¡Que pase la desgraciada!

“Yo soy del pueblo, a veces hablo mal, soy naca, bien naca, bien de pueblo, pero amo a esa gente, soy la voz de esa gente”, dijo Laura Bozzo a Carmen Aristegui desde un set de Televisa montado frente al zócalo de la Ciudad de México.

Aunque en su alegato la conductora repitió que es cercana al pueblo, su historia muestra una vida de lujos, en la que destacan propiedades en Miami, Acapulco y la Ciudad de México.

La polémica que ha colocado #FueraLauraBozzodeMéxico como uno de los temas más comentados en Twitter, en verdad es una historia repetida.

En 2007 Bozzo había protagonizado una situación similar, cuando grabó un programa durante el rescate de unos damnificados por un sismo en Pisco.

En esa ocasión, como ahora, fue cuestionada por varios periodistas quienes descubrieron que no había llevado ayuda y que una de las damnificadas había estado previamente como víctima en su programa.

Esa vez, como en esta semana, Bozzo dijo que los reporteros eran “mentirosos”.

Casas de lujo

En el registro público de propiedades de Miami, Florida, consta que en marzo de 2002, Laura Cecilia Bozzo compró una propiedad frente al mar en una zona residencial de North Miami, cercana a la isla de Bal Harbour, una de las zonas más exclusivas de la ciudad.

Se trata de una residencia de mil 421 metros cuadrados valuada en 1.5 millones de dólares. Consta de tres pisos, cuatro recámaras, cuatro baños, piscina y salida directa al mar.

Bozzo pagó el año pasado impuestos de predial por 600 mil pesos sobre esta propiedad. La cifra equivale al salario mínimo de 9 mil 523 mexicanos.

En agosto, la pareja de Bozzo, Cristian Zuarez, dijo en Miami que ansiaba que Laura pudiera regresar a Estados Unidos, porque “en 12 años no la habían dejado entrar”.

A pesar de ello, en 2008 la prensa peruana consignó que Bozzo se encontraba en un litigio bancario sobre otra residencia en Miami que había sido comprada en 1992 y tenía un valor de 3.5 millones de dólares.

Desde Lima, Bozzo dijo a Notimex que debía un millón de dólares sobre la propiedad y que tenía 20 años para liquidarla.

Reporte Indigo constató que esta otra propiedad no figura bajo su nombre, el de su pareja ni el de sus hijas en los registros públicos de Florida.

En mayo de 2010, cuando aún conducía el programa “Laura de todos” en TV Azteca, la propia Bozzo divulgó que había comprado una residencia de 900 metros cuadrados en el fraccionamiento La Herradura, en el Estado de México.

La casa consta de dos pisos, seis dormitorios, “amplia sala y comedor estilo colonial y un gran jardín”, según declaró la conductora al periódico El Comercio.

“Es una de las zonas más privadas y bonitas de México. Invertí toda mi herencia en adquirirla y no me arrepiento, porque a estas alturas de mi vida estoy convencida que invertir en propiedades es lo más seguro que hay”, dijo Bozzo al diario peruano.

Dos años más tarde, en febrero de 2012, la revista TV y Espectáculos divulgó fotos de una cuarta residencia.

Se trata de un penthouse que habría adquirido la conductora en Acapulco, Guerrero, con un valor de 11 millones de pesos.

La revista publicó fotos del departamento y de Bozzo junto a Zuarez en un yate en la bahía de esa ciudad. El anuncio no fue desmentido por la conductora.

En los registros públicos de la División de Corporaciones de Florida, Bozzo aparece como accionista de la compañía Media Productions International, Inc.

Esta empresa fue fundada por Fabian Ruales en octubre de 2007 y se encuentra actualmente inactiva, ya que no ha llenado sus reportes anuales desde 2010.

Entre los socios aparece Alba P. Ruales, Adriana Farah, Laura C. Bozzo y Alejandra de la Fuente, hija de la conductora.

Laura y Alejandra fueron incorporadas a la empresa en 2009, a pesar de que la titular del programa “Laura” no tenía visa para ingresar a Estados Unidos.

La entrada le había sido prohibida desde 2002, cuando fue procesada judicialmente en Perú –y posteriormente sentenciada a cuatro años de prisión domiciliaria- por haber recibido tres millones de dólares de sobornos de Vladimiro Montesinos, exjefe de inteligencia del presidente peruano Alberto Fujimori.

Alejandra de la Fuente, por su parte, presume en sus redes sociales compras de ropa y zapatos de lujo y fue presentada por su madre como “una loca como yo” cuando dio a conocer que se desempeñaría en la carrera de modelo.

En febrero de este año, De la Fuente figuró como la portada de la revista Playboy en su edición México.

¿Víctimas pagadas?

El 15 de agosto de 2007 se registró un sismo de 7.9 grados Richter en Pisco, 246 kilómetros al sur de Lima. Dejó 513 muertos y 431 mil damnificados, según cifras oficiales.

Laura Bozzo se trasladó al lugar para grabar un programa y allí peleó enfrente de las cámaras con el brigadista Raúl Anicama, al que acusaba de tener a los pobladores sin comer.

“No levante al pueblo en contra del pueblo”, le dijo Anicama, “yo sé que su persona está en capa caída y no quiera utilizar Pisco para levantarse”.

Laura le contestó: “yo estoy con el pueblo”, pero el hombre no se calló.

“Yo no le robo al pueblo, ni estuve con Vladimiro (Montesinos) para robarle la plata del pueblo”.

Esa noche, la conductora de televisión Magaly Medina citó el hecho y al diario local Trome, que había documentado el incidente. Bozzo llamó en vivo al programa y dijo que la conductora era una “mentirosa”.

Al día siguiente transmitieron videos de la discusión y una entrevista con el brigadista, quien se quejó de que Bozzo solo hubiera ido a grabar el programa y no llevara nada de ayuda, “ni una botella de agua”.

“Ella se muere para ir a Televisa, ¿de esa forma cree que lo va a conseguir? ¿Este es un momento para hacer un programa de chongo y de morbo para que lo vean nuestros hermanos mexicanos?”, cuestionó Medina.

Unos días más tarde, el blog Malasangre descubrió que una de las damnificadas que lloraba por ayuda en el video en Pisco era Diana Oriundo, la misma niña que había aparecido dos años antes como víctima de una violación en uno de los programas de Bozzo que se transmitían en Telemundo.

Dos meses más tarde de la transmisión y cuando en la fiscalía peruana ya avanzaba una investigación contra Bozzo por el uso de panelistas pagados en sus programas, Telemundo sacó del aire su show.

Rescatista desmentida

La investigación sobre un supuesto rescate de víctimas simulado en la población de Coyuca de Benítez, en Guerrero, fue documentada en el portal de Proceso por la reportera Marcela Turati y el fotógrafo Eduardo Miranda.

Pero Bozzo no hizo alusión a estos periodistas ni a Proceso en su transmisión especial desde el Zócalo capitalino.

Se fue contra Carmen Aristegui y se enfocó en recalcar que ella “estaba con el pueblo”, que “era rescatista” y que la periodista mentía. Gritando frente a la cámara, agregó: “He sido rescatista desde toda  mi vida. He trabajado con los topos en Perú, en Chile, en muchos lugares”. Pocas horas más tarde los topos la desmintieron. En un mensaje en su cuenta de Twitter, la Brigada de Rescate Topos Tlatelolco (BRTT) publicó: “Topos México @topos No conocemos de trabajo con @topos, en Perú o algún otro lugar; al que se refiere Laura Bozzo Recordamos que Topos es M.R. de B.R.T.T”.

Las iniciales significan que el término “topos” es una marca registrada, por lo que no existen topos en Perú ni en Chile. Lo que sí existió en la historia de Bozzo era otra polémica derivada de tareas de rescate y vinculada con Televisa.