Desde el pasado 27 de marzo, el trámite del Registro Único de Animales de Compañía (RUAC) ya es obligatorio para todos los habitantes de la Ciudad de México; pues de lo contrario habrá multa.
Se trata de una modificación de la Ley de Protección y Bienestar de los Animales que se hizo efectiva luego de su publicación en la Gaceta Oficial del Gobierno de la Ciudad de México.
En términos simples, es un equivalente a la Clave Única de Registro de Población (CURP) pero aplicado para los animales de compañía de los capitalinos.
De esa manera, se podrá identificar oficialmente a las mascotas para su propio beneficio pues habrán distintas disposiciones para protegerlas; sin embargo, de no acatar el trámite, habrá sanciones.
¿De cuánto es la multa?
Con la modificación del artículo 66 de la Ley de Protección y Bienestar de los Animales, los titulares que no realicen el trámite se harán acreedores a una multa de entre 2 mil 279 y 3 mil 365 pesos.
Aunado a lo anterior, también se sumará un arresto de 24 a 36 horas en cuestión de la gravedad del caso.
Cabe destacar que esta multa está basada en la Unidad de Medida y Actualización (UMA), fijada en 108.57 pesos.
¿Para qué es?
Esta nueva ley marca un avance significativo en el reconocimiento de los derechos animales dentro de la metrópoli al establecer un sistema oficial de identificación para las mascotas que busca ofrecer una gestión más organizada y compasiva del bienestar animal.
Este registro de mascotas, obligatorio desde el pasado 27 de marzo para todos los propietarios de animales de compañía en la CDMX, es una iniciativa liderada por la Agencia de Atención Animal (AGATAN) y es gratuito.
Este sistema de registro recopilará datos de identificación de los responsables de los animales, garantizando la protección de dicha información personal conforme a la legislación vigente.
Los beneficios del RUAC para los propietarios de mascotas y la sociedad en general son múltiples:
Proporciona un medio eficaz para localizar a una mascota en caso de robo o extravío, ofrece asistencia en accidentes, otorga reconocimiento legal a la mascota, y facilita el acceso a recursos y apoyo en situaciones de maltrato animal.