Por derechos cotidianos
Luis Alejandro Bustos Olivares es abogado y profesor. Nunca ha tenido un puesto público. Es candidato por el Partido Verde Ecologista de México para integrar la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
Una de sus propuestas para la Carta Magna de la ciudad es el reconocimiento de los derechos fundamentales para los ciudadanos, para que se haga realidad el acceso a servicios básicos y alcancen un desarrollo personal.
Luis Alejandro Bustos Olivares es abogado y profesor. Nunca ha tenido un puesto público. Es candidato por el Partido Verde Ecologista de México para integrar la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
Una de sus propuestas para la Carta Magna de la ciudad es el reconocimiento de los derechos fundamentales para los ciudadanos, para que se haga realidad el acceso a servicios básicos y alcancen un desarrollo personal.
“El hecho de que salgas de tu casa y esté una zanja ahí afuera y que pueda estar hasta tres meses y que vayas a una oficina pública y te formes por días para tener que hacer un trámite, sin poder sacar tu carrito de tu cochera o cualquier otra cuestión de servicio público, hace que tanto los derechos fundamentales como la acción del gobierno queden en una abstracción que no te sirve absolutamente para nada”, explica Bustos Olivares.
“Estos derechos que parecen derechos vecinales y que pudieran ser soslayados, resulta que en otras circunscripciones, y en otras culturas, resultan ser derechos modernos, también derechos fundamentales ciudadanos no reconocidos como los clásicos, pero que tienen, primero, que reconocerse, y, segundo, tienen que tener una forma de instrumentarse y de hacerse realidad en la vida cotidiana para permitir el desarrollo integral de la persona humana”, asegura el abogado.
Su propuesta se basa en un recurso judicial que le permitiría al ciudadano denunciar alguna obra mal hecha o un acto deshonesto de las autoridades. Un juez de proximidad emitiría una orden y la autoridad administrativa tendría que revisar la queja en un término de entre 24 o 48 horas.
Reconoce que sus propuestas no son el “hilo negro”, sino acciones ya instrumentadas en otros países con resultados.
“No es algo que yo estoy inventando. Existe en Francia, existe en Colombia, y lo podemos implementar en México y con esto podemos tener el beneficio de la acción judicial y la tutela judicial efectiva materializada”, comenta Bustos Olivares en entrevista.
Considera que la creación de la Carta Magna puede dotar los elementos para que las administraciones no lleguen y arrasen con los programas que sí funcionan. Señala que hay temas ligados entre sí, como medio ambiente, uso de suelo, ordenamiento y movilidad.
“Todo esto tiene que verse de manera integral, si tú quieres desarrollar una ciudad que sea viable. Esto no puede darse si cada sexenio viene un grupo que por desconocimiento, por falta de instrucción técnica o por intereses particulares se mueven de un lugar a otro sin tener una perspectiva de largo plazo”, lamenta.
La Constitución debe establecer que ciertos programas deberán tener 25 o 30 años de plazo, en los que se cuente con la opinión de personal técnico especializado, se autorice a través de una consulta pública y los resultados sean medibles, auditables y evaluables en cada administración.
Bustos Olivares asegura que tiene la mira puesta en la negociación, para que ésta resulte en una Constitución que señale lo fundamental.
Recuerda que la actual Constitución Mexicana, que el año siguiente cumplirá cien años, ha tenido 222 reformas que han ocasionado 690 modificaciones en sus artículos. En sociedades como Estados Unidos, la Constitución ha requerido sólo siete enmiendas.
Bajo todos los espectros
Bustos Olivares asegura que conoce a la sociedad desde varios puntos, pues le ha tocado ser manifestante en las calles y también ha representado a corporaciones en el ámbito internacional debido a su carrera como abogado.
“El interés que me mueve a estar ahí es el servicio. Yo, como poca gente, tengo la experiencia de haber recorrido el espectro económico de nuestro país. Eso me da una perspectiva muy interesante, muy amplia, y muy completa, de cómo se ve desde uno y otro extremo los problemas sociales y económicos de la ciudad”, argumenta.
El candidato a la Asamblea Constituyente tiene estudios especializados en derechos humanos y en libertad de expresión, además de su formación como abogado y maestro de educación primaria.
“He dado clases porque soy profesor de educación primaria, enseñando a leer y a escribir a los niños desde primer año y lo mismo he representado a grandes corporaciones, y soy abogado de empresas transnacionales.
“Lo he sido. Es preparación, es experiencia, pero también es liderazgo y es la posibilidad de ser un facilitador de la comunicación, el poder priorizar los intereses, decir ‘ustedes del PRD tienen algunos intereses, pero ahí hay otros, los más importantes, de nuestros mandantes, a quienes nos debemos y a quienes tenemos que tutelar’”.
Uno de los riesgos en la creación de la nueva Carta Magna de la Ciudad de México es que aquellos que tienen intereses particulares busquen establecerlos a través de ciertas condiciones, alerta.
“Aquí lo importante es que se ponga en primer lugar a la persona humana, al ciudadano de la Ciudad de México. Si no lo hacemos así, si no hay un interés fidedigno, no vamos a lograr hacer algo que valga la pena, ni vamos a dejar algo que sea bueno para nadie”, dice Bustos Olivares.
Ante el clima de desconfianza de las personas hacia las instituciones y los políticos, es momento de abrirse a la discusión, comenta el abogado.
“Por más que tengan intereses partidarios concretos, incluso en movimiento de izquierdas, derechas y demás, lo más importante es que las personas se involucren, se interesen y puedan decirles a estos grupos cuál es la voluntad ciudadana. Y nosotros estaremos ahí, si el voto nos favorece, para ser facilitadores de esa dialéctica”, asevera.
Otra de sus propuestas es incentivar que tanto los contribuyentes cumplidos como los gobiernos eficientes puedan disfrutar del esfuerzo que hacen para su contribución al gasto público.
“Que de los impuestos se tome un porcentaje para la ciudad, un porcentaje para la alcaldía y un porcentaje para la colonia. De manera que si tú pagas tu impuesto bien, entonces la colonia tiene mejores servicios de mayor calidad”, comenta.
El 5 de junio, de acuerdo con las votaciones, se elegirán a las personas que redactarán la Constitución capitalina, de acuerdo con los listados de sus partidos o los votos a su favor de candidatos independientes.
Sesenta diputados constituyentes serán electos. Participa una decena de partidos políticos, cada uno con 60 fórmulas de candidatos. Los aspirantes de los partidos serán elegidos por representación proporcional, en tanto que los independientes serán elegidos por voto directo.
A estos 60 diputados se sumarán 40 designados por los Poderes instituidos. Seis por parte del presidente y otro tanto por el jefe de Gobierno capitalino, así como 14 por la Cámara de Senadores y otra catorcena por la Cámara de Diputados.
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