El primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estuvo marcado por acciones que definirán el rumbo del país en los próximos cinco años.
Respaldado por más de 30 millones de votos en las urnas, el tabasqueño asumió la presidencia del país con la promesa de no fallarle a sus seguidores y atender los problemas que más aquejan a la sociedad mexicana.
En esta primera etapa, el mandatario sentó algunos de los cimientos de su proyecto de nación, impulsando políticas como la austeridad en el ejercicio de la administración pública, el combate a la corrupción, los programas sociales y un cambio en la estrategia para enfrentar la inseguridad.
Estas acciones han motivado la crítica de la oposición, que ha sido férrea en decisiones como la cancelación del Nuevo Aeropuerto en Texcoco, en la elevada entrega de recursos para el rescate de Pemex, en la construcción de megaproyectos como la Refinería de Dos Bocas, con las irregularidades en los servicios de salud y la amplia suma de dinero que se destinará a programas como Jóvenes Construyendo el Futuro o la pensión para adultos mayores.
Bajo este contexto, el discurso del gobierno de la Cuarta Transformación se ha caracterizado por los contrastes: por un lado, se defiende el derecho a disentir; y por otro, es enérgico con la crítica e inflexible con la oposición, a la que ha calificado como “moralmente derrotada”.
Si bien el esquema de apego a los principios básicos de la nueva agenda (combate a la corrupción, austeridad y apoyo a los sectores desprotegidos) favoreció la imagen presidencial, presentó fallas en la comunicación generada en momentos de crisis.
El ejemplo más claro se dio el pasado 17 de octubre en el estado de Sinaloa, en donde el Gobierno federal no admitió crítica sobre la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” en la ciudad de Culiacán.
Una estrategia de seguridad en donde el silencio, las equivocaciones y las diferentes versiones del relato oficial evidenciaron algunos de los puntos ciegos en la administración de AMLO.
Seguridad, la deuda de AMLO
Desde su toma de protesta en la plancha del Zócalo de la capital, AMLO dejó entrever las tres apuestas más fuertes para la pacificación del país: programas de asistencia para brindar alternativas de vida frente al fenómeno de la delincuencia, una política de amnistía en apego al principio de “no más guerra contra el narco” y la creación de la Guardia Nacional.
Sin embargo, estos ejes que marcan gran parte de la estrategia de seguridad no rindieron los resultados esperados en el primer año de la 4T debido a que en el país los homicidios dolosos se incrementaron, e incluso este año se perfila para ser el más violento desde que la autoridad elabora el registro de la incidencia delictiva.
De enero a octubre se cometieron 28 mil 741 asesinatos en todo el territorio nacional, lo que implica un incremento del 2 por ciento con respecto al mismo periodo del 2018, pues los multihomicidios por revanchas de grupos del crimen organizado o por víctimas del fuego cruzado ocurrieron de manera frecuente en el país.
Además de las ejecuciones, también se elevaron los feminicidios y secuestros en un 12 y 9 por ciento, respectivamente.
Ante los cuestionamientos sobre la inseguridad que impera en el país y que no para de crecer, el presidente AMLO ha culpado a los gobiernos anteriores por sus estrategias implementadas, asegurando que la crisis que se vive actualmente derivó de combatir la violencia con más violencia.
“Entre 2006 y 2018, los gobernantes pretendieron resolver la inseguridad y la violencia delictiva mediante acciones de fuerza militar y policial. El resultado fue catastrófico y esa estrategia dejó un saldo pavoroso de muertos, desaparecidos, lesionados y una crisis de derechos humanos, una descomposición institucional sin precedentes y un gravísimo daño al tejido social, declaró AMLO.
Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, afirma que el Gobierno federal se encuentra generando capacidades institucionales para enfrentar problemáticas como la desaparición de personas, el combate a la violencia intrafamiliar y contra las mujeres.
“No andamos con dobleces ni tratando de esconder problemas y su magnitud, creo que un primer paso muy importante es reconocer que lamentablemente nuestro país atraviesa por una crisis humanitaria”, afirma Encinas en entrevista.
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AMLO Mantiene popularidad
Un año pasó y el desgaste natural del nuevo régimen impactó en diversos sectores, no obstante, la imagen del primer mandatario nacional se mantiene con un alto porcentaje de aprobación.
En este sentido la agencia PQR Planning Quant, registró una disminución de 13 puntos, de agosto a diciembre de 2019 en la figura presidencial. Una pérdida que deja a AMLO con un 62 por ciento de aprobación de acuerdo con sus mediciones.
Constancia matutina de AMLO
El impulso a la imagen del presidente se debe en gran medida a las conferencias matutinas diarias que brinda desde Palacio Nacional.
Un análisis de SPIN Taller de Comunicación Política reveló que el presidente AMLO durante su primer año de gobierno encabezó 252 conferencias mañaneras, con una duración de 95 minutos en promedio cada una.
El estudio del discurso reveló que la palabra “corrupción” es mencionada al menos 10 ocasiones durante los mensajes diarios del mandatario; le sigue “pueblo” o “pueblo bueno”; después “Pemex”; “conservadores” y “neoliberales”; “Guardia Nacional” y en sexto lugar “imagínense”.
De acuerdo con el documento de SPIN, el contenido de las mañaneras ocupó el 8 por ciento de las notas principales de los medios de comunicación impresos del país. Datos que revelan la importancia de este espacio para el posicionamiento de temas en la agenda nacional.
Jesús Ramírez Cuevas, Coordinador de Comunicación Social y vocero del Gobierno de la República, ha asegurado que aunque no se cuenta con un estudio de raiting de las conferencias matutinas, estas son seguidas por entre tres y cinco millones de personas a través de las diversas plataformas de transmisión.
Prensa fifí
La mañanera, una de las herramientas predilectas del presidente AMLO para su gestión, también se ha prestado para ser un espacio de confrontación contra la prensa nacional.
El primer mandatario ha dedicado gran parte de este espacio para encarar a los periodistas que cuestionan con firmeza las acciones del gobierno, calificándolos como “prensa fifí”.
A la par de las descalificaciones, la violencia contra los integrantes de los medios de comunicación sigue siendo una problemática latente a escala nacional.
Artículo 19 documentó de diciembre de 2018 a la fecha 11 asesinatos contra periodistas relacionados con su labor informativa y más de 287 agresiones contra comunicadores durante los primeros siete meses.
Ana Cristina Ruelas, directora regional de la Oficina para México y Centroamérica de Artículo 19, advierte que esta violencia deriva de los altos niveles de impunidad que siguen permaneciendo contra estas acciones que es del 99.13 por ciento.
“Esto provoca altos niveles de autocensura porque el periodista sabe que vive en un contexto violento en donde el periodismo se encuentra en riesgo”, expone la especialista.
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Enfriamiento económico
Durante los primeros 365 días de gobierno la economía ha pasado por una prueba de fuego. Aun con todos los pronósticos en contra de organismos nacionales e internacionales, la Cuarta Transformación mantiene la firme convicción de que alcanzará la meta deseada del 4 por ciento anual de crecimiento.
Sin embargo, durante los primeros nueve meses de 2019, la variación anual del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 0.0 por ciento.
Analistas privados consultados por el Banco de México (Banxico) coinciden en que el estancamiento refleja la desaceleración de las exportaciones, la debilidad del consumo privado y el desempeño desfavorable que ha mantenido la inversión.
De cara al 2020, las estimaciones también han sido ajustadas a la baja por el banco central dirigido por Alejandro Díaz de León, de un intervalo de entre 1.5 y 2.5 a 0.8 y 1.8 por ciento, en tanto que el Fondo Monetario Internacional aún mantiene un optimismo moderado para el siguiente año con una proyección de 1.3 por ciento
Carlos López Jones, director de Tendencias Económicas y Financieras, considera que la actual situación de la economía se relaciona con factores externos, pero la gran mayoría de ellos son consecuencia de las decisiones del gobierno.
Una piedra en el zapato para AMLO en Palacio Nacional son las finanzas de Pemex, cuyos números no ha logrado sanar.
Al cierre del tercer trimestre, la petrolera dirigida por Octavio Romero reportó una pérdida neta de 87 mil 858 millones de pesos, de acuerdo con datos de la misma empresa.
En el periodo comprendido entre julio y septiembre de este año las ventas de Pemex cayeron 29.2 por ciento en contraste con el mismo trimestre del año pasado. Esto fue consecuencia de una disminución de 19.6 por ciento en sus ventas nacionales y 21.9 por ciento de las externas.
Una de las medidas que más se cuestionó fue la cancelación de las subastas eléctricas y las modificaciones en los lineamientos para Certificados de Energía Limpia (CELs), pues se teme que México no pueda alcanzar sus metas de generación renovable en los próximos cinco años.
Puntos a favor
A pesar de lo cuestionadas que han sido las decisiones en materia económica antes y después de la salida de Carlos Urzúa de la Secretaría de Hacienda, la Cuarta Transformación también tiene varios aciertos.
Se logró dar la vuelta a la página en el conflicto con la cúpula empresarial y la muestra fue el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, en el que los empresarios desembolsarán 859 mil millones de pesos durante este sexenio.
Otro punto a destacar es que el peso mexicano ha ganado más de 6 por ciento frente al dólar. La moneda cerró noviembre en 19.61 pesos por dólar, con un avance de 1.2 por ciento.
La inflación también es un indicador de que la economía puede mejorar en el mediano plazo. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 3.02 por ciento a finales de octubre, nivel que se mantiene dentro de la meta de Banxico ubicándose como uno de los mejores rangos en los últimos sexenios.
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Posturas encontradas
Algunas de las principales figuras de partidos políticos como Acción Nacional, PRI y PRD, cuestionan el primer año de gestión de Morena.
“También pasamos de mal a peor en materia económica, el año pasado México creció al 2 por ciento y hoy ya estamos en recesión, vamos a tener decrecimiento”, opina Marko Cortés, presidente nacional del PAN.
Para Damián Zepeda, coordinador del blanquiazul en el Senado, AMLO fue un excelente candidato presidencial, pero asegura que como presidente su desempeño ha sido “pésimo”.
“Es momento de corregir rumbo con datos objetivos; lo más positivo que se puede ver de este gobierno es la esperanza que generó de cambio y eso es bueno, pero sin que el presidente quiera dar piruetas”, comenta Zepeda.
Miguel Ángel Mancera, líder de la bancada del PRD en la Cámara alta, considera que a un año de la administración federal morenista el tema del crecimiento económico debe atenderse generando certidumbre a las inversiones.
La diputada priista Dulce María Sauri manifiesta que el nulo crecimiento económico, el desempleo y la violencia desatada en el país es algo que mancha la gestión de este gobierno.
“Considero que como parte de esta visión unipersonal, en su voluntad, en sus deseos, el presidente de la República tiene elementos para celebrar porque ha logrado, hasta el momento, pasar por encima de las instituciones, hacer que impere su voluntad y, en eso, él es el único que tiene algo que festejar”, expresa la legisladora tricolor.
Tiempo de celebrar
En contraste con los señalamientos de los partidos opositores a Morena, los líderes guinda en las Cámaras, Ricardo Monreal y Mario Delgado, consideran que en este primer año de gobierno de la 4T hay muchos motivos para celebrar.
Mario Delgado, líder de Morena en San Lázaro, expresa que en este primer año algunos de los motivos para celebrar son los avances en el combate a la corrupción y afirma que los fundamentos de la macroeconomía van bien, optimismo que no es compartido por legisladores de oposición.
“La corrupción ya es delito grave, en la Constitución tenemos una Ley de Extinción de Dominio que va a permitir quitarle a los corruptos lo que se hayan robado; tenemos ahora la Guardia Nacional; se echó para abajo la reforma educativa, además, tenemos una reforma laboral histórica”, asevera Delgado Carrillo.