Antes de dejar el gobierno del estado de Jalisco, el exmandatario, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz dejó una herencia “maldita” que afecta a miles de tapatíos: un incremento de dos pesos con cincuenta centavos al pasaje del transporte público en la Zona Metropolitana de Guadalajara y en Puerto Vallarta.
El fin de semana pasado se llevó a cabo la primer manifestación en contra del “tarifazo”, la protesta fue organizada por la Federación de Jóvenes Comunistas (FJC) y participaron también integrantes de la juventud del Partido Comunista de México, la Colectiva Autónoma de Derecho y estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) quienes pedían que el costo del pasaje bajara de 9.5 a 5 pesos.
Desde finales de octubre la Comisión Tarifaria del Transporte Público dio el aval para que el nuevo costo del pasaje quedara en 9.50 pesos a partir de la primera semana de diciembre.
Con este incremento al costo del transporte público los trabajadores y estudiantes fueron los más afectados.
La protesta culminó en las puertas del Palacio de Gobierno, en donde los organizadores entregaron un pliego petitorio al nuevo gobernador, Enrique Alfaro, en el que le pedían revertir la herencia de su antecesor.
De acuerdo al artículo 154 de la Ley de Movilidad y Transporte del Estado de Jalisco, el gobernador puede echar para atrás el “tarifazo” aunque exista un aval de la Comisión Tarifaria.
“El gobernador del estado podrá modificar, en cualquier momento, las tarifas de transporte público cuando exista una causa de interés público, interés social o con motivo de calamidades públicas que afecten a grupos sociales, comunidades o regiones del Estado de Jalisco”, señala dicho artículo.
A raíz del incremento, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la UdeG también se manifestó y calificó el aumento como “un atraco a la economía familiar”.
De acuerdo con Jesús Medina Varela, presidente de la FEU, este acto fue desleal debido a que desde el 2014 el gobierno estatal se comprometió a no incrementar el costo del pasaje si no había mejoras en el transporte público.
Por otro lado, Ana Belén Vázquez Vázquez, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte, señaló la necesidad de congelar la tarifa hasta que existan mejoras en los autobuses.
La representante habló del malestar social por la nueva medida y el impacto en los bolsillos de la población tapatía, pues expresó que este nuevo costo en el pasaje no puede ser pagado por el 70 por ciento de los usuarios.
Arnoldo Licea, Secretario general del Sindicato de Avanzada de Transportistas del Estado de Jalisco, reconoció que hay fallas en el sistema de transporte, pero argumentó que se necesitan de nuevas tarifas por los costos de operación y el incremento en los combustibles
“Hay algunas empresas que se gastan más del 50 por ciento en el puro combustible, para darle mantenimiento, pagar todo lo que conlleva prestar el servicio ha generado que estén camiones parados, que los usuarios en las esquinas estén esperando el camión, que no pasen, que vayan llenos”, explicó el líder de los transportistas.