En los actos oficiales que se realicen en la Ciudad de México ya no se verán más edecanes acompañando a los invitados a sus lugares, ofreciendo agua a los presentes o acomodando el estrado y asientos de quienes se presenten en ellos.
Por orden del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, la contratación de edecanes para eventos patrocinados por autoridades locales queda suspendida pues, a su parecer, “esta labor no debe existir”.
El anuncio ha generado una andanada de comentarios que celebran el avance en materia de equidad de género en la capital del país, sin embargo, hay algunos más que no ven con buenos ojos la iniciativa.
Para Héctor García, quien es promotor de una agencia de modelos y edecanes en la Ciudad de México, el trabajo que realizan las mujeres es digno y afirmó que la reputación de la industria se ha visto dañada por la figura de las llamadas “acompañantes”.
García señaló, entrevistado por la agencia Ap, que el anuncio que realizó el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ”afecta moralmente y estigmatiza a todas las edecanes de México”.
La moldeo y edecán Mariel Guerrero Castaño comparte el punto de vista del promotor y asegura que el problema es que “mezclan el trabajo de agencias serias con otras que manejan servicios de scorts o prostitución”.
En algunos anuncios publicados en internet para contratar edecanes se ofrecen sueldos que van de los 5 mil a los 30 mil pesos (de 260 a mil 500 dólares) mensuales, muy superiores al salario mínimo en México.
Para Indra Rubio, coordinadora del proyecto de justicia de género de Oxfam en México, la medida tomada por autoridades de la capital del país es un “pequeño pero muy importante paso” en un país “todavía machista”.
“Tenemos que cuestionar como sociedad: ¿Por qué el cuerpo de la mujer se ve como un objeto?”, dijo Rubio. “Esto posiciona a la mujer en un lugar siempre de desventaja, si su participación laboral está sujeta a su apariencia física”.
La activista ha pedido que la prohibición para que edecanes participen en eventos públicos debe ser retomada a nivel federal pues “el dinero de los contribuyentes debería gastarse en el empoderamiento de las mujeres y no en cosificarlas”.
EL PAPEL DE LA MUJER EN LA POLÍTICA EN MÉXICO
La medida impulsada por José Ramón Amieva forma parte de un plan mayor de empoderamiento de la mujer en la escena pública mexicana.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México se ha comprometido a que las mujeres conformen al menos el 50 por ciento de los participantes en los paneles de expertos, y tengan la palabra el mismo tiempo que los hombres.
En toda la ciudad, ha dicho, la indicación a los funcionarios es que promueven el desarrollo profesional de las empresas según su capacidad y experiencia, no por su apariencia.
A nivel federal es considerable el esfuerzo que se ha realizado para aumentar el número de mujeres en posiciones de liderazgo.
Casi la mitad de las bancadas de las cámaras de Diputados y Senadores estará conformada por mujeres. En la capital del país una mujer gobernará y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha escogido a mujeres para conformar al menos el 50 por ciento de su gabinete.
Olga Sánchez Cordeo, designada por López Obrador como próxima titular de la Secretaría de Gobernación, se ha comprometido a cambiar el “sistema patriarcal” para que los hombres hagan más labores hogareños y los niños tengan más derechos.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y recientemente la Secretaría de Salud fue blanco de críticas por organizar un debate sobre lactancia materna sin la presencia en el panel de mujeres.
En 2012 la modelo de Playboy Julia Orayen fue contratada por el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) para que apareciera en el debate de los entonces candidatos presidenciales, lo que generó una andanada de críticas al organismo encargado de organizar las elecciones en México.
En 2016, el Partido Nueva Alianza realizó una campaña publicitaria en el que aparecieron edecanes con pantalones blancos ajustados y con el torso desnudo, aunque cubierto con pintura de los colores del partido.
