Este año se esperan cuatro ondas de calor en la Megalópolis: una en marzo, una en abril y dos en mayo. Así lo informó la Coordinadora General del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Alejandra Méndez. Este fenómeno de calor inusual se vivió de manera similar en 2022.
La información se dio a conocer durante el “Taller de divulgación sobre islas y ondas de calor, incendios y calidad del aire”. Fue organizado por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
Recordemos que la Megalópolis se integra por la Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Morelos, Querétaro y Tlaxcala.
Según dijo la funcionaria, las ondas de calor provocan problemas de salud pública, descomposición de alimentos, aumento en la contaminación del aire, así como contingencias atmosféricas e incendios forestales.
Asimismo, Méndez indicó que en la parte sur de la Megalópolis se esperan temperaturas de hasta 35 grados Celsius, mientras que en la parte norte se prevén de alrededor de 30.
Durante el taller señalaron que el calor, así como contaminantes (ozono, partículas PM10 o PM2.5, entre otros) provocan gran parte de las enfermedades respiratorias.
#Comunicado Para 2023 se prevén 4 #OndasDeCalor en la #Megalópolis. Más información en https://t.co/rmGQaw89LJ pic.twitter.com/nCFg3PBsIR
— CONAGUA Clima (@conagua_clima) February 16, 2023
¿Qué provoca las ondas de calor?
También durante el taller, Paulina Ordoñez, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que las ondas de calor tienen un origen relacionado con sistemas de alta presión. Estos sistemas son reforzados cuando se presentan sequías previas.
En este sentido, la investigadora indicó que en las ciudades de Tabasco, Tijuana, Monterrey y Ciudad de México se han presentado ondas de calor debido a que abundan superficies oscuras. Los colores oscuros (como el del abundante pavimento) absorben el calor que llega del Sol.
Asimismo, añadió que actualmente existen estudios sobre ondas de calor marinas, que podrían tener cierta influencia en las ondas de calor atmosféricas.