En un sólo día, el Partido de la Revolución Democrática perdió el poder que había mantenido durante 21 años en la Ciudad de México. En la próxima administración, el Sol Azteca llegará al que fue su bastión sin la Jefatura de Gobierno, con sólo dos alcaldías de 16 y siendo minoría en el Congreso local que acostumbraba a dominar.
Desde 1997, el PRD había mantenido el cargo del ejecutivo de la capital y la mayoría de las delegaciones, pero esa hegemonía cambió el pasado 1 de julio. De las 6 delegaciones que obtuvo en los comicios del 2015, en las elecciones pasadas sólo logró retener 4 en alianza con el Partido Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, de los que sólo Coyoacán y Venustiano Carranza serán gobernadas por perredistas.
2 de las 16
Mientras que en el Congreso local, la ola guinda también logró desdibujar al partido amarillo, al quedarse con 38 de los 66 legisladores, mientras que el PRD tuvo sólo 6. Situación que provocó que representantes de los diversos partidos se inconformaran con el reparto aprobado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
Con este panorama sombrío a nivel local, entre los desafíos del PRD para sobrevivir en la capital está reorganizarse y posicionarse como el contrapeso de Morena en la capital, así como definir su coalición con el Acción Nacional y Movimiento Ciudadano.
Raúl Flores, presidente del PRD capitalino, ha reconocido que que la derrota del Sol Azteca se debió a varios factores como el efecto López Obrador, el voto de castigo al gobierno actual y la división de la izquierda
En entrevista con Reporte Índigo, el dirigente señala que la reorganización es un tema que está pendiente y ante las dudas de que si el partido debe de cambiar de nombre, de emblemas o de documentos básicos, dice que debe ser motivo de una reflexión más amplia por parte de las dirigencias del partido en conjunto.
“No sería mía como dirigente decir a dónde tiene que ir el partido, yo tengo una idea, sí creo que el partido debe mantenerse efectivamente con un principio de oposición al presidencialismo, de luchar por un mayor equilibrio por los poderes federales y locales”
“Sin embargo, eso ya lo tendrá que definir el partido en conjunto y sin duda también será una oposición con responsabilidad que ejerza también la crítica, que podamos también fomentar la educación política”, agrega Flores.
El presidente del PRD en la CDMX dice que el proceso de relevo de la presidencia en la capital está preparado para que sea ordenado y no haya ningún desgaste, y así asegurar una salud en materia de vida partidaria interna.
El Sol Azteca será vigilante
Raúl Flores señala que su partido será vigilante del nuevo gobierno para que éste cumpla todo lo que prometió, pero también será propositivo ante los problemas a los que se enfrenta en la capital, sobre todo con la descentralización de las Secretarías de estado.
Sobre este último punto, dijo que con el cambio de las dependencias federales no se augura un buen futuro para la ciudad, pues perdería el recurso de la capitalidad.
21
“Hoy Morena tiene que estar a la altura de esa expectativa y nosotros como oposición estar vigilantes de que todo eso se realice efectivamente todo lo que se había planteado que son grandes retos y en un contexto muy difícil para la ciudadanía”, dice.
El dirigente señala que el PRD que estará también al tanto del cumplimiento de las políticas de cero corrupción y de cero impunidad de Morena.
Flores indica que uno de los desafíos que tiene el Partido de la Revolución Democrática en el Congreso local, -una vez que éste quede integrado ante las inconformidades presentadas por los partidos que tuvieron minoría-, será el tema de la agenda, la cual aún no está definida.
Sobre el futuro de la alianza formada con el PAN y MC, el dirigente dice que aún siguen unidos.
“Nosotros seguimos todavía con el convenio de coalición vigente, finalmente el proceso electoral no ha terminado en términos jurídicos respecto a las impugnaciones, seguimos actuando como Frente, yo sigo en contacto con los liderazgos tanto del Movimiento Ciudadano como del PAN”, explica.
La reorganización del partido debe ir más allá de un cambio de nombre o emblema, según Raúl Flores
“En defensa de los propios gobiernos que se ganaron, en fin, y ahí nosotros vamos a seguir esta dinámica de poder generar condiciones para el Frente, ya desde la definición nacional vendrán otras definiciones, pero por lo pronto el Frente sigue vigente”, agrega.
Le pega en lo nacional
El Partido de la Revolución Democrática no sólo quedó disminuido en la Ciudad de México, sino que tras las elecciones del 1 de julio se perfila para perder el registro en 10 estados del país (Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas).
Mientras que de las 4 gubernaturas que tenía bajo su mando, el partido del Sol Azteca sólo logró conservar Michoacán, cuyo gobernador Silvano Aureoles apoyó al candidato priista, pues la CDMX, Morelos y Tabasco le fueron arrebatadas por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Con los resultados electorales de los últimos comicios, el PRD quedó desplazado como cuarta fuerza política, después del PAN y del PRI al obtener poco más del 5 por ciento de votos. Además, en el Congreso local tampoco tendrá fuerza, pues contará con 21 diputados y 8 senadores.
A pesar de quedar reducido a una mínima parte de lo que llegó a ser, el PRD nacional asegura que defenderá las causas de la gente y será una oposición de izquierda progresista, inteligente y propositiva.
“El PRD también tiene una agenda sobre el tema de la inseguridad y que estamos listos para el debate, para las propuestas y que en este país va a haber una oposición constructiva, una oposición inteligente y responsable, una izquierda democrática y progresista”, dijo Manuel Granados Covarrubias, el presidente nacional del partido el pasado martes 17 de julio en conferencia de prensa.
