El gasto promedio anual en contrataciones públicas del Coneval equivale al doble de lo que el Gobierno de Estados Unidos le entregó a México por las propiedades de Genaro García Luna en Miami. Foto: Especial

Y ahora, ¿quién va a medir la pobreza?

El Coneval, organismo que ha evaluado las políticas para combatir ese flagelo en los últimos 20 años, puede ser disuelto antes de que concluya la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador

Más de 46 millones de mexicanos–el 36.3 por ciento de la población– viven en pobreza con carencia de casa, calzado, abrigo, centros de salud, alimentación o educación formal. El flagelo se padece más en Chiapas, Oaxaca y Puebla, con más del 50 por ciento de los habitantes en esta circunstancia, pero de muchas formas, está presente en todas las entidades federativas.

La estampa resultó de la más reciente investigación multidimensional del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) entre 2020 y 2022. Se trata del panorama que subsiste cuando la administración federal está a cuatro meses de cambiar y por primera vez tener como presidenta a una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo. Al tiempo, es una problemática cuya medición puede ser interrumpida dada la posibilidad de la desaparición del Coneval.

Tras dos décadas de trabajo, conformado en la administración de Vicente Fox Quesada (2000-2006), el Consejo fue incluido en la lista de siete organismos autónomos para ser extinguidos mediante una de las iniciativas del paquete enviado al Poder Legislativo por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado 5 de febrero. El destino planteado para el organismo es una “fusión” con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) porque “existe una duplicidad de funciones”.

Especialistas entrevistados por Reporte Índigo identifican una serie de riesgos si el futuro marcado para el Coneval se cumple. Sobre todo, alertan que puede generarse opacidad acerca de la pobreza, el principal mal social que ven en México y que en el presente –como en décadas anteriores– requiere de políticas públicas bajo vigilancia y evaluación.

Rodolfo de la Torre, economista que formó parte del Comité Técnico de Medición de la Pobreza que propuso la primera medida oficial para el fenómeno, advierte que las funciones del organismo son “bastante específicas  y no podrían retomarse por otras instituciones”.

Director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, De la Torre explica: “La función central del INEGI es generar información, no analizarla, no realizar evaluación, no realizar investigación con ella; sino generar datos … Si el INEGI se convierte en analista de sus propios datos, se convertirá en juez y parte de la información”.

De la historia del trabajo del Coneval, el especialista destaca que agregó criterios valorativos para que la información obtenida “dijera algo” sobre la realidad, un trabajo que incluyó debates sobre qué es la pobreza y qué ausencias la componen. Ese análisis –refiere – ocurría sólo en el Consejo.

Para Carlos Lascuráin, director ejecutivo de la asociación civil Signos Vitales, el escenario de que el Coneval desaparezca implica la pérdida de información confiable y objetiva, la falta de transparencia y rendición de cuentas, la desigualdad en el desarrollo de políticas, el retroceso en la lucha contra la pobreza, el impacto negativo en la planeación y evaluación de los programas sociales, y la desconfianza.

“El Coneval –enfatiza– proporciona datos precisos y objetivos sobre la pobreza y la desigualdad en el país. Es un tema sinigual. Sin esta información lo que va a pasar es que va a ser muy difícil evaluar el impacto de las políticas públicas y diseñar nuevas que sean efectivas y transparentes”.

Otros subsisten en la cuerda floja

Los otros seis órganos por desaparecer son el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, la Comisión Federal de Competencia, la Comisión Reguladora de Energía y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

Para el Coneval, la ruta hacia la desaparición se planteó desde 2019, en el primer año de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. En la conferencia “mañanera” del 25 de julio de ese año, el Ejecutivo dio a conocer su intención de desaparecerlo.

Cuatro días después, en ese mismo espacio, el presidente modificó su posición. “Que siga el Coneval, pero con un plan de austeridad, una renovación porque el director llevaba 13 años y tiene una formación distinta a la que ahora distingue al gobierno”. El 22 de julio había sido nombrado José Nabor Cruz Marcelo en la Secretaría Ejecutiva del organismo, en relevo de Gonzalo Hernández Licona quien había ocupado el cargo desde 2005.

Así, el organismo inició una nueva etapa de austeridad que implicó menos plazas de trabajo autorizadas y un descenso en el presupuesto para operar de 68 millones 299 mil 545 pesos entre 2019 y 2020.

En agosto de 2023, el Coneval publicó su informe sobre la medición multidimensional de la pobreza 2020-2022 en el que dio buenas noticias: de 2018 a 2022 más de 5 millones de mexicanos superaron la condición de la pobreza. Pero el organismo también advirtió que la falta de acceso a los servicios de salud y el rezago educativo se incrementaron. Aun con el descenso, las últimas cifras sobre las personas en pobreza aún son altas. Mientras, el Coneval enfrenta el futuro cercano.

¿Es el Coneval un organismo oneroso?

En 2019 el Coneval quedó en la palestra pública debido a sus gastos. El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el organismo, el año anterior, había erogado más en arrendamiento de inmuebles que en estudios e investigaciones.

“No les gusta a nuestros adversarios la austeridad republicana; se les olvida lo que Juárez decía que bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala”, escribió el primer mandatario en sus redes sociales.

Fue el momento político en el que el primer mandatario planteó por primera vez su intención de “fusionar” al Coneval con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Entre más de 300 contrataciones localizadas en una búsqueda de Reporte Índigo, la mayor fue por 62 millones 379 mil 750 pesos para el servicio de desarrollo, mantenimiento y soporte a los sistemas y procesos informáticos. Foto: Especial

Desde entonces, el organismo inició un camino de ajustes y cambios internos. Su gasto promedio anual, entre 2019 y 2023, fue de 90 millones pesos apenas el doble de lo que el Gobierno de Estados Unidos le entregó a México por las propiedades inmobiliarias de Genaro García Luna en Miami, Florida, de acuerdo con sus contratos en CompraNet.

Entre más de 300 contrataciones localizadas en una búsqueda de Reporte Índigo, la mayor fue por 62 millones 379 mil 750 pesos para el servicio de desarrollo, mantenimiento y soporte a los sistemas y procesos informáticos. Fue firmado en 2022 y vencerá el 30 de septiembre de 2024. Uno de los menores fue para el aseguramiento integral del parque vehicular en 2022 por 5 mil 627 pesos.

La lista de sus contratos indica que el Coneval no se propuso planes a largo plazo. La fecha más lejana de sus contrataciones es el 31 de diciembre de 2025 y es para reconocer los procesos sociodemográficos, culturales y económicos que influyen en el aumento, disminución o permanencia de la situación de la pobreza de la población en los municipios de México.

Mientras aguarda la discusión en el Congreso en la que puede decidirse su desaparición, en sus gastos mayores aparece el mantenimiento y soporte a los sistemas y procesos informáticos en primer término. Después, están los servicios integrales de limpieza, jardinería y recolección de basura. Enseguida, los estudios.

En los 50 contratos de mayor monto identificados aparece un estudio en el que el organismo contrató a Politeia Consultores en Evaluación S.A de C.V para investigarse a sí mismo sobre su eficacia por 2 millones 100 mil pesos. Así aguarda el futuro tras 20 años de trabajo.

Este es el panorama para la presidenta electa

En abril, Claudia Sheinbaum Pardo hizo el compromiso en campaña respecto a la pobreza extrema. En un mitin, en Tuxpan, Veracruz, la presidenta electa presentó un proyecto con el que se propone que 7.5 millones de personas crucen el umbral de la miseria en el país para 2030, el año en que entregará la banda presidencial.

La primera mandataria electa explicó que su plan consiste en programas del bienestar, una prospectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto de por lo menos 3 por ciento anual y un nuevo programa de apoyo a las mujeres de 60 a 64 años.

Su objetivo, según expuso en esa ocasión, es continuar con la construcción de derechos sociales y la protección de los derechos humanos. “Vamos a mantener para ello todos los derechos sociales incorporados por el presidente y además vamos al segundo piso de la ‘Cuarta Transformación’”, exclamó.

Uno de los compromisos de campaña de la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo es reducir el número de personas que viven en pobreza extrema en los seis años que dure su mandato. Foto: Especial

Es un plan que si prospera la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Congreso para desaparecer al Coneval no podría ser evaluado. Rodolfo de la Torre, economista que formó parte del Comité Técnico de Medición de la Pobreza que propuso la primera medida oficial para la pobreza, advierte que si el organismo es extinguido, se acabaría “el juicio independiente de cómo va la política pública”.

Estudioso de la pobreza en México, De la Torre abunda que si se pretende que la evaluación la haga el propio gobierno, este se convertiría en juez y parte. “La experiencia que se tiene es que cuando eso ocurre, no se obtiene una evaluación confiable”.

Aun cuando el último informe del Coneval de la pobreza multidimensional mostró en agosto pasado, un descenso en la pobreza entre 2018 y 2022, la estampa de la miseria en México continúa con una gama de características. Según el mismo estudio, esta circunstancia –que implica tres o más carencias sociales– se incrementó al pasar de 8.7 millones a 9.1. Es el 7.1 por ciento de la población y es una proporción similar a la observada entre 2016 y 2018.

En 15 entidades la miseria se incrementó hasta en 3 puntos porcentuales. Las carencias que más aumentaron –la educación y la salud– son más dramáticas en Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán, entidades que presentan menos progreso social.

Ese es el paisaje que en materia de pobreza y pobreza extrema enfrentará Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa de México.

Te puede interesar