Plagio de tesis de Yasmín Esquivel pone en riesgo reputación de la UNAM

El plagio de la tesis de la ministra Yasmín Esquivel en su tesis de licenciatura, en caso de no ser suspendida su expedición, pone en riesgo la reputación de la Universidad Nacional Autónoma de México, de acuerdo con especialistas asesores en buenas prácticas de integridad
Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) debe proceder y retirar el título de licenciatura a la ministra Yasmín Esquivel por el plagio de su tesis, afirma experta en buenas prácticas en organizaciones.

“Me parece penoso, me atrevo a decir con esta palabra tan fuerte: indignante, porque yo soy licenciada en derecho, conozco el requisito del proceso para poderme ostentar como licenciada en Derecho y nuestra casa magna, nuestra Universidad Nacional Autónoma de México, que de alguna forma no esté ejercitando una acción para el retiro del título me queda a deber, debo decirlo”, expone Adriana Peralta Ramos, encargada y líder de la empresa Ethics and Compliance Bureau.

“Me parece que además del puesto a nivel laboral que posee la licenciada, como se ostenta, Yasmín Esquivel (ministra de la SCJN), naturalmente nos ponen en un entredicho del ejercicio de la aplicación de la norma”, agrega.

Adriana Peralta es autora del libro Compliance en México y en el 2021 fue nombrada por el sitio Foro Jurídico como una de las abogadas más influyentes del país.

Problema por el plagio de ideas

La experta señala que en México hay un problema complejo con el plagio de ideas, ya que si bien existen regulaciones en varios aspectos, en la práctica se sigue dando.

“No sólo es regular un país, regular a una empresa, hablando de negocios, sino hacer que eso suceda, si existe una regla clara para el culmino de una licenciatura a través de la realización de una tesis única, propia, tiene que tener una consecuencia aquel o aquella que no lo cumplan”, expone.

El propio rector Enrique Graue dio un mensaje al Cuerpo Directivo de la Universidad el 20 de enero pasado en el que explicó que ni las autoridades ni la normatividad universitaria están facultados para el retiro del título otorgado a Yasmín Esquivel por esta casa de estudios.

“El plagio de una tesis no es cosa menor. Es una conducta reprobable. Una usurpación de ideas y talentos. Es un acto que pone en entredicho la ética y la moral de quién lo comete y ofende a quienes se esmeran en cumplir con este requisito académico”, expuso entonces.

El funcionario universitario celebró el debate público que se ha diversificado en torno a “la aplicabilidad de nuestra normatividad”.

“Esto no es extraño. En la universidad siempre se ha fomentado la discusión de ideas y se da cabida a todas las voces para ser escuchadas. Éste es el lugar en donde los universitarios y las universitarias nos expresamos libremente y de manera plural, vehemente, y respetuosa, pero también es el sitio donde debe prevalecer en un momento la cultura de la legalidad y de la verdad”, expuso.

¿Y la prevención?

La abogada Adriana Peralta Ramos explica que con la tecnología que está disponible hoy en día es relativamente sencillo conocer de manera rápida y veraz si existe un plagio y por ello es importante la prevención. En caso de aparecer ideas tomadas con dolo, esto debe incidir en una sanción.

“Esta parte de la prevención me parece que es toral porque incluso nuestro sistema penal acusatorio habla también justamente hacia esa vista, la anticipación, la prevención, cuando ya sucede tiene que haber un andamiaje disciplinario, pero no sólo eso, creo que siempre nos quedamos con la pena, ‘retírenle el título, castíguenla, prisión’, quizás valga la pena, ahora más que nunca, con el nivel de violencia que vivimos, pero además con la necesidad económica imperiosa, hablar de otro concepto, la ‘causa raíz’, pero qué significa la causa raíz: ¿qué es lo que sucedió? ¿por qué pudo pasar? Porque hay una vulneración de origen”, expone.

“Está bien, quitemos títulos, disciplinemos, castiguemos. Pero, ¿por qué sucedió? La respuesta es porque alguien no reguló esto desde el principio, quizás faltan órganos de control, quizás faltan temas de capacitación, reglamentación, vigilancia, acompañamiento, ahora más que nunca herramientas tecnológicas y, por supuesto, la disciplina, pero es decir, no son una consecuencia sino vámonos un poco con la filosofía aristotélica, no nada más el fuego, sino la potencia de fuego”, sentencia.

Los momentos del plagio

Es importante identificar que el plagio tiene tres momentos, dice la especialista, ya sea en la academia o en la industria, y por ello es importante identificarlo con la ayuda de la tecnología.

“Me parece que la necesidad que tenemos hoy en frente es buscar herramientas tecnológicas que nos permitan al menos poner un control detectivo. Normalmente los negocios, hablando de integridad, podemos pensar en tres momentos: controles preventivos, detectivos y ya de corrección. Existen mecanismos tecnológicos que nos permiten identificar de manera muy al azar, pero sí, ciertas notas, en las que hay un conjunto de palabras que se replican en un texto ya publicado”, explica.

“Ya existen cada vez más mecanismos. Lo oportuno será pensar en estas tres vertientes: control preventivo, eduquémonos en qué es un plagio, que muchas veces hemos potencialmente caído sin haberlo querido de verdad; y segundo, meter controles detectivos, que puedan ser estas herramientas (tecnológicas) y, tercero, un control correctivo, cuando alguien incumple y venga, por qué no, una sanción disciplinaria”, sugiere.

El rector de la UNAM, Enrique Graue, condenó el plagio de la ministra Yasmín Esquivel. Foto: Especial
El rector de la UNAM, Enrique Graue, condenó el plagio de la ministra Yasmín Esquivel. Foto: Especial

¿Y los noviazgos entre alumnos y maestros?

Es común escuchar de noviazgos entre profesores o profesoras y universitarios, lo cual constituye una falta de integridad, de acuerdo con la especialista Adriana Peralta.

“Más allá de la moralidad, me parece que es una falta de integridad seria porque el profesor o la profesora, maestra o maestro, tiene un cargo de alguna forma de liderazgo respecto del alumnado. No son vínculos similares, de hecho, son asimétricos”, explica.

“Si el maestro o la maestra se sabe que tiene algún tipo de vínculo amoroso o de afinidad con algún alumno, podría tener reglas mucho más laxas con esta persona y con ello caería en un conflicto de interés”, explica.

Esta es la razón por la que una relación entre profesorado y alumnos están “prohibidas” en las universidades.

“Es un tema serio, yo creo que poco se habla de esto en términos formales en las universidades, y digo poco porque en algunos centros, tanto colegios de abogados y demás, lo sabemos, no ha sido un tema quizás tan tocado, creo que vale demasiado la pena que se revisite y, sobre todo, que se anticipe”, afirma.

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