Los consumidores podemos poner nuestro granito de arena al reducir el desperdicio gracias a la buena organización del consumo en los hogares, afirma el profesor Guillermo Arteaga Mac Kinney, colaborador del Laboratorio de Datos Contra la Obesidad.
“La pérdida de alimentos del campo a la mesa es como del 30 por ciento. Creo que hay que verlo de forma global. Hay acciones que podemos hacer a nivel de nuestras casas que son muy importantes y desde donde tenemos más rango de acción”, explica el experto.
El doctor Arteaga afirma que se trata de un problema muy serio y de gran magnitud, cuya solución tiene que ser en un consenso global.
“Con el cambio climático se está viendo que es más difícil la producción de alimentos. En México tenemos estados donde hay lluvias exageradas, en Sonora, ha sido un problema las lluvias en la última semana, se caen puentes y carreteras, no es algo normal. Se destruyen cultivos y en otras zonas hay sequía”, explica.
Guillermo Arteaga Mac Kinney cuestiona que las empresas no donen sus alimentos que son aptos para el consumo humano pero cuya venta es más difícil porque está cerca de la fecha de caducidad.
“La confusión que se tiene en la industria con las fechas de caducidad y con el consumo preferente debe resolverse, pues las empresas no se animan a donar alimentos que están cercanos a su fecha de caducidad”, expone el especialista.
Las personas tenemos que valorar la fortuna de tener alimentos frescos en la mesa.
“El problema se va a hacer más severo por el cambio climático y porque el consumidor, en términos generales, le ha perdido ese valor a sus alimentos. De repente se nos hace fácil tirar el alimento a la basura, pensamos que porque ya lo compré tengo el derecho a hacer lo que sea, y no veo que estoy desperdiciando recursos y que estoy afectando al planeta”, expone Arteaga.
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