El Resumen Ejecutivo de la Manifestación de Impacto Ambiental para la construcción de la Presa Libertad revela que estará ubicada en una zona con vestigios arqueológicos de la región citrícola de Nuevo León.
Este documento en poder de Reporte Índigo, que fue entregado por el Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para su estudio, advierte que existen siete sitios donde se ubican vestigios arqueológicos.
El más cercano está a una distancia aproximada de medio kilómetro y el más lejano dentro de un margen de distancia de 3.5 kilómetros de los sitios del proyecto. Se trata de arreglos de material pétreo de tamaño pequeño que posiblemente sirvieron de base o cimentación para edificaciones prehispánicas probablemente de la rama chichimeca, cuyos pobladores fueron particularmente conocidos como Gualagüises.
“Partiendo de la base que en las cercanías de los sitios del proyecto se han identificado sitios de interés arqueológico, resulta esencial considerar los ordenamientos de la Ley Federal de Monumentos Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, con objeto de que las obras y actividades a realizar no provoquen algún impacto o daño en los vestigios arqueológicos de la región”, menciona el ejemplar.
“Existe una vinculación, aunque sea indirecta, con el proyecto, ya que existe la posibilidad de que personal de las empresas constructoras de manera intencionada o no, interactúen en la zona arqueológica aledaña a la presa”, dice el documento.
El documento refiere que además personal de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey asignado al proyecto, como el personal de las constructoras deberán tener conocimiento sobre la existencia de los vestigios arqueológicos existentes a fin de tomar las medidas preventivas y tendrían que obtener el visto bueno de obra en áreas de monumentos arqueológicos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, entre otras autoridades.
La Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y los demás institutos culturales del país, en coordinación con las autoridades estatales, municipales y los particulares, deben fomentar el respeto a los monumentos.
“Para ello se deberá solicitar la orientación a las autoridades pertinentes, ya que sobre el particular se podría hacer necesario realizar el trámite, visto bueno de obra en áreas de monumentos arqueológicos”, dice el proyecto.
La Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos establece que tienen que conservarse estos espacios.
“El Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, de acuerdo con lo que establezca el reglamento de esta Ley, organizarán o autorizarán asociaciones civiles, juntas vecinales y uniones de campesinos como órganos auxiliares para impedir el saqueo arqueológico y preservar el patrimonio cultural de la Nación. Además, se establecerán museos regionales”, dice el artículo 2.
Diputados del Congreso local podrían aprobar una deuda por 2 mil 500 millones de pesos para la construcción de este embalse. La discusión está programada para el 25 de junio en un periodo extraordinario.
Reporte Índigo adelantó que Agua y Drenaje de Monterrey pretende contratar asesorías independientes, conocidas como “broker” para adquirir la deuda por 2 mil 500 millones de pesos.
Libertad en fallas geológicas
La construcción de la Presa Libertad, el legado que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón dejaría, está a 35 kilómetros de una falla geológica, lo que favorece a posibles eventos sísmicos en la zona y podría generar un riesgo para el embalse.
Fuentes del Congreso local facilitaron imágenes de satélite del Atlas Nacional de Riesgo, del cual Reporte Índigo tiene una copia. Éstas fueron obtenidas a través de las coordenadas del Río Potosí, que cruza por donde se construirá el proyecto.
Esta presa estaría ubicada entre los municipios de Montemorelos y Linares, en la zona citrícola, región que es susceptible a posibles eventos sísmicos. Por ejemplo, en febrero de este año el municipio de Montermorelos fue el escenario de un sismo de 3.6 grados en escala de Richter, que también se percibió en Allende. Cuatro meses después, en mayo, ocurrió otro movimiento telúrico de 4.2 grados.
Además, el Atlas Nacional de Riesgo revela que la Presa Libertad estará ubicada en una zona de deslizamiento de laderas, que podría ocasionar derrumbes de rocas en la zona y suelo, advertencia ignorada por el Gobierno del Estado.
La disputa por el agua
El proyecto de construcción de la Presa Libertad vendría a competir por la captación del recurso natural a miles de familias de comunidades cercanas al proyecto, que cuentan con pozos de agua del acuífero Citrícola Sur.
Una imagen de satélite del Altas Nacional de Riesgo revela que existen mil 490 pozos de agua en la región, que surten a las familias de comunidades que están alrededor de la zona donde se construirá el embalse.
Fuentes del Congreso local que facilitaron las imágenes de satélite refieren que muchos pobladores se verán afectados, por lo que se tendría que hacer un análisis de la factibilidad de la Presa Libertad.