En México hay al menos 95 incendios forestales activos que afectan a más de 3 mil 49 hectáreas en 18 estados, según información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Tras sumar los fuegos activos y apagados, se registraron 126 incendios forestales este martes con más de 4 mil 725 hectáreas perjudicadas. Aproximadamente 4 mil 206 personas se ocuparon en el combate al fuego y siete helicópteros sobrevolaron durante las actividades de apoyo en seis estados.
El Estado de México es la entidad más afectada, con un total de 16 incendios forestales activos. Le siguen Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Puebla, todos con nueve igniciones; Guerrero, con ocho; Hidalgo, con siete; y Chiapas, con seis.
¿Por qué hay más incendios forestales?
En este contexto, pese a que los incendios son procesos naturales, en la actualidad son cada vez más impredecibles y destructivos que hace tan solo unas décadas, según especialistas.
Rosa María Canals, profesora de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural de la Universidad Pública de Navarra, explica que durante las últimas décadas enfrentamos incendios mucho más severos con respecto a los que se observaban en los años 60.
“Ahora hay más incendios debido al cambio global que incluye factores tan determinantes como el cambio climático y el cambio en la gestión del suelo”, explica la especialista. “Por un lado, vivimos olas de calor más intensas en verano y periodos de sequía más prolongados, que hacen que la vegetación esté más seca“.
Por otra parte, María Canals atribuye el incremento de incendios a que cada vez viven menos personas en el entorno rural, se utilizan menos los recursos naturales y decae el pastoreo y los herbívoros, que son quienes desde siempre nos han ayudado a consumir y controlar la vegetación, que es en otras palabras el combustible que se quema.
La especialista también explica que la extinción de los grandes incendios depende totalmente de los factores meteorológicos, como que cambie la dirección y la intensidad del viento, o que empiece a llover.
Sin embargo, en un contexto de sequía generalizada como la que México atraviesa, difícilmente las condiciones meteorológicas son favorables para controlar el fuego.