Clara Brugada Molina asume el cargo de jefa de Gobierno de la Ciudad de México este 5 de octubre, continuando la tradición de gobiernos de izquierda en la capital del país.
La morenista, quien obtuvo el 51.90% de los votos en las elecciones del 2 de junio frente al panista Santiago Taboada, que logró el 38.8%, se consolida como una figura clave en la política local.
Es importante recordar que, en octubre de 2023, Morena llevó a cabo una encuesta para definir al candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Clara Brugada, quien fue la segunda mejor posicionada, obtuvo la candidatura basándose en el criterio de paridad de género.
Biografía y formación de Clara Brugada
Nacida el 12 de agosto de 1963 en la colonia Nativitas, Ciudad de México, Clara Brugada tiene 61 años. A pesar de rumores falsos sobre un supuesto origen salvadoreño, su CURP confirma su nacionalidad mexicana.
Es licenciada en Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde comenzó su carrera en movimientos sociales, centrándose en la defensa de los derechos de los pueblos originarios.
La tres veces alcaldesa de Iztapalapa
Brugada ha sido alcaldesa de Iztapalapa en tres ocasiones: de 2009 a 2012 bajo la bandera del PRD, y en dos períodos consecutivos de 2018 a 2024 como parte de Morena.
Su primera elección en 2009 fue singular, ya que, a pesar de no ser la candidata oficial del PRD, logró acceder al cargo tras un ingenioso plan ideado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Después de que su candidatura fue anulada, AMLO apoyó a Rafael Acosta Ángeles, conocido como “Juanito”, quien se comprometió a renunciar en favor de Brugada tras ganar las elecciones. Este inusual acuerdo se cumplió luego de complicaciones, permitiendo a Brugada asumir el cargo en diciembre de 2009.
Los logros de Brugada
Durante su mandato en Iztapalapa, Brugada impulsó proyectos clave, como la construcción de la Línea 2 del Cablebús, el trolebús elevado y la apertura de 12 centros culturales denominados “Utopías”. Además, implementó programas de muralismo comunitario y mejoras en el alumbrado público, contribuyendo a la reducción de la delincuencia en la zona.
A pesar de los éxitos, su administración enfrentó desafíos, incluida la crisis de distribución de agua y la suspensión temporal de la Línea 12 del metro, que afectó a miles de residentes. No obstante, su gestión fue bien recibida y mantuvo un alto nivel de aprobación, consolidándose como una de las alcaldesas mejor valoradas de la Ciudad de México.