PRONACES es un expediente digital de salud migrante creado por investigadoras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través del cual se pretenden involucrar al Gobierno del Estado para que lo oficialice como política pública.
Especialistas en el tema señalaron que con la llegada de los migrantes a Nuevo León y las enfermedades que los aquejan, poco a poco esto comienza a convertirse en un problema de salud pública.
Lo anterior fue dado a conocer durante la presentación de los “Resultados sobre el expediente digital de salud migrante, las buenas prácticas en la atención de la salud, las series cartográficas y el observatorio de migración”.
María Elena Ramos Tovar, investigadora de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano, dijo que se está atendiendo uno de los problemas más complejos con los que actualmente se trata como sociedad, que es atender al migrante desfavorecido que se encuentra en las peores condiciones, porque tienen problemas de salud, de casa, pobreza y de inseguridad.
“Ha sido un trabajo arduo y es importante convencer que el proyecto tiene una pertinencia para poder desarrollar y promover una política pública”, refirió Ramos Tovar.
¿En qué consiste el Expediente Digital de Salud Migrante?
El Expediente Digital de Salud Migrante (EDSM) es una herramienta tecnológica diseñada para proporcionar información sobre la atención médica (asistencia primaria de la salud) y salud psicosocial de las personas migrantes en su tránsito por el noreste de México (Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León) y la región del Valle de Texas.
Comenzó en 2022 con el financiamiento del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), pero los recursos económicos otorgados para este trabajo de investigación terminarán el próximo año y por ello la intención es que el Gobierno del Estado también se involucre en esta labor.
En el proyecto colaboran alrededor de 20 instituciones y organizaciones; el registro inició en julio de 2020 hasta noviembre de 2023 y se han recolectado más de 1 mil 810 expedientes médicos en las ciudades de Monterrey, Saltillo y Reynosa.
La edad promedio de las personas atendidas fue de 28 años. Sin embargo, un número importante de las personas que recibieron atención médica son menores de edad.
Durante la recolección de datos, uno de los retos a los que se enfrentaron los científicos de la UANL, es que los albergues o casas que reciben a los migrantes no cuentan con médicos permanentes.
“Es complicado conseguir médicos, porque los que están consolidados ya tienen su trabajo estable o sus propios consultorios y cuando buscamos apoyo de pasantes o de servicio social en el área de medicina, el Conahcyt nos pide como requisito su cédula profesional, no pueden ser pasantes”, puntualizó Ramos Tovar.
