Las tigridias son flores de gran belleza y valor cultural en cuyo estudio y preservación participa la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) a través de los centros universitarios ubicados en el sur de la entidad, una de las regiones de mayor riqueza natural del país.
Esta planta es valorada desde tiempos precolombinos como lo registra el Códice Florentino de mediados del siglo XVI, lo cual es confirmado por la obra Historia Natural de Nueva España, que relata el uso ornamental y medicinal de las 40 especies de tigridias reconocidas actualmente en México.
El deterioro de los ecosistemas donde viven estas flores se intensificó a finales del siglo XX, de acuerdo al artículo Tigridias, plantas mexicanas de gran belleza, de la revista Universitaria, cuyo autor, el profesor del Centro Universitario Tenancingo, Luis Miguel Vázquez García, también es coordinador de la Red tigridia surgida en el 2008 para conservar, difundir y aprovecharla como un recurso de la horticultura ornamental, especialmente en las comunidades donde crece.
En este espacio académico se habilitó el Centro de Conservación de Tigridias, principal reservorio de esta especie cultivada y de reproducción silvestre de México para la conservación de su germoplasma, es decir el material genético de esta planta bulbosa perteneciente a la familia de las iridáceas.
En este centro académico y de investigación, donde habitan quince especies y nueve variedades de la flor de tigre o también conocida como flor de un día, también se realiza el Primer Festival de las Tigridias, cuyo programa contempla actividades académicas, artísticas y culturales como presentaciones de libros, conferencias, talleres, exhibiciones artísticas, senderismo y la venta de productos locales.
Luego de 12 ediciones anuales de la Semana de las Tigridias, este evento evolucionó en festival, con el apoyo de científicas, científicos, estudiantes, personal docente y administrativo de Temascaltepec, municipio sede de otro de los 11 centros universitarios de la UAEMéx donde se realizan estudios y proyectos conforme a la vocación regional y prácticas culturales de la zona donde se ubican.
El Centro Universitario Tenancingo cuenta con un área de aproximadamente una hectárea de tigridias sembradas, principalmente de la especie pavonia. La intención, explica Vázquez García, es colaborar a conservarla a través de un modelo de cero agroquímicos, por lo que se utiliza lombrihumus, abono obtenido del excremento de lombrices alimentadas con desechos orgánicos, que de manera natural mejora las características físicas y químicas del suelo y ayuda a la nutrición vegetal.
¿Quieres saber más sobre las tigridias y las flora en general de México? Checa el programa de actividades del Primer Festival de las Tigridias en la página de Facebook del Centro Universitario UAEM Tenancingo: facebook.com/Centro.Universitario.UAEM.Tenancingo