Prisión de paso para la CNTE

La detención y posterior liberación de líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación por parte de las autoridades, ha sido una constante en el conflicto que mantiene el magisterio con el Estado.

Ya sea por delitos como robo, enriquecimiento ilícito o lavado de dinero, el camino de los líderes disidentes, primero hacia la prisión y luego haciendo el mismo camino de vuelta a las calles, siembra la sospecha del uso político de las instancias de procuración e impartición de justicia.

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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120,000
pesos pagó de fianza Francisco Villalobos Ricárdez
Entre octubre de 2015 y junio de este año, las autoridades ejecutaron órdenes de aprehensión en contra de ocho integrantes de la CNTE
Rubén Núñez Ginez y Francisco Villalobos Ricárdez, principales líderes de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca, salieron bajo fianza después de estar recluidos cerca de dos meses 

La detención y posterior liberación de líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación por parte de las autoridades, ha sido una constante en el conflicto que mantiene el magisterio con el Estado.

Ya sea por delitos como robo, enriquecimiento ilícito o lavado de dinero, el camino de los líderes disidentes, primero hacia la prisión y luego haciendo el mismo camino de vuelta a las calles, siembra la sospecha del uso político de las instancias de procuración e impartición de justicia.

El ejemplo más reciente, y el más contundente, fue la liberación de los principales líderes de la sección 22 de la Coordinadora en Oaxaca, Rubén Núñez Ginez y Francisco Villalobos Ricárdez, quienes salieron bajo fianza después de estar cerca de dos meses recluidos.

Sin embargo, esta situación no es nueva, desde el estallido del conflicto por la Reforma Educativa, dirigentes e integrantes del magisterio han sido detenidos por varios cargos, sin embargo, muchos de ellos han salido poco tiempo después.

En fechas recientes se reanudó el diálogo entre el Gobierno federal y el magisterio, lo cual significó un nuevo punto de inflexión en el conflicto, pues a partir de ese momento comenzaron la liberación gradual de docentes que habían sido detenidos entre octubre de 2015 y junio de este año, y que culmina ahora, con la salida de los número 1 y 2 de la sección 22.

Núñez y Villalobos habían sido trasladados un día antes, el jueves 11 de agosto, del Centro de Readaptación Social de Miahuatlán de Porfirio Díaz al Penal Estatal de Ixcotel en Oaxaca, y el viernes por la mañana serían liberados tras pagar una fianza de 70 mil y 120 mil pesos, respectivamente.

Los dirigentes aún enfrentan cargos pendientes tanto a nivel federal como en el Estado de Oaxaca, pero con esta resolución podrán seguir sus procesos en libertad.


A Núñez, Secretario General de la sección 22 de la CNTE en el estado de Oaxaca, quien fue aprehendido en junio en la Ciudad de México, se le acusa de beneficiarse con recursos del sindicato magisterial por un monto de alrededor de 24 millones de pesos, entre 2013 y 2015.

Villalobos Ricárdez, por su parte, enfrenta cargos de robo agravado por la sustracción violenta de libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública en una protesta en el 2015.

La aprehensión de dos de los líderes más visibles de la disidencia magisterial se dio en el marco de diversas protestas protagonizadas por la sección 22, que habían alcanzado su punto más álgido con bloqueos de carreteras y vialidades, así como quema de instalaciones.

En los últimos meses, el pulso entre las autoridades federales, principalmente la SEP y la SEGOB en contra de los docentes inconformes, había llegado a extremos peligrosos, y terminó en una tragedia en Nochixtlán, Oaxaca, con la muerte de nueve personas y más de 100 heridos.

Tras estos lamentables hechos, tanto el Gobierno federal como representantes de la CNTE se sentaron a dialogar, lo cual ya fue una primera concesión de ambas partes, principalmente de la SEGOB y su titular, Miguel Ángel Osorio Chong, quien encabeza las negociaciones por parte del gobierno, excluyendo al titular de la SEP, Aurelio Nuño.

Aunque el magisterio ha dejado claro que buscan la derogación total de la Reforma Educativa, hasta el momento las autoridades han sido inflexibles en ese sentido, por lo que se ha buscado la negociación de otros frentes para terminar con el conflicto.

Otras de las peticiones ha sido la liberación de lo que la CNTE llama “presos políticos”, y ahora, con la liberación de los dirigentes de la sección 22, pareciera que el gobierno empieza a dar ciertas concesiones en aras del restablecimiento de la normalidad.

A solo una semana del inicio del ciclo escolar, y con la amenaza de los docentes de boicotearlo en sus estados, la necesidad de alcanzar acuerdos es apremiante, y la salida de Núñez y Villalobos podría ser un mensaje de la disposición del gobierno a negociar.

Los ocho están fuera

Históricamente, la CNTE ha sido una organización que ha hecho de la protesta, el bloqueo y las manifestaciones masivas, su método preferido de presión a las autoridades para lograr prebendas o privilegios, y ahora, tras la promulgación de la Reforma Educativa, se ha intensificado.

El Gobierno por su parte, aunque ha negado el uso político de la justicia, así como la negociación de la liberación de los disidentes, parece estar siguiendo una táctica similar, usando la prisión y acusaciones penales pare presionar a la disidencia.

A principios de agosto, previo de la liberación de Núñez y Villalobos, dos dirigentes sectoriales de la CNTE fueron liberados también, se trata de Juan Carlos Orozco Matus y  Heriberto Magariño López.

Orozco se encontraba en el penal de Mihuatlán acusado de delitos de motín, daño en propiedad ajena y contra el consumo y riqueza nacional. Al momento de su aprehensión fue trasladado al penal del Altiplano, para posteriormente ser trasladado a Mihuatlán.

Heriberto Magariño fue arrestado en mayo de este año por miembros de la Policía Federal acusado de robo calificado, tentativa de homicidio, lesiones calificadas en contra de un particular, y robo de vehículos, y se encontraba recluido en el penal de Tehuantepec.

Entre octubre de 2015 y junio de este año, las autoridades ejecutaron órdenes de aprehensión en contra de ocho integrantes de la CNTE, Juan Carlos Orozco, Othón Nazariega, Efraín Picazo, Roberto Abel Jiménez, Aciel Sibaja, Heriberto Margariño, Francisco Villalobos y Rubén Núñez.

Hoy, todos ellos han salido de su reclusión, y en paralelo, el conflicto, podría estar cerca de su conclusión, temporalmente.

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