El Programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), con el cual el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende otorgar una beca de 3 mil 600 pesos mensuales a 2.3 millones de mexicanos que no estudian ni trabajan para incorporarlos al mundo laboral, y otra de 2 mil 400 pesos al mes para que 300 mil alumnos de educación superior continúen estudiando no cuenta con el presupuesto suficiente.
De acuerdo con el estudio publicado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) el JCF requeriría de 99 mil 360 millones de pesos para cumplir con su objetivo. Sin embargo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) sólo cuenta con un presupuesto de 44 mil 320 mdp en el PEF 2019 para este propósito.
Además, el estudio revela que la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan que fueron contemplados es mucho menor a la real, la cual, según la ENIGH 2016 es de 5.2 millones.
El programa JCF tiene dos vertientes: el de la SEP que busca beneficiar a 300 mil estudiantes de educación superior y la operada por la STPS con el propósito de promover el fortalecimiento y adquisición de habilidades técnicas y socioemocionales para quienes no estudian y no trabajan.
Ante esto, el documento del CIEP indica que del presupuesto total asignado para el programa JCF, 40 mil mdp son para la STPS y 4 mil 320 mdp para la SEP, montos que representan el 92.4 por ciento del presupuesto total de la STPS y el 0.6 por ciento del presupuesto educativo para este año.
Otro asunto que podría convertirse en un problema para la aplicación de este programa y el cual destaca el CIEP es que hasta la fecha no cuenta con reglas de operación y la STPS es la única dependencia que ha dado a conocer los lineamientos, los cuales no se sabe si están homologados con los de la SEP ya que la secretaria responsable de la educación en el país no los ha hecho públicos.
Poner especial atención a las mujeres
A pesar de que el programa pretende atender a hombres y mujeres por igual, el estudio del CIEP explica que para que esto en verdad sea una realidad se requiere de la creación de medidas especiales para el género femenino, pues las condiciones a las que se enfrentan son más adversas que las de sus pares del sexo opuesto.
La ubicación geográfica también representa un factor fundamental a tomar en cuenta, pues no todos los estados cuentan con la misma cantidad de jóvenes que requieren de las becas.
Oaxaca, Tabasco y Veracruz son las entidades donde los hombres y mujeres jóvenes que no estudian y no trabajan representan una mayor proporción respecto a la población total de 18 a 29 años.
Mientras que el Estado de México, Veracruz y Ciudad de México, al ser los estados con mayor población de la República en términos absolutos, albergan el mayor número de jóvenes, tanto hombres como mujeres, que no estudian y no trabajan.
Sin embargo, entre los 32 estados hay un elemento común: las mujeres en esta condición son, al menos, tres veces más que los hombres, otra clara muestra de porqué se le debe poner mayor atención a este grupo poblacional.
“Dada la predominancia de mujeres en la población que no estudia y no trabaja, omitir una estrategia de género para el programa JCF podría generar que la población que demande la beca sea menor que la estimada. Gran parte de estas mujeres se dedican a realizar quehaceres del hogar y una estrategia para integrarlas al mercado laboral requeriría de un enfoque especial”.