La licitación de la obra pública está contaminada por grandes vicios, que en la actualidad favorece a los grandes consorcios constructores en Nuevo León.
En entrevista con Reporte Indigo, Manuel Ramos García, empresario constructor, aseguró que las grandes empresas presionan con su capital económico, promoviendo así las malas prácticas corporativas.
“Al acudir a licitaciones de obra pública en el pasado, no en este año, te ponían requisitos de montos exorbitantes, de capital contables, te ponían requisitos de experiencia de hacer tal o cual obra…
“Y casi, casi, te iban haciendo un currículum a una empresa y eso era el requisito técnico para hacer una obra, se generó un vicio que nunca ibas a romper, por ejemplo para construir un segundo piso de un hospital, la empresa tendría que comprobar que construyó un primer piso.
“Ese amañamiento limita a otras empresas, y la no difusión del concurso ocasionó la no transparencia (en la obra pública”, consideró el empresario.
Ramos García indicó que son muchos los señalamientos de corrupción y falta de transparencia de las constructoras.
“Son demasiados, y hay que poner mucha atención en eso, por eso le estuvimos planteando por meses, y lo dijimos oportunamente, el Gobierno está tendiendo un nuevo puente de comunicación y de nuevas formas, vamos a cruzarlo.
“No tenemos por qué negarnos a cruzarlo, y la mayoría queremos cruzarlo, por eso empezamos a hacer propuesta en la transición del nuevo Gobierno”, dijo.
Favorecen la antidemocracia
Manuel Ramos García señaló a la cúpula de la CMIC, representada por constructores como Javier Ballí, de Dycusa; Carlos Maiz, de Maiz Mier, y Alejandro Palacios, expresidente de la CMIC y ligado a Fernando Larrazabal, así como Eduardo Lobeira, también expresidente de esta cámara, es muy poderosa.
“Son grupo muy poderosos, hay dos que evidentemente salieron a defender la plaza. Empresas muy cuestionadas, relacionadas con obras muy cuestionadas, como Dycusa y su socio ICA y Maiz Mier, de quienes recibí amenazas en la elección de la CMIC.
“Aquí veo temas relacionados como la Torre Administrativa, y que algo raro hay y no se ha transparentado, y me pongo en el papel de ciudadano, no como empresario, que se transparente y vamos a investigar”, dijo el empresario.
Aseguró que estas empresas favorecen a la antidemocracia que conlleva a la corrupción o malas prácticas empresariales.
“Eduardo Lobeira tiene muchos años de no dedicarse a la construcción, no tiene ninguna carretilla… creo que vende seguros, él está en la cámara porque fue expresidente y pertenece al Consejo Consultivo. Y así es el caso de muchos expresidentes”, ahondó el constructor.
Explicó que muchos grandes consorcios como Dycusa y Maiz Mier buscan tener poder en la CMIC para evitar la llegada de empresas constructoras extranjeras.