Con la victoria en Pensilvania, Joe Biden y Kamala Harris superaron los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar las elecciones a la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos.
El obstáculo que enfrentarán hacia la transición presidencial es la batalla legal que Donald Trump inició para retener el poder por cuatro años más, incluyendo su intento de detener el conteo en Pensilvania, Nevada, Michigan y Georgia.
Trump, quien se había declarado ganador desde el miércoles, acusa de un fraude electoral sin pruebas, denunciando presuntas ilegalidades en los votos por correo.
¿Qué sigue para Biden?
Los nuevos presidente y vicepresidenta tendrán que iniciar el nuevo periodo de gobierno el 20 de enero de 2021.
Pero antes de eso, Estados Unidos pasará por un periodo de procedimientos legales obligatorios para terminar de definir quién ocupará la Casa blanca el año que viene.
Tras el triunfo de Biden, los abogados de Trump podrían acudir a los tribunales en búsqueda de un fallo judicial para ordenar un recuento de votos. Aunque cada estado tiene sus propias reglas electorales, la ley federal establece que este recuento deberá terminar el 8 de diciembre, fecha conocida como “puerto seguro” o safe harbor.
Para ese día, la información de los resultados debe encontrarse en “puerto seguro”, es decir, haber sido entregada a las autoridades electorales para que puedan determinar quién es el nuevo presidente.
14 de diciembre, fecha clave
Después del safe habror, las autoridades de cada estado ya habrán certificado los resultados electorales. El 14 de diciembre, los delegados del Colegio Electoral se reunirán en cada capital del estado para oficializar su voto.
Aunque se trata de una actividad ceremonial, este año podría ser diferente debido a las controversias iniciadas por Trump en torno al presunto fraude electoral de los votos por correo. Lo que podría ocurrir es que, en estados donde el Partido Republicano controla la legislatura estatal, no se acepten como válidos los resultados electorales del voto popular.
La ley especifica que la legislatura estatal es la última instancia que decide a quién se asignan los votos del Colegio Electoral, aunque siempre se han entregado al aspirante que obtenga más votos en ese estado. En este caso, podría ocurrir que la legislatura entregue los delegados al candidato republicano.
Pero si el 14 de diciembre los miembros del Colegio se dividen, unos en apoyo a la legislatura estatal y otros al ganador del voto popular, sería el Congreso Federal quien debería elegir entre los dos grupos de delegados, decidiendo así el rumbo de la elección.
El 6 de enero, el recién elegido Congreso Federal deberá reunirse en Washington para certificar el resultado de la elección presidencial, según lo manifestado por el Colegio Electoral.
El proceso de sucesión presidencial debe ocurrir el 20 de enero, donde el nuevo presidente tomará juramento ante un magistrado de la Corte Suprema.
Si por algún motivo no pudieran tomar posesión de su cargo un nuevo presidente o vicepresidente, el cargo lo asumirá el presidente de la Cámara de Representantes.
