Un oso negro americano fue capturado por Parques y Vida Silvestre para un estudio, en la colonia La Toscana. El animal fue liberado la tarde de ayer en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
Esta no es la primera vez que un oso ronda la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), por lo que un grupo de especialistas trabaja en la creación de un reglamento para que los neoleoneses aprendan a convivir con ellos. Este animal busca alimentarse, por lo que es necesario un manejo adecuado de los residuos sólidos de la ciudadanía, ya que el consumo de plástico puede afectarle.
El oso negro americano baja de la Sierra Madre Oriental hacia Olinalá y Chipinque, en el municipio de San Pedro; y a colonias como Satélite Acueducto y La Estanzuela, que pertenecen al municipio de Monterrey. Estos territorios alguna vez fueron su hábitat, que fue invadido por desarrollos inmobiliarios.
El diputado de Morena, Luis Armando Torres, plantea una iniciativa de reforma a la Ley de Bienestar Animal del estado para establecer una estrategia de conservación de esta especie.
“Siempre están presentes, entonces la reforma contiene los criterios como una estrategia educativa para que los osos se conserven y también incluye una obligación en todos los municipios en el tema de residuos sólidos urbanos”, dice el legislador en entrevista con Reporte Índigo.
La reforma del congresista de Morena busca modificar el artículo 55 para obligar a los municipios a incluir el manejo de residuos sólidos en sus reglamentos.
“Coordinar con los ayuntamientos la implementación de prácticas de manejo adecuadas para los residuos sólidos urbanos, o de otro tipo”, explica la propuesta del diputado.
En septiembre del año pasado, el director de operaciones de Parques y Vida Silvestre, Alfonso Rodríguez, reveló que resultados médicos de varios osos detectaron pedazos de plástico y bolsas en su intestino.
El problema para el oso negro es mayor en la zona rural
Rogelio Carrera Treviño, coordinador del Laboratorio de Fauna Silvestre de la Facultad de Medicina Veterinaria Zootecnia de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), afirma que los conflictos en la zona urbana son pocos en comparación con los problemas agropecuarios.
“Nosotros vemos los conflictos en la zona urbana, pero en realidad eso no es nada comparado con los conflictos que hay con las actividades agropecuarias, en la ganadería y algunos cultivos. Todo el año se matan muchos osos, eso es lo que sucede en todos lados, en realidad lo que vemos en la Zona Metropolitana es una pequeña parte del problema”, explica Carrera.
El especialista señala que está creciendo el avistamiento de osos en la zona urbana y la expectativa es que siga en aumento.
“Está creciendo este fenómeno y va en aumento cada año, pero el problema no es el oso, es el humano con el oso”, considera el experto.
La reforma a la Ley de Bienestar Animal del estado que propone el diputado de Morena Luis Armando Torres establece que se busca crear un fondo económico, como una especie de seguro para el sector agropecuario.
Le será entregado a los ganaderos, campesinos y pobladores de la zona rural, cuando su ganado o cultivo se vea dañado por un oso negro.
“Es un conflicto entre el humano y el oso. El campesino que tiene su ganado se ve amenazado en el sentido de que el oso se come una chiva o una vaca. La reforma contempla que a esa población se le pueda compensar ese daño y, en lugar de poner trampas o cazar, los campesinos tengan la seguridad de que se les va reparar el daño”, dice el diputado.
Una solución urbana
Una solución para que el oso negro americano no consuma residuos sólidos urbanos que perjudiquen su salud sería implementar el uso de contenedores de basura antiosos.
Estos compartimientos son hechos de metales pesados y cuentan con un bloqueo en las puertas de acceso, que ayuda a evitar que el animal acceda a los desechos comestibles, en muchas ocasiones dentro de bolsas de plástico.
El director de Operaciones de Parques y Vida Silvestre, Alfonso Rodríguez, explica que están en pláticas con empresas recolectoras de basura para ver la manera de instalarlos en sectores cercanos a la Sierra Madre Oriental.
“Estamos viendo cómo podemos, en conjunto con empresas recolectoras de basura, instalar contenedores para que la especie no pueda acceder a la basura, ya tenemos algunos”, dice el funcionario.