Esta reforma permitiría la deducción de gastos de inscripción y colegiaturas en escuelas privadas.
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Proponen senadores del PT deducir inscripciones y colegiaturas sin límite

Presentan iniciativa con el fin de apoyar a la economía de las familias mexicanas que hacen uso de las instituciones educativas particulares

La senadora Geovanna Bañuelos destacó que la deducción de impuestos sobre los gastos educativos en escuelas privadas podría promover la equidad en el acceso a la educación.

En este sentido, propone que estos gastos no estén sujetos al límite de deducciones dictado por el último párrafo del correspondiente artículo.

“Si bien las escuelas públicas son la base del sistema educativo y deben ser accesibles para todos, hay circunstancias en las que las familias optan por enviar a sus hijos a escuelas privadas debido a diversas razones como la calidad educativa, la cercanía geográfica o las necesidades particulares del estudiante”, afirmó Bañuelos.

En colaboración con su compañero del Partido del Trabajo (PT), Joel Padilla, la senadora indicó que, para apoyar la economía de las familias mexicanas que utilizan instituciones educativas privadas, se propone reformar el artículo 151 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

Esta reforma permitiría la deducción de gastos de inscripción y colegiaturas en escuelas privadas.

La propuesta busca incluir dentro de las deducciones autorizadas para personas físicas residentes en el país los gastos destinados al pago de colegiaturas y cuotas de inscripción, efectuados por el contribuyente para sí mismo, su cónyuge o concubino, y sus ascendientes o descendientes en línea recta, abarcando los distintos niveles de educación básica, media superior y superior.

Bañuelos enfatizó que permitir la deducción de impuestos sobre estos gastos ayuda a mitigar la carga financiera para las familias que optan por la educación privada, contribuyendo así a la equidad en el acceso a la educación.

Añadió que esta deducción proporciona un alivio fiscal, permitiendo a las familias destinar más recursos a otras necesidades, como vivienda, alimentación, vestido y recreación.

Recordó que la educación es un derecho humano fundamental, que debe ser garantizado y proporcionado por el Estado de manera equitativa y accesible para todos los ciudadanos.

Además, resaltó que las instituciones educativas privadas están obligadas a cumplir con estándares específicos de calidad y seguir programas educativos establecidos por las autoridades, lo cual garantiza una base común de conocimientos y habilidades para todos los estudiantes.

“Las escuelas particulares, al ser gestionadas por entidades privadas, pueden tener intereses y objetivos diferentes a los de las escuelas públicas. Aunque muchas de estas instituciones ofrecen programas educativos de alta calidad y contribuyen de manera significativa al sistema educativo, su naturaleza privada puede llevar a una segmentación y fragmentación del sistema, donde las opciones educativas disponibles están determinadas por la capacidad económica de las familias”, señaló Bañuelos.

Sin embargo, destacó que el papel de las escuelas particulares en el Sistema Educativo Nacional busca complementar y enriquecer el panorama educativo.

“Las escuelas privadas pueden coadyuvar en esta tarea, pero no deben ser vistas como sustitutos de las escuelas públicas ni como la única opción educativa disponible para las familias”, concluyó Geovanna Bañuelos.

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