Lula Díaz Cruz y Elfarra Rojas están en huelga de hambre para exigir su reinstalación como trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los manifestantes, dirigentes de la corriente disidente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana llamada Movimiento Nacional Por la Transformación Petrolera, cuentan con un laudo legal a su favor para que los reinstalen.
Sin embargo, hasta el momento no han sido atendidos y por ello, el 6 de noviembre montaron un plantón e iniciaron huelga de hambre frente a las oficinas de Pemex.
En el caso de Díaz Cruz, desde 1997 la liquidaron y a Rojas Martínez lo jubilaron forzosamente en este año.
“Fue un despido masivo en 1993, se dio a nivel nacional son cerca de dos mil dirigentes afectados”, señaló Díaz Cruz.
Los manifestantes afirman que fueron víctimas de la represión del exlíder sindical, Carlos Romero Deschamps.
Por ello, los disidentes interpusieron el juicio para su reinstalación en enero de este año, que ya se resolvió a su favor.
Cruz Díaz señaló que han tenido comunicación con personal de Relaciones Laborales de Pemex pero su director general, Octavio Romero, no ha tomado ninguna acción.
Los inconformes piden que si las autoridades van a emprender el diálogo, que sea encabezado por el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
La intención de la reinstalación es que Cruz Díaz busca la dirigencia nacional del STPRM en una posible elección extraordinaria tras la renuncia de Deschamps.
Según los estatutos, sólo trabajadores en activo pueden aspirar a ser secretarios generales.
Por último, la disidente, que pertenece a la sección 35 del sindicato, responsabilizó a Pemex de cualquier posible agresión que sufran durante el plantón.
