¿Quién será el jefe de Los Zetas?

Tras la detención de Omar Treviño Morales “Z-42”, líder del Cártel de Los Zetas, agencias de inteligencia de Estados Unidos dieron a conocer a los posibles sucesores para esta organización.

La información sobre quién podría ser el nuevo jefe de Los Zetas se ha extendido en ambos lados de la frontera norte de México.

En un cable interno al que Reporte Indigo tuvo acceso, se describen dos análisis sobre el rumbo que podría tomar esta organización criminal: la vieja guardia del narcotráfico o la continuación de la violencia y extorsiones. 

Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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personas murieron en el atentado al Casino Royale en Nuevo León
Según un comunicado conjunto difundido por el Blog del Narco, Los Zetas y el Cártel del Golfo ya no están peleando entre sí
"Lo que sí tiene Treviño Morales es sangre. Si tuviera que asumir el rol de líder, lo más probable es que sea la de un nombramiento de control"
Experto norteamericano en narcotráfico

Tras la detención de Omar Treviño Morales “Z-42”, líder del Cártel de Los Zetas, agencias de inteligencia de Estados Unidos dieron a conocer a los posibles sucesores para esta organización.

La información sobre quién podría ser el nuevo jefe de Los Zetas se ha extendido en ambos lados de la frontera norte de México.

En un cable interno al que Reporte Indigo tuvo acceso, se describen dos análisis sobre el rumbo que podría tomar esta organización criminal: la vieja guardia del narcotráfico o la continuación de la violencia y extorsiones. 

La sucesión de la sangre

Fuentes estadounidenses señalan que Juan Francisco Treviño Morales, de 61 años y hermano mayor de Miguel Ángel “Z40” y Omar “Z-42”, podría tomar el mando zeta.

Esta suposición se refuerza por contar con la misma sangre de los dos últimos operadores principales de Los Zetas: el “Z-42” y “Z40”.

Expertos norteamericanos en narcotráfico en Texas consultados por Reporte Indigo aseguran que la experiencia de Juan Francisco está vinculada a la vieja guardia y no a la violencia.

“Él, como sus hermanos, emigraron a Texas en los años 70, en Dallas, es la ciudad de la familia donde se estableció. Juan era un recién casado, de 23 años, cuando él hizo el movimiento de país.

“Él comenzó a trabajar dentro de la ley, usando su oficio de albañil para salir adelante”, recuerda la fuente.

A Juan Francisco le resultó frustrante  trabajar siete días a la semana, largas horas y para apenas sobrevivir, por lo que intentó otras vías de ingreso, cita el informante.

Puso un negocio de la construcción para disfrazar actividades relacionadas con la venta de drogas en Nuevo Laredo.

Juan Francisco se convirtió en un distribuidor pequeño.

Después de una condena por no informar la entrada de 47 mil dólares en efectivo en su negocio en Estados Unidos,  fue sentenciado a libertad condicional.

Un año después, en 1995 fue declarado culpable de distribución de mariguana y fue enviado a la cárcel, donde permaneció hasta 2014. 

En marzo de ese año, Juan Francisco fue liberado de una prisión de Colorado, y deportado a México.

“Era muy diferente en 1995. Juan Francisco perdió la transición. Sería difícil pensar que con esa historia y de su edad, podría llevar a un pequeño grupo ejecutor y mucho menos un cártel importante”, asegura la fuente.

Las autoridades norteamericanas no saben acerca de su paradero, ni de lo que puede estar haciendo durante el último año.

“Lo que sí tiene Treviño Morales es sangre. Si tuviera que asumir el rol de líder, lo más probable es que sea la de un nombramiento de control”, explicó el informante.

El relevo natural

Las agencias de Estados Unidos también señalan a Rogelio González Pizaña, “El Kelín” o “Z-2”, como el nombre natural del relevo de este grupo criminal.

Reporte Indigo adelantó en noviembre del año pasado que “El Kelín” habría anunciado una presunta alianza entre el Cártel del Golfo y Los Zetas.

Según un comunicado conjunto difundido por el Blog del Narco, estos dos grupos criminales ya no están peleando entre sí. 

“Estamos más unidos que nunca queremos la Paz para Tamaulipas”, señala el documento firmado por Juan Reyes Mejía González, alias “El R1” y líder de Los Rojos del CDG, así como por el fundador de Los Zetas, Rogelio González Pizaña, “El Kelín”.

Con esta alianza, según el comunicado, llegará la vieja escuela del narcotráfico que inició el Cártel del Golfo, liderado por Juan García Abrego, capturado en 1996 en una finca en el municipio de Juárez, Nuevo León.

Al ser apresado, llegó Osiel Cárdenas Guillén, un expolicía federal que tomó las riendas de este cártel en 1998, y formó su brazo armado llamado Los Zetas.

Pero su captura, en marzo de 2003, originó que Los Zetas rompieran la relación con el Cártel del Golfo y comenzó la disputa encarnizada por la plaza de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.

La vieja escuela del narcotráfico tiene como fundamento tres leyes: no meterse con la población civil, respetar a las familias de los narcotraficantes y el territorio.

Los perfiles violentos 

Reportes de inteligencia mexicanos consigan que Los Zetas ahora es un grupo criminal que se dedica más al secuestro, extorsión y ejecuciones sanguinarias

Y aseguran que ya dejaron de ser una amenaza para los intereses del tráfico de drogas.

Pero las agencias de inteligencia norteamericanas  señalan a dos hombres para ocupar el liderazgo de Los Zetas, versión violenta: Maxiel Barahona Nadales “El Contador” o “El Maxiley” y Sergio Ricardo Basuro Peña “El Grande”

La PGR calificó a “El Contador” y “El Maxiley”  como “extremadamentes peligrosos”. 

Controla a este grupo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y se cree que es él quien ordena los asesinatos en esa frontera tamaulipeca.

Él, según las fuentes, se habría quedado encargado de Nuevo Laredo, esto porque “El Grande” se habría ganado una mayor responsabilidad: apoderarse de la ciudad portuaria de Coatzacoalcos, Veracruz.

La agencia de inteligencia norteamericana señala a Basuro Peña como la persona que se quedará con esta organización, esto por su perfil violento. 

“Él también es responsable de la creación y de ordenar los asesinatos en el puerto”, dice la fuente.

Para la agencia de Estados Unidos la violencia en el tráfico de las drogas en los últimos 10 años, no se compara en nada a la forma de disputarse en la década de los 70 u 80.

Y la estructura del modelo de negocio adaptado por los grandes carteles aún no se ha definido.

Ahora, dice la agencia, la disputa de las plazas al norte de México se realiza de manera violenta.

Basta recordar el reciente ataque al Bar RE, el cual se perpetró por una rivalidad entre el Cártel del Golfo con Los Zetas en el municipio metropolitano de San Nicolás, Nuevo León.

Atentado que cobró la vida de tres personas y 13 resultaron heridas la madrugada del pasado lunes 22 de diciembre del 2014.

En rueda de prensa,  el ahora exprocurador Adrián de la Garza reveló que cuatro hombres fuertemente armados irrumpieron en el antro, cuando los empleados festejaban su posada.

“Lo que tenemos es que en ese lugar se juntaba una banda contraria de la delincuencia organizada”, dijo el procurador.

Días después fueron detenidos integrantes de Los Zetas ligados con este hecho. Los Zetas también atentaron contra el casino Royale, donde murieron 52 personas, en su mayoría mujeres.

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