Puerto peligro

La seguridad pública en Puerto Vallarta está en vilo. Los efectos que traerá para ese destino turístico el choque entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa podrían hacerlo repetir la oleada de ejecuciones que vivió en años recientes.

Aun y cuando ha trascendido que habrían sido liberados los dos hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán que fueron secuestrados ahí, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar -si bien solo se habló oficialmente del segundo-, el horizonte que aguarda al puerto es incierto.  

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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En la gestión 2007-2009 se realizaban en Puerto Vallarta operativos conjuntos entre fuerzas militares, estatales y municipales para detener a narcomenudistas
El gobierno del Puerto Vallarta no se ha mostrado muy dispuesto a obstaculizar la operación del crimen organizado, sobre todo el narcomenudeo
Particularmente en Puerto Vallarta solicitamos presencia de policía municipal. Las fuerzas federales no se pueden dar abasto en todo el país para cuidar calles, plazas y jardines, a quien le corresponde cuidar parques, plazas, calles y jardines son a las policías municipales” 
Renato Sales HerediaComisionado nacional de Seguridad
https://youtu.be/EB5KUdTD6sw

La seguridad pública en Puerto Vallarta está en vilo. Los efectos que traerá para ese destino turístico el choque entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa podrían hacerlo repetir la oleada de ejecuciones que vivió en años recientes.

Aun y cuando ha trascendido que habrían sido liberados los dos hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán que fueron secuestrados ahí, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar -si bien solo se habló oficialmente del segundo-, el horizonte que aguarda al puerto es incierto.  

En los primeros años de la espiral de violencia que arreciaba en Jalisco por el narcotráfico, hasta el 60 por ciento de los homicidios en el puerto llegaron a tener características de ejecución, resultado de la fuerte presencia del crimen organizado.

Los registros de la Fiscalía General apuntaban a una disminución de las muertes por rivalidad delincuencial en Vallarta en los dos últimos años, pero esto podría revertirse si ese conflicto de cárteles desata una nueva cadena de vendettas.

En el año 2008, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón, en el puerto se registraron 20 homicidios vinculados con la lucha de los cárteles, lo que representó el 59 por ciento de todos los que hubo ese año: 34.

Al siguiente año, 2009, los asesinatos con características de ejecución fueron 16, esto es, el 52 por ciento de todos los de ese año en el puerto: 31.

En el 2010, según la Fiscalía, fueron 15 los homicidios donde se hallaron vínculos con el crimen organizado, es decir, el 37 por ciento de los 40 asesinatos totales de aquel año.

El año con más asesinatos ligados a los cárteles de la droga fue justamente el 2011, con 24 de estos, un aumento del 60 por ciento con respecto al 2010. Cuatro de cada 10 homicidios de 2011 se atribuyeron a los grupos criminales (42 por ciento de 57).

En 2012 y 2013 los homicidios vinculados a los cárteles representaron el 41 y 60 por ciento de los asesinatos totales, respectivamente.

Paz engañosa

A partir de 2014 los homicidios con características de ejecución bajaron en el puerto, aunque no está claro si esto respondió justamente al dominio que alcanzó el CJNG. En 2014 sólo fueron nueve asesinatos con este origen (43 por ciento de 21 totales), y en 2015 solo cuatro (16 por ciento de 25 totales).

Según estos registros de Fiscalía obtenidos en el recurso 130/2016, la violencia que generan los grupos delictivos estuvo detrás del 44 por ciento de todos los asesinatos que se dieron en Puerto Vallarta en el periodo de 2008 a 2015, esto es, 131 de 296 totales.

En el puerto se tiene conocimiento de 120 desapariciones de 2007 a 2015, de las que 19 víctimas son mujeres, y el resto hombres, como el exedil Humberto Gómez Arévalo, desaparecido en enero de 2015.  

Más de la mitad de las desapariciones se dieron en la gestión del exalcalde del PMC, Ramón Guerrero Martínez, de octubre de 2012 a septiembre de 2015, con 66, según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas.

Bajo sospecha

La facilidad con que se cometió el secuestro entre cárteles del 15 de agosto, en pleno bulevar de Puerto Vallarta, puso en entredicho al gobierno del alcalde Arturo Dávalos Peña, del PMC, y a su Policía, que no tuvo ninguna reacción al respecto.   

Incluso el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, cuestionó ante todo el país la actuación del gobierno de Dávalos Peña, cuyas deficiencias hicieron posible que un comando concretara ese “levantón” en la principal

zona turística del puerto.

La completa ausencia de policías justo en el momento del rapto, tanto de la fuerza municipal como estatal, es decir, de Fiscalía, no pasó desapercibida.

“No había y lo vimos así, un solo policía municipal o un solo policía estatal ahí en ese momento (…) pedimos a las autoridades municipales que también pongan atención en lo que le corresponde y particularmente en Puerto Vallarta solicitamos presencia de policía municipal.

“Las fuerzas federales no se pueden dar abasto en todo el país para cuidar calles, plazas y jardines, a quien le corresponde cuidar parques, plazas, calles y jardines, son a las policías municipales”, Sales Heredia.

Puerto cómodo

El gobierno del puerto no se ha mostrado muy dispuesto a obstaculizar la operación del crimen organizado, sobre todo en la vertiente que hace particularmente valioso a ese destino para los grupos delictivos: el narcomenudeo.

Fue a partir del 2010 que se redujo la vigilancia de su Policía para inhibir la distribución y venta de narcóticos.

Aún en el 2008 la Policía municipal detuvo a 44 personas por venta de narcóticos, una tendencia que continuó en 2009 con otras 49 detenciones, en la gestión 2007-2009 del exalcalde Francisco Bravo Carvajal.

En el 2010, con el también alcalde priista Salvador González Reséndiz, esta labor cayó y sólo se detuvo a ocho personas por venta de narcóticos, un 84 por ciento menos al 2009.

En 2011 hubo 10 personas detenidas por venta de drogas; y en 2012 12. La tendencia no mejoró con el PMC y su alcalde Guerrero Martínez de 2013 a 2015.

En 2013 su Policía sólo detuvo a 14 personas por venta de drogas, y en 2014 a 13, según el expediente de transparencia 49/2015.

En la gestión 2007-2009 se realizaban operativos conjuntos entre fuerzas militares, estatales y municipales con este fin.

Los reportes que elaboraron muestran que las drogas en el puerto se distribuyen por peatones y traslados en bicicleta y moto.

Uno de estos, del 3 de marzo de 2009, expone la detención de un sujeto en moto que llevaba una mochila con dinero en tres monedas distintas (dólares americanos y canadienses, y pesos), cuatro celulares y 18 paquetes de mariguana, cocaína y base de cocaína.

Cuando la Policía del puerto fue evaluada en 2014 por el Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza, resultaron aptos 631 elementos, y no aptos 263 (894 totales). En 2015 el Inegi arrojó 536 miembros en esa fuerza, de los que 464 eran operativos.

En 2013 la prensa vallartense dejó registros de la reunión que sostuvieron autoridades del puerto, en la alcaldía, con quien fue señalado como presunto cerebro financiero del CJNG, Sergio Schmidt Sandoval.
 

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