Se informa que el 100 por ciento del territorio de Nuevo León está en sequía y que cuatro municipios rurales se encuentran en sequía extrema. Foto: Especial

Pronóstico de lluvias para Nuevo León: Panorama preocupante

Los pronósticos para Nuevo León indican que durante marzo y abril las precipitaciones tendrán menos milímetros que la media normal, lo que agudizará la crisis de desabasto de agua, que comenzó en 2022 en la Zona Metropolitana de Monterrey y en municipios del  norte de Nuevo León

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que durante este mes y los próximos dos, Nuevo León tendrá pocas lluvias. El documento trimestral de perspectivas, en el que se detallan las precipitaciones mensuales,advierte que solo caerán pocos milímetros de agua en la entidad.

La dependencia pronosticó que habrá 8.2 milímetros de lluvias para el mes de marzo, estimación que se encuentra por debajo de la media normal, mientras que para abril se prevé la caída de 17 milímetros, una cantidad que no será suficiente para llenar las presas.

Pese a estas perspectivas, el consumo humano de agua no para, pues los ciudadanos usan hasta 16 mil litros por segundo diario.

El pronóstico de lluvias para mayo es de 58 milímetros. De marzo a abril la Conagua pronosticó un total de 83 milímetros de lluvias, los cuales servirían solamente para cuidar de las áreas verdes públicas. En los dos primeros meses se estima por debajo de la media del rango normal, mientras que en el último las lluvias podrían alcanzar la media normal.

Además, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México de Conagua, este mes, Nuevo León presenta en su territorio algún tipo de sequía, la cual afectará a la vida silvestre y a las áreas verdes en caso de continuar.

Un reporte publicado por esta dependencia federal señala que el 64 por ciento del territorio neoleonés presenta sequía moderada, un 29.1 por ciento está calificado como sequía severa y 4.4 por ciento de suelo en esta entidad tiene la categoría de sequía extrema.

En el mismo documento se informa que el 100 por ciento del territorio de Nuevo León está en sequía y que cuatro municipios rurales, ubicados en el norte de este estado, presentan sequía extrema (D3), tales como Anáhuac, Parás, Agualeguas y Vallecillo.

Por otra parte, 23 municipios presentan sequía severa (D2) y 24 tienen sequía moderada (D1). El año pasado, en fechas similares, solo 16 municipios tenían sequía. Este 2023 podría ser el segundo año consecutivo con pocas lluvias en la entidad.

“Particularmente, en Nuevo León surgió un área con sequía extrema (D3) y se incrementó la sequía de moderada a severa (D1 a D2). El impacto de los municipios rurales de la zona norte de Nuevo León sería en la ganadería y en la falta de agua para consumo humano.

Esta entidad ha tenido un invierno seco con temperaturas de hasta 37 grados centígrados. Estos dos primeros meses los promedios de lluvias estuvieron muy por debajo de la media histórica.

Las esperanzas se encuentran en que el fenómeno El Niño predomine en este año y traiga precipitaciones y en las predicciones del Atlas de Riesgo en el sentido de que cada 10 años llega un huracán en Nuevo León.

Sin embargo, lo más importante es que Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, a cargo de Juan Ignacio Barragán, está obligado a presentar un plan de contingencia inmediato para evitar que se agudice el desabasto de agua en las presas de Nuevo León.

Sin embargo, hasta el momento la empresa estatal no ha informado sobre las medidas que llevarán a cabo durante el verano de este año.

En peligro especies de vida silvestre

El biólogo Antonio Hernández consideró que la sequía se traduce en la falta de lluvias y que si las condiciones climatológicas no cambian en los próximos meses, se presentará un impacto negativo en las especies de vida silvestre de Nuevo León.

“Se tendría impacto en las actividades productivas, en este caso en la zona norte por la falta de agua para que tome el ganado y de manera secundaria, la falta de humedad tendría un impacto en la población de especies de vida silvestre.

“Sobre todo el venado cola blanca que puede disminuir su población, más allá de la cacería de esta especie, por la falta de alimento natural, o sea, si hay humedad hay alimento para la vida silvestre”, explica el experto.

La falta de lluvias genera una disminución en la disponibilidad de alimento para varias especies, entre ellas el venado cola blanca.

En municipios del norte de Nuevo León, zona considerada por la Comisión Nacional del Agua con sequía extrema, existen ranchos cinegéticos que tienen una importante población de este tipo de animales.

“También se tendría un impacto en los árboles de las áreas verdes de la ciudad”, explicó Hernández, algo que ya se nota en algunos parques, como el Rufino Tamayo.

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