¿Por qué no avanza la revocación de mandato?
La propuesta de Morena para la evaluación de la continuidad del presidente en funciones ya despertó las inquietudes y reclamos de los sectores de oposición, quienes acusan que es una medida engañosa que sirve como pretexto para legitimar o que incluso da pie a la reelección del cargo
Imelda GarcíaAunque a simple vista se percibía como una medida que podría ser popular entre los detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador, la revocación de mandato no consiguió tener el apoyo de la oposición en el Senado de la República y su análisis se irá hasta septiembre próximo.
¿La razón? Las corrientes alternas ven en la iniciativa una oportunidad para que López Obrador aparezca en las boletas del proceso electoral 2021, lo que provocaría que los candidatos afines al régimen de la Cuarta Transformación ganen más votos al ver su figura en promoción.
Asimismo, expertos han advertido que también existe el riesgo de que la redacción del artículo constitucional abra la puerta a la figura de la reelección presidencial en lugar de una revocación.
Un tema que de momento se mantiene en el aire, debido a que Morena no alcanza a juntar los votos necesarios para aprobar esta reforma constitucional en solitario; algo que podría cambiar en caso de que el PRI decida respaldar al mandatario nacional.
¿Revocación de mandato o reelección?
Aunque parecía que la revocación de mandato ya tenía asegurado su pase en el Congreso de la Unión, ésta no prosperó debido a la inquietud que despertó en los partidos de oposición la posibilidad de que se estuviera abriendo la puerta hacia la reelección de López Obrador.
Cabe destacar que los cambios a la Constitución Política donde se contempla el ejercicio de consulta ciudadana para la valoración de la continuidad del presidente en funciones ya fueron aprobados en la Cámara de Diputados en marzo pasado, pero con el freno impuesto por las bancadas del PRI, PAN, PRD y MC en el Senado, quedarán pendientes de discusión hasta el próximo periodo ordinario de sesiones.
La primera es a través de una petición formal iniciada por la Cámara de Diputados hacia el Ejecutivo nacional; la segunda es mediante la presión del 33 por ciento de los integrantes de cualquiera de las Cámaras y, en tercer lugar, con el respaldo del 3 por ciento de los ciudadanos que integren el listado nominal (2 millones 615 mil 777 personas, al día de hoy).
La propuesta de Morena detalla que el resultado de la votación de este proceso sería vinculatorio sólo si acudieran a las urnas el 40 por ciento de las personas inscritas en la lista nominal.
De igual forma, la solicitud de revocación de mandato se tendrá que realizar en el primer periodo de sesiones del segundo año de ejercicio de la Legislatura en curso y se llevaría a cabo en las elecciones federales intermedias, cuando se vota por diputados federales.
La organización del proceso y el conteo de votos estarían en manos del Instituto Nacional Electoral (INE), pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) realizaría la declaratoria de validez. De darse el visto bueno del Tribunal, el presidente deberá dejar su cargo al día siguiente.
En este escenario, el presidente tendría el derecho de impugnar dicha declaratoria en un plazo de 30 días naturales ante la Sala Superior del TEPJF. Si no procede o no impugna, el mandatario cesará en sus funciones en un plazo improrrogable de 60 días hábiles.
Sobre esta propuesta, los opositores ya detectaron dos problemas.
El primero es que sea el propio presidente quien se someta a sí mismo al proceso de revocación de mandato, pues esto da lugar a que en vez de ser un proceso de revocación, se convierta en un proceso de ratificación del cargo.
El segundo, que al hacerlo coincidir con la elección intermedia, la revocación sirva para que el presidente participe en la campaña electoral, estimulando los votos hacia los actores afines a su gobierno.
Acusan refrendo
En este sentido, los sectores contrarios a la corriente de la 4T ya acusaron que el modelo de revocación de mandato aprobado por la Cámara baja es contrario al espíritu de la medida, pues no es la ciudadanía quien pedirá que se retire del cargo al presidente, sino que será el propio mandatario quien lo solicite a manera de legitimar su gestión.
Por su parte, el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, también se manifestó en contra de la iniciativa al argumentar que su partido no entregará un solo voto a esta figura.
“No estamos de acuerdo en que el presidente la República aparezca en la boleta en la elección federal del 2021, con el pretexto de la revocación del mandato.
“Nosotros hemos dicho: hablemos de esta figura sólo si es después de la mitad de su mandato; sólo si es a petición de la sociedad o de los partidos de oposición en México, y no a petición del propio Gobierno. Porque como se ha dicho, entonces no sería revocación, sino confirmación de cargo”, acusó.