Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Azcapotzalco, revelaron que el uso de diferentes combustibles como carbón, leña y gas LP en puestos callejeros para la preparación de comida rápida generan partículas MP2.5 que afectan a la salud humana.
La maestra Griselda González Cardoso dijo que esa fue la razón que le llevó a realizar, junto con alumnos de la carrera de Ingeniería Ambiental, una investigación en algunas colonias de las alcaldías Azcapotzalco y Gustavo A. Madero para determinar los factores de emisión de contaminantes diarios, además de hacer una diferenciación de combustibles, ya que en ocasiones los comerciantes adquieren y utilizan carbón de mala calidad.
“Hicimos varias pruebas con distintos tipos de carbón e incluso con leña y con gas LP, y los resultados arrojaron que la quema de leña es la que más contamina, seguida del carbón y por último el gas LP. En tanto no hay una regulación para estas fuentes, lo cual crea también un problema para la autoridad, porque últimamente han proliferado esta clase de establecimientos, que representan un ingreso para familias de la Ciudad de México”, detalló.
El ejercicio de simulación de quemas realizado en el marco del proyecto –apoyado financieramente con recursos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt)– determinó que muchos de esos establecimientos dispersan partículas MP2.5, compuestos de efecto invernadero, entre ellos carbono negro y carbono elemental, además de gases de combustión como monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y dióxido de azufre, mismos que afectan a la salud humana.
Para tal efecto, “se construyó un quemador que simulaba al de los puestos ambulantes y, a través de una chimenea, captamos todas estas partículas y obtuvimos que esas emisiones hacen una pequeña aportación que multiplicada por esta creciente actividad aporta a la mala calidad del aire en ciertas localidades”.
Este tipo de fuentes emanan partículas MP2.5 que llegan al sistema respiratorio, a los alveolos y producen mucho daño, aunado a ello “estamos registrando monóxido de carbono, contaminante criterio que afecta a la salud; sin embargo, resulta complicado hablar del establecimiento de una regulación para prohibir estas actividades”.
Aunado a estas pruebas realizadas en la Unidad Azcapotzalco, se hicieron encuestas en las colonias San Felipe de Jesús, Reynosa Tamaulipas y El Rosario con el fin de contabilizar los puestos, así como recabar datos sobre la carne y el combustible empleados, además de cuántos días y horas a la semana trabajan para calcular las emisiones totales.
De esta manera se obtuvieron las emanaciones que se están dando por la venta de comida rápida, sobre todo en estos establecimientos ambulantes que se instalan por la tarde y noche.
La docente del Departamento de Energía de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería explicó que en total se han desarrollado tres proyectos terminales, como parte de un convenio con el Conahcyt dentro del Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable, cuyos resultados fueron presentados a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Estas investigaciones se abordan con la metodología establecida por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), “porque no es lo mismo un factor de emisión de nuestra nación que el de otras partes del mundo”.
Destacó que “el gobierno mexicano da a conocer cada dos o tres años su inventario de emisiones y aunque es muy difícil medir la de todas las fuentes naturales, móviles, fijas, industrias y vehículos, éstas sirven para hacer cálculos y poder reportar los contaminantes, por eso es tan importante conseguir estos datos del país con base en las actividades propias, porque a veces sí hay mucha diferencia”, recalcó.