En los últimas días se han registrado diversas aberturas y grietas en el suelo de la Ciudad de México.
Esto se debe a que la capital del país se hunde de forma acelerada e irregular creando fracturas en la superficie.
Algunos sitios, tienen una velocidad de hundimiento de 40 centímetros por año, mientras que en otros, el ritmo baja a 20 centímetros por año.
Estas grietas, que se forman desde el subsuelo afloran, llegan a la superficie y destruyen tuberías, calles y casas. Con los sismos a veces avanzan con mayor rapidez, o se detienen.
Sin olvidar que la Ciudad de México se formó sobre un lago, por ello tiene zonas blandas y duras, algunas especialmente vulnerables para vivir sobre ellas.
Las zonas más propensas a sufrir este tipo de fisuras son las que están a las orillas de las metrópoli y los ciertos lugares en el centro de la ciudad, a consecuencia del mal relleno del lago.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la capital del país exigen 12 puntos que sufren de este fenómeno de manera critica, especialmente en colonias de las delegaciones Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Cuauhtémoc, Benito Juárez y Xochimilco.
En el caso de Xochimilco, la grieta que se formó en el canal del embarcadero de Zacapa fue consecuencia de la extracción de agua del subsuelo en el acuífero de la Ciudad de México para cubrir la demanda de ese recurso.
