Las acciones en contra de la población civil, y otro grupos delictivos, que el crimen organizado realiza recibieron el calificativo de ‘narcoterrorismo’ por el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, sin embargo, usar éste término podría tener consecuencias directas en la soberanía de México.
Tras una noche de narcobloqueos en el municipio Nuevo Laredo Cabeza de Vaca llamó al Gobierno Federal a enfrentar a los ‘verdaderos enemigos’ usando todos los instrumentos que tenga a la mano el Estado.
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Ante los dichos del gobernador de Tamaulipas la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que el terrorismo, de cualquier tipo, no existe en México.
La secretaria de Gobernación, @M_OlgaSCordero, rechazó que exista narcoterrorismo, tal como lo dijo el gobernador de Tamaulipas y destacó que el presidente mande una terna integrada por mujeres para elegir al futuro ministrohttps://t.co/RKIXRpB3Wg pic.twitter.com/omI3Rb3J2s
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) November 21, 2019
La funcionaria afirmó que las estrategias de seguridad que el Gobierno Federal puso en marcha ‘son todo terreno’ y que tendrán que ir a todos los municipios para actuar de manera directa.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, también se pronunció en contra del término usado por Cabeza de Vaca, además de reiterar que encabeza la estrategia de seguridad del país.
Las consecuencias de que México sea terrorista
El uso del término terrorismo, aunque se acompañe de un prefijo, implica que en el país se vive una forma violenta de lucha con la que se pretende establecer otro orden a través de acciones que afecten a la población civil.
Países como Estados Unidos podrían intervenir el territorio nacional con el objetivo de combatir el probable terrorismo del que México es víctima, en caso de incluirla en su lista de estados en los que existen este tipo de actividades delictivas.
En su Ley Contra el Terrorismo la nación norteamericana prevé operar militarmente en los países en los que existan células terroristas.
En su capítulo ‘Disposiciones dirigidas contra estados designados patrocinadores del terrorismo’ se especifican las acciones que este gobierno podría emprender en contra de los estados comprendidos en la lista de terroristas.
La Sección 221 de dicha ley establece que “el presidente debe recurrir a todos los medios necesarios, incluidas las actividades encubiertas y la fuerza militar, para obstaculizar, desmantelar y destruir la infraestructura internacional utilizada por los terroristas internacionales, incluidos refugios y las instalaciones de entrenamiento de terroristas en el extranjero.