¡Qué tiernos! Llega el amor a Monterrey para celebrar el Día de San Valentín
A menos de un mes para celebrar San Valentín, llegó el amor a "tapizar" comercios del Centro de Monterrey con artículos relacionados al 14 de febrero
Jorge NarváezOsos de peluche, globos, flores, chocolates, decoraciones y otros souvenirs relacionados al Día del Amor y la Amistad han inundado las calles del Centro de Monterrey, en donde se venden todo tipo de productos alusivos al 14 de febrero.
Durante un recorrido por la zona de Colegio Civil, ubicado sobre la calle 5 de Mayo en el primer cuadro de la ciudad, se puede constatar de la gran variedad de artículos que los comerciantes ofrecen a los enamorados.
Desde globos de diferentes formas y con distintos mensajes, hasta osos de peluche de varios tamaños se pueden encontrar en dicho corredor que, a más de tres semanas de la celebración de San Valentín, ya han comenzado las ventas.
Desde que se ingresa a la zona se puede observar que prevalecen los colores rosa y rojo alusivos al Día de San Valentín, así como también la decoración que los comerciantes colocan en sus locales.
De acuerdo con los locatarios, los productos que más se venden previo y durante el 14 de febrero son los globos metálicos inflados con helio, presentados de diferentes formas ya sea de corazón, en círculo o hasta de algún animal como los changos.
Luego de las compras navideñas, ahora los regios se preparan para regalar un objeto especial que sea representativo para su enamorada o enamorado, pero también para los amigos incondicionales.
Día de San Valentín
La celebración está relacionada con la religión y existen varias versiones sobre su origen; una de ellas está situada en el siglo III cuando el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios de jóvenes, pues consideraba que los hombres sin familia eran mejores soldados al no tener vínculos sentimentales.
Pero un sacerdote llamado Valentín hizo a un lado las órdenes del emperador y comenzó a casar en secreto a los enamorados que así lo quisieran.
Claudio II, al enterarse de la situación, ordenó la sentencia de muerte del sacerdote un 14 de febrero del año 270, y de esa manera se habría convertido en el patrón de los enamorados.