¿Qué dijeron los diputados de NL sobre el nuevo estadio de Tigres?

Argumentando que necesitan información adicional del proyecto antes de darle luz verde, la Comisión de Desarrollo Urbano del Congreso de Nuevo León decidió, por unanimidad, “regresarle” el proyecto del nuevo estadio de Tigres al gobierno estatal. 

El objetivo es que tanto la administración del gobernador Samuel García como la empresa Juego de Pelota, propiedad de César Esparza, brinden información puntual acerca de los pormenores técnicos del proyecto para determinar si se le pueden ceder en comodato los terrenos aledaños a la Universidad Autónoma de Nuevo León, lugar donde se construiría el estadio.

“Vamos a hacer un análisis exhaustivo, porque este proyecto es muy representativo para Nuevo León, no podemos llevarlo a la ligera; no tenemos prisa, pero tampoco tenemos pausa en la Comisión”, adelantó el panista Mauro Molano, presidente de la Comisión.

¿Qué necesitan saber?

Entre los datos demandados por los legisladores destaca el de aclarar cuál es la figura legal mediante la que pretenden hacerse con los terrenos, ya que se les ha manejado en cesión y comodato; de la misma forma, se pide la figura jurídica de los inmuebles colindantes, así como información en torno a quién los va a administrar.

También se le exige a la administración estatal aclarar si en la construcción se utilizarán recursos públicos adicionales a los 50 millones de pesos destinados en el Presupuesto 2023 para el proyecto, así como si habrá adecuaciones viales en el sector durante y, sobre todo, después de la edificación.

Adicionalmente, se pide a los impulsores del proyecto precisar qué se hará con los inmuebles deportivos que se verán afectados por la construcción del recinto, siendo estos el velódromo Radamés Trevieño y el Estadio Nuevo León, donde se practica futbol americano infantil.

Por último, los legisladores pidieron justificar el beneficio social que conllevaría la construcción del estadio para la población en general.