El sector ganadero podría ser uno de los más golpeados si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) termina cancelándose o modificándose en perjuicio de México.
Un análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable de la Cámara de Diputados señala que el desarrollo del sector fue catapultado a partir de la entrada en vigor del TLCAN, en 1994, por lo que un cambio en la política comercial pegará de lleno.
“Hoy, las exportaciones de carne de bovino al mercado estadounidense ingresan libres de arancel; sin embargo, sin el TLCAN se tendría que pagar un arancel de ‘nación más favorecida’.
“Por ejemplo, si se vende el cárnico fresco, refrigerado o congelado al vecino país, el impuesto podría ser de 26.40 por ciento, que es el específicado para algunas de las fracciones arancelarias, mientras que con el Tratado es del cero por ciento”, sostiene el Centro.
Antes de la entrada en vigor del TLCAN, Estados Unidos importó de México alrededor de 2.7 millones de dólares en carne de bovino, mientras que en 2016 fue de más de mil millones de dólares; esto significa un incremento de más del 37 mil por ciento.
Las exportaciones mexicanas de bovino, sea de carne o ganado en pie, fueron de alrededor de mil 100 millones de dólares en 2016; de ellos, el 93 por ciento fueron enviados a Estados Unidos. El segundo destino de la carne mexicana es Japón, que recibió un lejano 4 por ciento de las exportaciones mexicanas. El 99 por ciento de las exportaciones de ganado en pie son enviadas al país del norte.
Por ello, un cambio en el TLCAN pegará directamente a todo el sector ganadero y cárnico del país.
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