Enrique Peña Nieto reveló sus “dos ases bajo la manga” para Nuevo León durante su primera visita como presidente de México: la construcción de la Línea 3 del Metro y del proyecto hidráulico Monterrey VI.
Durante su breve paso por la entidad, el mandatario precisó que Monterrey VI tendrá una longitud de 520 kilómetros y una inversión de casi 14 mil millones de pesos.
El acueducto tiene el objetivo de abastecer de agua a la zona metropolitana de Monterrey para los próximo 50 años y atravesará los estados de Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz.
El presidente dijo que ante los crecientes problemas de movilidad urbana en la región también se trazará la Línea 3 del Metro.
“Sin duda empiezan a apreciarse las complicaciones del transporte y de las comunicaciones, por eso tiene que modernizar su infraestructura en materia de transporte masivo”, comentó Peña Nieto.
El Gobierno del Estado confirmó la tarde de ayer que el destino de la obra será Apodaca, con una extensión de 7.5 kilómetros de longitud y un costo de 5 mil 692 millones.
El proyecto arrancará en la estación Barrio Antiguo, sobre Padre Mier, y concluirá aproximadamente en 30 meses con tres rutas de TransMetro que circularán por las avenidas López Mateos, Diego Díaz de Berlanga y Rómulo Garza.
El secretario de Desarrollo Sustentable Fernando Gutiérez anunció que arrancará en el segundo semestre de 2013, y que los estudios topográficos y de resistencia del suelo ya arrancaron.
Peña Nieto anunció la obra en la inauguración de cinco nuevos centros en el Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT) de Apodaca, con una inversión de 38 millones de dólares.
Ante miembros de la comunidad científica, políticos y funcionarios federales y locales, el gobernador Rodrigo Medina calificó el apoyo del presidente hacia ambos proyectos como un “gesto de enorme generosidad”.
El presidente giró instrucciones al secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y al director de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld Federman, para que “de inmediato” se inicien las obras.
“Son proyectos que llevarán varios meses de construcción, pero que vamos a concretar y a llevar a cabo”, aseguró.
El mandatario también aprovechó el auditorio para respaldar su apoyo a Nuevo León, asolado en los últimos años por la “nube negra” de la inseguridad.
“Pareciera que en los últimos tiempos hubiese tenido una nube negra que los hubiese asolado o que los hubiese marcado y que les hubiera bajado ánimo y moral.
“No puede el clima de inseguridad que se acentuó y que hoy se está revirtiendo, ser lo que proyecta Nuevo León. Tiene muchos motivos para sentirse orgulloso”.
Agregó que eligió a la entidad para arrancar sus giras porque existe una imagen distorsionada de Nuevo León.
“Ha presentado en los últimos tiempos problemas y una imagen distorsionada del enorme potencial que tiene esta tierra, el enorme ejemplo en el que se constituye para varias otras entidades del país”.
Y se comprometió a que el gobierno a su cargo mantendrá una coordinación estrecha con las autoridades locales en materia de seguridad, sin importar su afiliación partidista.
“El gobierno de la República estará actuando de manera permanente en estrecha coordinación con todas las autoridades constituidas, con el gobierno estatal, con su gobernador, con los presidentes municipales”.
Tras finalizar el evento y de permanecer alrededor de cuatro horas en la entidad, Peña Nieto se enfiló con su aparato de seguridad al Aeropuerto Internacional Mariano Escobedo.
A las 14:40 horas abordó la aeronave presidencial y partió a la Ciudad de México.