A causa del elevado y constante flujo migratorio interno y externo que se ha acentuado en México desde el 2016, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reconoce la necesidad de que el Estado incorpore en la Ley de Inmigración el concepto de “Crisis Migratoria”, a fin de contar con un marco normativo que permita atender eficientemente a las personas migrantes.
Lo anterior es señalado en el Informe “Migrantes Haitianos y Centroamericanos en Tijuana, Baja California, 2016-2017. Políticas Gubernamentales y Acciones de la Sociedad Civil”, publicado este día por la CNDH, en donde se propone “definir con claridad las circunstancias en las que el país se puede enfrentar a un contexto de crisis migratoria”.
Solo con el reconocimiento de la existencia de una crisis migratoria, que se fundamenta en el elevado flujo de haitianos, centroamericanos, caribeños y extracontinentales que han ingresado a México en los últimos años para buscar ingresar a Estados Unidos, es como se pueden emitir los lineamientos que garanticen la seguridad de estas personas en tránsito, dice el informe.
En la valoración del problema que ya representa el flujo migrante en suelo mexicano, la CNDH también contempla las circunstancias en las que se encuentran miles de mexicanos que forman parte de los grupos migrantes, algunos a causa de la deportación constante que hace el gobierno de Estados Unidos y otros debido al fenómeno de Desplazamiento Forzado Interno.
Todos los migrantes en suelo mexicano, tanto los nacionales como los continentales y extracontinentales se encuentran en condiciones de vulnerabilidad a causa de diversos factores, en donde resalta la política migratoria nacional y las propias condiciones de inseguridad que persisten en el país.
Solo por citar un caso, el informe refiere que del grupo de más de 3 mil haitianos que se encuentran asentados en Tijuana y Mexicali, el 22.5 por ciento de ellos sufrieron algún delito en su tránsito por México, estableciendo que el 14 por ciento de ellos fueron víctimas de robo en tanto que el 16.5 por ciento sufrieron extorsión.
A esa estadística se suma el hecho de que de toda la población de migrantes de haitianos que se ha asentado en las dos ciudades arriba citadas, por lo menos dos de cada tres personas tuvieron que dormir en la calle, de donde fueron rescatados por la asistencia de organizaciones civiles, y solo en muy esporádicos casos se contó con la reacción de las instancias de gobierno.
La mayoría de las personas que se encuentran en tránsito en nuestro país, solo entre julio y diciembre del 2016, han tenido que dormir por lo menos una noche en la calle, careciendo de servicios básicos, además de que se encontraron en condiciones particularmente vulnerables a ser víctimas de delitos, sin embargo y pesar de ello, las autoridades mexicanas no declararon tal crisis humanitaria.
Por esa razón, ahora la CNDH ha conminado a la autoridad federal a que incorpore en la legislación de la materia el término de “Crisis Migratoria”, como paso preliminar a reconocer la aguda situación que viven los migrantes en suelo mexicano y la consecuente aplicación de una política directa de apoyo a ese sector.