Oro negro: la última ilusión

Después de dos años en el que el precio del petróleo ha caído de manera continua, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llegó a un consenso para recortar la producción petrolera del grupo con el fin de estabilizar el mercado de crudo.

 

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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aumentó el precio del petróleo como respuesta a la decisión de la OPEP
No conozco los detalles (del acuerdo de OPEP) pero de ser el caso es una buena noticia para las finanzas de Pemex y las del país” 
José Antonio MeadeSecretario de Hacienda y Crédito Público

Después de dos años en el que el precio del petróleo ha caído de manera continua, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llegó a un consenso para recortar la producción petrolera del grupo con el fin de estabilizar el mercado de crudo.

 

El acuerdo, auspiciado por Arabia Saudita, el líder de facto de la OPEP, rompe con una serie de intentos fallidos de congelamiento a la producción al interior del cártel de precios.

 

La decisión representa el primer recorte a la producción de la OPEP en casi una década y marca un cambio en la política energética del grupo que controla alrededor de un tercio de la producción petrolera global.

 

A pesar de que los miembros del cártel se habían comprometido a discutir un recorte a la producción en una reunión informal que tuvo lugar en Argelia el mes pasado, el escepticismo de que se pudiera concretar el acuerdo era generalizado.

 

Por ello, el mercado reaccionó de manera exacerbada. Ayer, el precio del barril de referencia internacional WTI llegó a presentar una ganancia intradía de 8.8 por ciento para cotizar a 49 dólares.

 

La OPEP determinó que la carga del recorte, proyectado en 1.2 millones de barriles diarios, se distribuiría entre los miembros del grupo para afianzar una producción de 32.5 millones de barriles diarios para el siguiente año.

 

“Esto debería ser una llamada de atención para los escépticos que daban a la OPEP por muerta” dijo a la agencia Bloomberg Amrita Sen, analista de la firma Energy Aspects. En efecto, el acuerdo petrolero fue recibido como un voto de confianza a la credibilidad de la OPEP, cuya capacidad para influir en el mercado petrolero se ha puesto en tela de juicio en los últimos dos años.

 

En noviembre del 2014, ante el auge de los productores de petróleo no convencional de Estados Unidos, la OPEP determinó que produciría a niveles máximos históricos con el fin de defender su participación de mercado frente a los productores estadounidenses. Esta política implicó inundar al mercado de crudo en un momento en el que la demanda petrolera se percibía a la baja. El resultado de la decisión es bien conocido: el precio del barril de petróleo pasó de estar por encima de la barrera de los 100 dólares a mediados de junio de 2014 a cotizar por debajo de los 30 dólares a principios del 2016.

 

Respiro Fiscal

 

En términos netos, México dejó de ser un país exportador de petróleo en el 2015. Sin embargo, el volumen de las exportaciones de crudo y el papel que juegan éstas en los ingresos presupuestarios del sector público vuelven al país susceptible a los cambios en la dinámica del mercado de petróleo, para bien o para mal.

 

En ese sentido, a pregunta expresa, José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, dijo que el acuerdo de la OPEP será positivo para Pemex y para las finanzas públicas.

 

La caída del precio del petróleo que inició a mediados del 2014 se encuentra al centro de la crisis de las finanzas públicas que ha obligado a las autoridades fiscales a emprender un programa de austeridad.

 

La mayor debacle del mercado petrolero en una generación coincidió con una tendencia creciente de la deuda pública en México, así como con el sostenimiento de gasto deficitario en el periodo posterior a la crisis global de 2008.

 

Esto orilló a la Secretaría de Hacienda a romper de golpe con la inercia de endeudamiento mediante la promesa de asegurar un superávit fiscal primario en el siguiente año, el primero en ocho años. 

 

Para ello, las autoridades fiscales determinaron un recorte al gasto público de 239 mil millones de pesos para el 2017.

 

No obstante, considerando el historial de proyecciones fallidas de deuda pública, el consenso de analistas aún se encuentra escéptico de que la Secretaría de Hacienda pueda alcanzar sus objetivos de balance fiscal y deuda pública como proporción del producto interno bruto, particularmente en un entorno marcado por expectativas de crecimiento a la baja.

 

En este contexto, un aumento sustancial en el precio del petróleo emerge como un alivio temporal a la presión que enfrentan las finanzas públicas, así como la situación financiera de Pemex, cuyo pasivo total ronda los 100 mil millones de dólares.

 

La producción petrolera mexicana ha decrecido consistentemente en los últimos 12 años, pasando de 3.4 millones de barriles diarios en el 2004 a alrededor de 2.2 millones de barriles diarios en el 2016.

 

De tal suerte, los ingresos presupuestarios del sector público que derivan de la venta de petróleo han mermado considerablemente.  En el 2012, en pleno auge del mercado petrolero, los ingresos petroleros significaban el 40 por ciento de los ingresos presupuestarios del sector público. Para la primera mitad del 2016, la cifra había disminuido a menos del 15 por ciento.

 

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