma estudio

En su informe ‘El México del 2018’, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias señala que siete de cada 10 personas que nacen en hogares con pocos ingresos, difícilmente lograrán salir de la pobreza

En su informe ‘El México del 2018’, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) advierte de importantes rezagos en el tema de la Movilidad Social en México , e indica que el nivel socioeconómico de las personas que viven en nuestro país, puede ser determinado desde su nacimiento.

De acuerdo con los datos, siete de cada 10 mexicanos que nacen en familias de bajos ingresos, no lograrán salir de la pobreza a lo largo de su vida.

¿QUÉ ES LA MOVILIDAD SOCIAL?

En su sitio de Internet, el Centro que presenta el informe indica que la movilidad social “se puede definir a grandes rasgos como el cambio en la posición socioeconómica de las personas”.

En el texto se considera que “la baja movilidad social en México es un reflejo de la desigualdad en las oportunidades: de un contexto en el que el progreso de las personas depende más de las condición socioeconómica de su hogar de origen que del esfuerzo y el mérito propios”.

‘El México del 2018’ también indica que durante los últimos 25 años, el ingreso de las familias perdió la capacidad de poder de compra, que hace referencia a los bienes y servicios que una persona puede adquirir con los recursos que tiene a su disposición.

Por ejemplo, de 1992 a 2016, el poder adquisitivo de las familias más pobres disminuyó en hasta 20 por ciento, y el la clase media lo hizo en hasta 18 por ciento.

El estudio, que es presentado en un libro, dicta que “la situación de la movilidad social en México se resume de la siguiente manera: quienes nacen pobres se quedan pobres, y quienes nacen ricos se quedan ricos”.

La suerte es otra para quienes nacen en hogares de amplios recursos.

Se calcula que nueve de cada 10 mexicanos que nacen en familias de ricos, nunca pasarán a formar parte de la clase media; ocho de cada 10 personas que pertenecen a este grupo jamás tendrán un ingreso menor al que tenían sus familias cuando nacieron.

“La posición social se transmite de padres a hijos con una frecuencia importante entre quienes se encuentran tanto en la base como en la parte más alta de la pirámide socieconómica”, concluye el CEEY.

Roberto Vélez, director ejecutivo del Centro, fue el encargado de presentar el informó, y señaló que por la situación que atraviesa México, el país tiene ciudadanos de primera, segunda, tercera, y hasta cuarta clase.

“La gente atrapada en la movilidad sabe a qué no puede acceder y eso crea problemas, le pega al tejido social y se manifiesta en problemas de cohesión social”, declaró Vélez.

En su página web, los realizadores del estudio detallan que “el aumento de la igualdad de oportunidades a través de políticas públicas eficaces en educación, salud, empleo y crédito, así como la eliminación de prácticas discriminatorias permitirá impulsar la justicia social en México, lo que quiere del involucramiento y la participación de ciudadanos y gobernantes”.

En el informe se plantean recomendaciones para atender la problemática:

– Una reforma fiscal que lleve a la eliminación de la informalidad en la actividad productiva y a una mayor recaudación de impuestos

– Que el sistema de protección social se unifique y universalice, lo que incluye reformas en los sistemas de salud, de pensiones y de seguridad social

– La cobertura, calidad y pertinencia del sistema educativo deben centrarse en mejorar e igualdad oportunidades de aprendizaje, en especial en la educación media superior

– Que las políticas públicas promuevan un mercado laboral flexible, pero a la vez seguro

– Eliminar la discriminación hacia grupos vulnerables

– Un sistema financiero con mayor penetración y más competitivo, que ayude a los mexicanos a tener más protección financiera mediante el ahorro, el crédito y los seguros

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