Los elementos policiacos emprendieron la marcha en el Parque Alamey y culminaron en la Basílica de Guadalupe.

Policías de Monterrey le rinden tributo a la Virgen de Guadalupe

Elementos de la Policía de Monterrey llevaron la tradicional ‘Rosa de Plata’ hasta la Basílica de Guadalupe de la Colonia Independencia

Como sucede desde hace 21 años, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Monterrey realizaron la tradicional Carrera de la Rosa de Plata previo al 12 de Diciembre, día de la Virgen de Guadalupe.

El recorrido comenzó en el cuartel de la dependencia, en el Parque Alamey, y se extendió hasta la Basílica de Guadalupe, sede religiosa ubicada en la colonia Independencia en donde, de acuerdo con la tradición católica, se le rinde homenaje a virgen morena.

Los elementos policiales, quienes se hicieron acompañar por danzantes durante el recorrido, expresaron que el objetivo del evento es agradecer a la “Guadalupana” por la protección recibida en su labor diaria durante el año en curso.

El comandante Florentino González Ceja, coordinador de Grupos de Apoyo de la corporación policiaca, señaló que se trata de una tradición que se realiza año con año con elementos que no están en servicio.

“Cada año se hace esta manifestación de agradecimiento a la Virgen de Guadalupe; es una tradición que se tiene y se hace una invitación a los compañeros que en estos momentos no están trabajando (…). Le damos gracias por la salud y protección que nos brinda, y le pedimos a la Virgen de Guadalupe que nos cubra con su manto”, expresó el oficial.

A su llegada a la Basílica, se ofició una misa en donde los elementos fueron recibidos por un sacerdote, depositando la tradicional “Rosa de Plata” y una ofrenda floral en el altar de la Basílica.

 

¿Por qué se ofrece una rosa de plata?

De acuerdo con la creencia católica, la Virgen de Guadalupe se apareció a Juan Diego, un indígena chichimeca, a quien encomendó la construcción de un altar en el Cerro del Tepeyac.

Por tratarse de años posteriores a la Conquista, la presencia de sacerdotes provenientes de España en labores de evangelización era importante, por lo que Juan Diego intentó convencerlos del encargo de la ‘Guadalupana’; ellos, inseguros de su testimonio, le pidieron que llevara una prueba de la aparición.

Juan Diego pidió a la Virgen que le dotara de algo con lo que pudiera convencer a los religiosos; según el mito, la aparición llenó su manto con rosas de Castilla, mismas que no eran cultivadas en México durante el siglo XV.

Por ello, cada 12 de diciembre, fecha en que se conmemora la primera aparición, los fieles acostumbran honrar a la Virgen con rosas naturales o bien, con una fabricada en plata.