Puerto Vallarta, el olvido de la Conagua
La intervención de la Conagua en Acapulco para investigar y sancionar penalmente la descarga de aguas negras al mar nunca se dio en Puerto Vallarta, a pesar de que este destino turístico sufrió una contingencia similar en el 2019
Luis HerreraLa intervención que ha tenido la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Acapulco para investigar y sancionar la reciente descarga de aguas negras en sus playas no ocurrió en Puerto Vallarta, destino turístico que sufrió la misma problemática en marzo del 2019 y que continúa en la impunidad.
El pasado 14 de julio, la Conagua informó que interpuso una denuncia penal por el delito de daño ambiental en contra de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), por el vertimiento de aguas residuales que se produjo el jueves 25 de junio en la bahía de Acapulco”.
Conagua también emprendió su propio procedimiento sancionatorio por esos hechos, luego de que tomara muestras en las playas de Acapulco que confirmaron contaminación por esas descargas.
A más de un año de lo ocurrido en Puerto Vallarta, ningún funcionario ha sido sancionado y solo hubo una multa en contra del SEAPAL por 126 mil pesos que fue impugnada
“Los resultados de los análisis realizados por el Laboratorio de la Gerencia de Calidad del Agua de las oficinas centrales de Conagua a las muestras recolectadas indican violación a la normatividad aplicable”, se informó.
Sin embargo, este proceder de la Conagua en el caso de Acapulco estuvo ausente en la contingencia ambiental que sufrió Puerto Vallarta en marzo del 2019, tras la fractura del Colector Centro Norte que liberó sus aguas negras en el área natural protegida Estero El Salado y luego en playas circunvecinas.
En aquella ocasión, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), la Universidad de Guadalajara, el Ayuntamiento de Puerto Vallarta e incluso consultores privados confirmaron que las aguas negras habían transitado por el Estero El Salado hasta alcanzar a por lo menos nueve playas vecinas, que tuvieron que ser cerradas transitoriamente debido al riesgo que representaban para los turistas.
El 11 de marzo de 2019, la Secretaría de Salud local emitió un comunicado en el que advirtió a la población de la contaminación que habían sufrido las playas del puerto.
La contaminación de las playas también quedó consignada en el estudio que fue solicitado por las autoridades denominado “Evaluación ambiental y caracterización de posible afectación del Área Natural Protegida, Zona de Conservación Ecológica Estero El Salado, en la localidad de Puerto Vallarta, por contingencia ambiental derivada de la ruptura del colector”, con fecha de julio de 2019, elaborado por la firma Corporativo Ambiental.
“Durante la contingencia, las aguas negras ingresaron al Estero El Salado por el canal principal y se desplazaron por el mismo hacia el mar, afectando playas aledañas a la boca del estero, así como a la dársena de la Administración Portuaria Integral de Puerto Vallarta, obligando a las autoridades a cerrar dichas playas para su uso recreativo”, se lee.
La omisión de Conagua en Puerto Vallarta
A pesar de la certeza de que las aguas negras que liberó el Colector Centro Norte alcanzaron y contaminaron las playas de Puerto Vallarta en marzo de 2019, la Conagua nunca se pronunció sobre el caso para investigarlo o para dar cuenta de la interposición de alguna denuncia penal, como sí hizo en Acapulco.
En su comunicado de hace unos días sobre lo acontecido en Acapulco, la Conagua señala que “se interpuso la denuncia penal por el delito de daño ambiental en perjuicio de la sociedad acapulqueña y de la Federación, ante la Fiscalía General de la República, delegación del estado de Guerrero”.
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El desinterés de la Conagua por la contingencia de Puerto Vallarta de 2019 ha llevado a que hasta el momento ningún funcionario haya sido sancionado, en particular considerando que el Sistema de los Servicios de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado de Puerto Vallarta (SEAPAL), un órgano que en ese momento pertenecía al Gobierno de Jalisco, era responsable de mantener en buen estado la infraestructura que contaminó las playas.
La única sanción existente por ahora es la que determinó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en contra del SEAPAL, en el expediente PFPA/21.3/2C.27.5/0010-19, pero por un monto de apenas 126 mil 735 pesos, la cual fue impugnada por el órgano vallartense.
A diferencia del caso de Acapulco que ha llegado ya a la esfera de la responsabilidad penal, en la contingencia de Puerto Vallarta ninguna de las autoridades involucradas ha interpuesto alguna denuncia ante el Ministerio Público.
Por el contrario, todas han notificado únicamente a instancias administrativas, como la misma Profepa.
En marzo del 2019, el Colector Centro Norte se fracturó y liberó sus aguas negras en el área natural protegida Estero El Salado y en playas circunvecinas
Testigo municipal
Otra instancia que confirmó que las playas de Puerto Vallarta fueron contaminadas con aguas negras tras la ruptura del colector el 4 de marzo de 2019, fue la Dirección de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de ese Gobierno municipal, la cual emitió el reporte “Zonas Afectadas por Ruptura del Colector Norte, SEAPAL”.
En dicho documento se incluyó entre las áreas impactadas por esta contaminación a la Zona Costera del puerto.
“De acuerdo a las mediciones de Coprisjal por presencia en materia orgánica (enterococos) de acuerdo a la norma NOM112-SSA1-1994, el comunicado de la autoridad es el cierre parcial de las playas colindantes por riesgo de salud, posibles riesgos de infección en ojos, piel y gastrointestinales”, dice.
El reporte agrega que “la zona de afectación comprende de la dársena Marina Vallarta y se extiende al Noroeste y al Sur del Océano Pacífico”.
