Cientos de pobladores que exigían justicia despidieron el martes al diputado federal Benito Aguas Atlahua, quien fue asesinado el día anterior en una región montañosa del sureste de México.
Aguas Atlahua, integrante del prooficialista Partido Verde Ecologista de México, murió la noche del lunes en un hospital del estado de Veracruz luego de ser baleado por hombres armados.
El ataque se produjo poco más de tres meses después de haber tomado protesta en la Cámara de Diputados. Previamente se había desempeñado como presidente municipal de Zongolica, una región indígena del estado.
El féretro de madera con el cuerpo de Aguas Atlahua fue llevado hasta la presidencia municipal, donde fue recibido por cientos de habitantes flores y globos blancos.
“Benito sólo quería el bien de todos. Fue elegido alcalde, pero le refrendamos la confianza con nuestro voto para que se fuera a lo grande al Congreso Federal y siguiera luchando por nuestros derechos como indígenas que han sido históricamente ignorados”, afirmó Sebastián Jiménez, habitante de la comunidad de San Sebastián.
La región serrana de Veracruz es una de las zonas más pobres del país, y también es considerada como una de las más peligrosas debido a tráfico de migrantes, robo de combustible y asalto al transporte de carga.
Entre la multitud, Inés Atlahua lloraba desconsolada pidiendo justicia para su hijo.
“Le tenían envidia”, dijo la mujer al hablar sobre los posibles motivos para el asesinato del legislador.
Añadió que había algunos sospechosos, por lo que cree que no será difícil dar con los responsables. Sin embargo, las autoridades no han informado hasta el momento sobre alguna línea de investigación.
Aguas Atlahua solicitó protección federal en abril pasado para realizar su campaña, en la que denunció los problemas de inseguridad que enfrenta esa región del país.
Horas antes, el secretario de gobierno de Veracruz, Ricardo Ahued, dijo en una conferencia de prensa que la Fiscalía General de la República, la fiscalía estatal y la Secretaría de Seguridad federal están realizando las investigaciones para dar con los responsables.
Ahued informó que se desconoce el móvil del asesinato y no se tiene conocimiento de posibles amenazas contra el congresista, que fue baleado la noche del lunes en un terreno de su propiedad junto a un ingeniero que también murió en el ataque.
Medios locales informaron que hombres a bordo de una motocicleta interceptaron a Aguas Atlahua, realizaron varios disparos y posteriormente escaparon.
El atentado se produjo dos meses después de que Alejandro Arcos, alcalde de la ciudad de Chilpancingo, en el estado sureño de Guerrero, fue asesinado y decapitado apenas unos días después de asumir el cargo.