El proyecto de la Presa Libertad podría desatar una disputa entre ejidatarios y el gobierno estatal por 50 millones de metros cúbicos de agua del acuífero subterráneo Citrícola Sur.
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La presa será construida con recursos federales y estatales y ya se autorizaron 5 mil millones de pesos para su edificación.
En esta zona existen mil 490 concesiones para extracción de agua subterránea que están en este acuífero, propiedad de los ejidatarios. Pero la Presa Libertad expropiará 50 millones de metros cúbicos, lo que ocasionaría que los pozos de los ejidatarios sufran una disminución de los niveles de agua.
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El biólogo Antonio Hernández, quien está analizando las posibles afectaciones que pudiera traer el proyecto de la Presa Libertad, dice que los pobladores de la zona pueden resultar afectados.
“Lo que he visto es que la presa elevará la extracción del agua del acuífero y, en consecuencia, podría afectar a los ejidatarios en el sentido de que sus pozos podrían experimentar una disminución del agua disponible”, explicó el especialista.
Hernández informa que los ejidos con posibilidad de ser afectados se encuentran debajo de la Presa Libertad y pertenecen a los municipios de Linares, General Terán y China de Nuevo León. Se trata de El Canelo, El Carmen de los Elizondo, Dolores y San Julián, San Pedro de Escobedo, Buenavista, San Jacinto, Santa Rosa, Mederos, La Pamona, San Juan de Vaquería, La Berreta y Francisco I. Madero.
Además, Reporte Índigo adelantó que el Resumen Ejecutivo de la Manifestación de Impacto Ambiental para la construcción de la Presa Libertad revela que estará ubicada en una zona con vestigios arqueológicos de la región citrícola de Nuevo León.
Incluso, el documento refiere que el personal de las constructoras deberá tener conocimiento sobre la existencia de los vestigios arqueológicos existentes a fin de tomar las medidas preventivas y tendría que obtener el visto bueno de obra en áreas de monumentos arqueológicos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otras autoridades.
¿Y los proyectos estratégicos de la presa libertad?
El Plan Hídrico Nuevo León 2050 establece que, con objetivo de garantizar el abastecimiento de agua en este estado, primero se deben realizar tres proyectos estratégicos, antes de construir la Presa Libertad.
Se requiere recuperar el agua no contabilizada, es decir, la que se pierde por fugas y el inadecuado manejo de la red de distribución y el programa de conservación.
Estos proyectos tendrían que empezarse en el año 2020, según refiere el Plan Hídrico, que fue realizado por el Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey (FAMM) a petición del gobernador Jaime Rodríguez Calderón y autorizado por Conagua.
“Requeríamos de este documento para avanzar en el tema de la concesión y de la terminación del órgano que tiene que ver la protección y el consumo del agua, que es la Conagua”, refirió el gobernador el pasado 8 de diciembre 2017.
El plan de conservación del agua, según el documento, costará 469 millones de pesos. Con esa inversión se mantendría la vialidad de las fuentes de agua vigentes para la Zona Metropolitana.
Esta tarea la debería realizar el Sistema de Agua y Drenaje de Monterrey, que prefirió endeudarse para construir la Presa Libertad. Este organismo contará con 2 mil 500 millones de pesos para la edificación, monto que fue aprobado por los diputados del Congreso local.
Río Potosí ¿una alternativa?
La versión de que el embalse sería llenado a través del Río Potosí depende de las lluvias para que el agua baje de la Sierra Madre Oriental al lecho. Sólo hasta después pasaría a la presa.
Las descargas sanitarias de la engorda Desarrollo Engordas Estabuladas afectarían la calidad del agua del Río Potosí, por lo que se tendría que realizar algún proyecto para evitar esta problemática.
En una gráfica en poder de Reporte Índigo se aprecia que el desagüe de esta engorda conecta por varías vías con el lecho, y continúa su cauce natural por donde estaría ubicada la presa, hasta llegar al sitio en el que estaría la cortina.
Incluso, al circular por la zona, en la carretera Nacional con dirección al municipio de Linares, se siente un mal olor por las descargas de la engorda, que se agudiza aún más cuando llueve. Los pobladores aledaños han tenido que enfrentar esta problemática durante muchos años y ahora podría agravarse.
