Petróleo: Cambio de juego
Aldo Flores Quiroga, secretario general del International Energy Forum, en entrevista con Reporte Indigo dice que desde un punto de vista internacional, Pemex tendrá que adaptarse al “cambio de juego” que demanda la competencia y para ello requiere una apertura a través de la reforma energética.
Afirma que con la actual politización de Pemex y sus reglas de operación, México se ha quedado atrás en el concierto internacional de energía.
Nos dice que México, como productor, es respetado en el entorno internacional, pero debe modernizarse.
Norma Garzahttp://youtu.be/YzlgE8oQOVE http://youtu.be/6MhnBiNaxZs http://youtu.be/ys4OwB-1jGQ http://youtu.be/AjAjM-56FnU http://www.youtube.com/watch?v=QJ2YORe3HIs
Aldo Flores Quiroga, secretario general del International Energy Forum, en entrevista con Reporte Indigo dice que desde un punto de vista internacional, Pemex tendrá que adaptarse al “cambio de juego” que demanda la competencia y para ello requiere una apertura a través de la reforma energética.
Afirma que con la actual politización de Pemex y sus reglas de operación, México se ha quedado atrás en el concierto internacional de energía.
Nos dice que México, como productor, es respetado en el entorno internacional, pero debe modernizarse.
En su perspectiva las reglas del juego han cambiado y ahora enfrentamos una realidad muy diferente a la de 1938, cuando la expropiación petrolera fue un ejemplo que siguieron otros países.
Y este esquema rígido funcionó bien muchos años. Ahora, con la disminución de la producción de crudo y los sistemas de explotación más caros y difíciles, es necesaria una apertura para competir con éxito.
Los grandes productores, aún con apertura, han conservado la propiedad de las reservas y salvo Estados Unidos, Canadá y Australia, que concesionan sus reservas, el resto del mundo ha respondido al comportamiento global que obliga a un “game changer” (cambio de juego), al que México aún no se adapta.
Flores Quiroga piensa que en México debe lograrse finalmente esa apertura, conservando el petróleo para la nación.
México es un país adulto que puede resolver sus problemas sin asumir una posición de víctima, dice Flores Quiroga, y agrega que esta modernización, necesaria para suavizar las rígidas estructuras de la petrolera y dejar de politizar tanto la producción como sus utilidades, con lo que podrían aumentar los ingresos para emplearse en proyectos de desarrollo de beneficio al país.
Propone, también, que de acuerdo a una reforma Pemex pudiera manejarse como una empresa, con control de sus ganancias y sus inversiones, sin que ello signifique dejar de aportar al país la “renta petrolera”, que es hasta el 30 por ciento de los ingresos de Pemex.
En una empresa moderna esa renta sería mayor, ya que se hace más eficiente la producción.
A continuación, un extracto de la entrevista con el mexicano más importante al frente del International Energy Forum.
> NG: ¿Cómo se ve México desde la posición en la que tu estas? ¿Desde International Energy Forum, qué características tiene México en la actualidad? ¿Cómo lo ven los demás países, los demás productores? ¿Cuál es el perfil de nuestro país como productor petrolero?
> AF: Primero que nada, México es uno de los miembros permanentes del foro porque está en este grupo de los 11 más grandes productores. Quizá podría serlo también de los más grandes consumidores, pero en fin, da la fórmula. Su principal característica es: se le ve como un gran productor de petróleo, un actor importante en el mercado, también un actor responsable, ha estado actuando continuamente en todo este proceso de diálogo, productores consumidores y en todos los esfuerzos por estabilizar el mercado petrolero cuando ha sido necesario. El perfil de México, aún cuando prominente, ha estado disminuyendo en tanto su producción ha empezado a declinar y otros países que están empezando a llamar quizá un poco más la atención. (…)
> NG: ¿Es México un referente?
> AF: ¿Por qué México no es referente hoy? por lo menos no es referente para el futuro de cómo estructurar un sector petrolero. Sí lo fue, México fue un país de vanguardia cuando nacionalizó su industria petrolera y fue un país que con su propio ‘boom’ petrolero se convirtió en un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se hacen las cosas bien.
Eso fue en los fines de los 70, también en los 80 México siguió produciendo bastante, pero fue muy afectado por la caída en precios internacionales de petróleo y como todos los países productores. (…)
La decisión mexicana de 1938 fue muy importante y fue un ejemplo, y digamos que fue seguida en las décadas posteriores por nacionalizaciones en el resto del mundo.
Hoy la industria petrolera mundial es controlada, las reservas del petróleo, fundamentalmente por empresas nacionales. El 90% de las reservas mundiales del petróleo son propiedad de empresas nacionales como Pemex. (…)
Pero el mundo cambió y la manera de estructurar al sector petrolero, de dirigir empresas nacionales de petróleo, de regularlas, de plantear como deben trabajar, también cambió. Y hoy México está en ese sentido rezagado bajo una visión, digamos de excepción, de que México es un país excepcional y que por lo tanto debe de manejar su petróleo de una manera muy distinta de como se hace en otros lados.
Hemos conservado un marco muy restrictivo para Pemex y es tiempo de cambiarlo. Otros países que también tienen empresas nacionales, que también tienen control sobre sus reservas, no le niegan a sus empresas nacionales la posibilidad de hacer negocios, establecer alianzas o contar con herramientas con las cuales competir y dar los mejores servicios posibles energéticos.
En nuestro caso estamos negándole a Pemex esa oportunidad a partir de una búsqueda de regular a Pemex en soluciones que quizá funcionaron hace 60 años pero hoy ya no son útiles.
> NG: No llego a entender qué es la privatización, cuales son las propuestas; ¿Van a vender un pozo? ¿Van a vender un yacimiento a otra compañía?
> AF: De lo que se está discutiendo ahora, no está claro qué es lo que vaya a ser la solución o decisión final.
Digamos, todo indica que un régimen de concesiones no es el que México va a seguir, eso sería una privatización, en los términos en cómo se maneja por ejemplo en Estados Unidos, Canadá o en Australia.
Entonces lo que queda es si Pemex puede conducir sus negocios sin recursos de contrato de servicio. Y aquí es establecer alianzas en las que se puede compartir producción o compartir utilidades. No sabemos hoy cuál va a ser esta decisión, no es lo más típico para las empresas privadas internacionales entrar en proyectos en los que no necesariamente puedan registrar reservas o utilizar su participación en la producción de un proyecto, de modo que la propuesta de compartir utilidades no sea necesariamente la más atractiva.
Pero no lo sabremos realmente hasta que veamos cuál va a ser la reforma. Y al decir esto no es que esté yo señalando que estoy a favor de uno u otro marco, en realidad lo que hay que ver es cuál es el marco que es apropiado para esta realidad, ¿no?
> NG: Bajo la óptica internacional quizás tú conoces muchos ejemplos de éxitos y fracasos en distintos países. ¿Cuál crees tú que sea un esquema ideal desde la óptica internacional? ¿Cuáles son las mejores prácticas que están haciendo los países? ¿Cómo lo ves tú?
> AF: Bueno la óptica internacional ha cambiado, ya no se dice mejores prácticas sino buenas prácticas. Dos, las empresas globales de petróleo, las grandes empresas privadas, llevan décadas, en algunos casos más de un siglo trabajando con países con distinto regímenes legales, fiscales y demás. Saben adaptarse y saben trabajar con las distintas realidades de cualquier país. El marco ideal en realidad es uno que garantiza reglas claras de largo plazo. Lo que las empresas quieren saber es, si se tratara de entrar a una alianza con Pemex: ¿cuáles son las reglas bajo las que voy a trabajar? y ¿puedo de ésta alianza obtener tasas de rentabilidad que sean competitivas cuando las comparo con otros proyectos de inversión en los que yo como empresa internacional pueda involucrarme en el resto del mundo?
Y eso se puede lograr en distintas formas, no hay una solución perfecta, ideal. Lo que sí sabemos es que el marco de Pemex de restringir sus operaciones, únicamente contratos de servicios, no es atractivo. Inclusive el proceso de discusión actual está ya dando muestras de demorar inversiones posibles, o participaciones posibles de empresas del sector privado aún con los contratos incentivados en las rondas de Pemex de licitación, pues el interés ha disminuido porque ahora el público quiere saber qué es lo que va a ocurrir con México. ¿Cuáles van a ser las nuevas reglas? ¿A qué se van a atener?
Entonces yo diría que lo primero que hay que hacer es crear un marco a largo plazo, creíble, estable para el sector. Esto debe de ir acompañado de que Pemex se convierta realmente en empresa, que no haya duda de que se está trabajando con una empresa y de que la empresa no tenga duda de que va a rendir cuentas como empresa.
Hoy Pemex no es una empresa, es una dependencia gubernamental. Es un híbrido entre empresa pública y dependencia de algún modo, y no rinde cuentas como empresa.
Pemex la estamos utilizando para resolver problemas políticos, económicos, técnicos, sociales, culturales, de identidad, etcétera, cuando lo que debe ser es una empresa que hace negocios bien, aprovecha al máximos los recursos de país y esos recursos se puedan utilizar para desarrollar cualquier otra cosa. Pero esa no es la misión de Pemex. Y digamos que en los modelos exitosos no se le pide a la empresa petrolera que no haga todo eso.
Ahora esto del nivel de desarrollo de los países. Hay países que sí, por ejemplo en Angola la empresa nacional es donde está concentrada la experiencia, el entrenamiento, el conocimiento. Y la empresa es virtualmente también una empresa de desarrollo. Pero pues eso es la característica de ese país, aquí hay más instituciones con las que podemos contar para trabajar de esta forma.
Una explotación más cara
> NG: ¿Cómo saber el futuro? O sea, no se va a dar confianza hasta que esta reforma se apruebe o se defina, pero también se habla de que ya no somos el gran productor de petróleo que éramos. Los yacimientos ya no están produciendo lo que producían, como Cantarell y Chicontepec.
> AF: Y esa es la razón que motiva la reforma. Mientras tuvimos a Cantarell, un yacimiento de características extraordinariamente nobles… Pues no nos surgió la reforma. Digamos que el régimen servía para una empresa que enfrentaba desafíos geológicos muy sencillos y por lo tanto costos de producción relativamente bajos. Pero ahora hay una declinación de la producción de Cantarel y por lo tanto en la producción de país.
Le pasa a México lo que le ocurrió por ejemplo a Brasil o a Colombia. ¿Cómo hacemos para elevar la producción del país? Y entonces resulta que Pemex no tiene, ni todo el conocimiento, ni toda la tecnología, ni todo el capital. Ni toda la experiencia para desarrollar recursos que sí tenemos.
No es que no haya en México suficiente petróleo y gas, el tema es que es más difícil sacarlo y Pemex solo no lo puede hacer. Como ninguna otra empresa privada, o pública, o nacional como se dice, del resto del mundo. En los proyectos caros de aguas profundas, por ejemplo, en todo el mundo es muy difícil ver, yo diría que es virtualmente imposible, encontrar que una empresa vaya sola. Porque se requiere conjuntar muchas habilidades, conocimientos, capacidad de manejo de riesgos, de financiamiento, hay que diversificar riesgos y conjuntar habilidades.
> NG: Tú crees que con una reforma como la que, por que no se conoce, como la que se comienza a dibujar, se pueda convertir a Pemex en una empresa que le dé seguridad al entorno internacional cuando Pemex se ha comportado en los últimos sexenios como una caja chica del gobierno en turno.
Se ha hablado de los ingresos récord que ha tenido el país en los últimos años, ahora comienza a declinar pero se ha visto que ese dinero no se invierte en la empresa como se haría en una empresa normal, como cualquier empresa. Entonces, ¿tú crees que Pemex pueda lograr esa seguridad y esa tranquilidad a los mercados internacionales? Y además crees que una reforma como la que se comienza a dibujar pueda lograr eso?
> AF: Hay dos cosas que considerar. Del lado internacional de tu pregunta, sin lugar a dudas una empresa como Pemex, que empiece a recuperar a niveles de producción, que sea rentable, que tenga más solidez, contribuye a la seguridad energética de México y del mundo y eso es bienvenido por todos.
Ahora bien, del lado interno, una empresa como la ha sido, virtualmente estrangulada, con un proceso de toma de decisiones abigarrado, complejo, politizado, no va a rendir los frutos que debe rendir. Si se requiere una reforma fiscal que resuelva la situación bajo la cual opera Pemex si van de la mano, pero no puede hacerse política energética ya, mucho menos política petrolera con la visión de que debe estar resolviendo problemas fiscales. La política energética es para resolver desafíos de seguridad energética, y como decía hace un momento la estamos ampliando para resolver problemas de toda índole.
Entonces si Pemex es empresa, significaría eso, pues seguiría pagando impuestos, regalías y demás derechos que el gobierno requiera como ocurre en todo el mundo, y esto no debe de debilitar tanto la hacienda pública como se plantea.
> NG: ¿…Se van a seguir pagando impuestos, eso no cambia?
> AF: (…) No es cierto que de repente el gobierno mexicano vaya a perder el 30 por ciento de sus ingresos. Eso es además especulativo, ¿no? Pero es cierto que hay un desafío de ingresos muy importante y que debe hacerse más para resolverlo. Y ahí la Secretaría de Hacienda tiene mucho que hacer, y no recurrir tanto a Pemex como tú lo has señalado. ¿Qué sería entonces lo mínimos que Pemex requeriría para convertirse en empresa? Pues por principio que su proceso presupuestal lo pudiera manejar la empresa misma. Los ingresos de Pemex son controlados por Hacienda. El proceso de inversión es politizado. (…)
> NG: ¿Conoces las propuestas que han hecho, la iniciativa que se hizo y las propuestas de los dos partidos?
> AF: He visto algunas y algunas están planteando sin lugar a dudas algo en esta dirección. Eso es sano, es sensato, es lo que se requiere, pero lo que sea muy creíble, muy claro, ese marco para la empresa.
Los propios funcionarios de Pemex necesitan saber a qué se atienen tanto como las empresas extranjeras, porque nadie quiere cometer un error con un recurso que es tan valioso para el país. Entonces lo primero es que Pemex controle su propio presupuesto y las utilidades de Pemex, que se conviertan en renta petrolera, y lo podamos utilizar ojalá para mejores usos que gasto corriente, como ha sido el muy desafortunado uso en la última década.
Pero en fin esto es posible… estoy pensando en un ejemplo notable, por ejemplo el de Saudí Aramco. La empresa Saudita es nacional y tiene cerrada la participación privada en la exploración de hidrocarburos. Aquí hay una empresa muy exitosa que no permite al sector privado participar en exploración.
Pero esta empresa es empresa, y con esto quiero decir que los ingresos lo maneja la empresa, el presupuesto de inversión los maneja la empresa y los excedentes después se utilizan para el país, no se estrangula a la empresa antes. Y en esta empresa el consejo de administración está integrado por funcionarios del gobierno como en México, pero está claro cuál es el proceso.
> NG: Fuera manos…
> AF: Si claro, bueno, fuera este tipo de manos. Y digo esto porque está también esta perspectiva de que si incorporamos más mecanismos de mercado todo se va a resolver. El mercado también necesita ser bien regulado, la competencia bien encausada. Eso no está en la mesa de discusión, pero en todo caso es claro que tiene que haber “manos políticas fuera del negocio petrolero”, y pues nuevamente, no matar a la gallina de los huevos de oro.
> NG: Entonces sí se podría considerar como un error pensar que con reformas petroleras se va a modificar o a desaparecer la famosa “propiedad” petrolera. ¿México tendría las mismas utilidades o las mismas cantidades de recurso para poder utilizar en el proceso de desarrollo?
> AF: Pues sí, en principio sí, la renta petrolera sigue siendo de los mexicanos y la empresa es nacional. Si la empresa establece alianzas con otras, convierte, como ya lo hace fuera de México, dentro de México, pues habrá utilidades que compartir o quizá producción que compartir.
(…)Entonces para las empresas es muy importante poder registrar reservas. Algo que debe resolver la reforma es a quién le pertenecen estas reservas. No debe de haber doble contabilidad de reservas. Entonces es claro que son mexicanas las reservas, como las reservas en el Reino Unido pertenecen a la corona. En todo el planeta las reservas le pertenecen a alguien. El único modelo donde ese alguien no es el estado, es el de Estados Unidos, el de Canadá, quizás el de Australia. En todas partes le pertenecen al país, y se les permite a las empresas decir que ellos tienen acceso a las reservas en algún contrato quizá de largo plazo, y eso no significa que la propiedad del recurso no sea de la Nación.
> NG: Hace unos meses entró en escena el gas shale, y hay una corriente que habla de las bondades de este gas, pero existe toda esta parte de los ambientalistas, que incluso han querido prohibir la explotación de este tipo de yacimientos porque supuestamente son nocivos para los mantos freáticos.
> AF: (…) Aquí hay un “game changer” por ejemplo, en ese sentido. Puede haber otros. En todo lo que he dicho, México no figura salvo que tiene potencial y eso es muy desafortunado si pensamos que estamos aquí a dos horas de la frontera con Estados Unidos, donde hay una actividad muy intensa, y también en Canadá.
México debería de estar ya participando pero nuevamente el marco de inversión que tenemos no lo permite. Somos espectadores de esta revolución y la participación quizá no necesariamente sería en términos de producción, bueno ya estamos hablando de importar gas. La idea es encontrar cuál es el mecanismo más económico y sensato que aumente la oferta de gas y petróleo en México.
> NG: ¿Deberíamos estar ahí con los jugadores?
> AF: Yo creo que sí. Pero el tema es ¿Qué es más barato? ¿Importarlo o producirlo? Y en función de eso tomar la decisión. Más allá de eso lo cierto es que en Estados Unidos el incremento de la producción de este sale gas ha generado más inversión, más empleo, más perspectivas de desarrollo económico y en México, repito somos observadores porque estamos enfrascados en una discusión añeja ya, en un marco anacrónico de lo que debe de ser nuestro sector.
> NG: Desde que estas ahí, en ese plano, que debe ser bastante revelador cuando ves las cosas desde afuera. ¿Cuáles son las cosas que más has aprendido de Pemex?
> AF: Pemex es una empresa respetada, no solo por su anual de producción, sino porque tiene expertos de primer nivel, de eso no hay duda. Pero también desde el exterior se ve Pemex como una empresa muy restringida, muy limitada, y como hemos conversado, sujeta a reglas que no funcionan y a presiones políticas que le reducen mucho su eficiencia. Entonces es una suerte de visión en la que se combina el respeto con un “bueno pues los mexicanos sabrán por qué le quitan a su empresa herramientas para ser más eficiente, más competitiva”.
Si quiero enfatizar que Pemex es una empresa que tiene expertos de primer nivel. El potencial existe y México ha sido capaz. Esta el Instituto Mexicano al Petróleo, hay subsidiarias de Pemex, secciones de las subsidiarias con gente realmente muy calificada, experta a la que se recurre internacionalmente también, por su opinión y demás.
No nos confundamos, hay mucho qué tratar y mucho qué hacer. Se trata de darles a estos expertos las mismas herramientas con las que contarían si se fueran a otra parte de mundo. Y ese es un desafío que también enfrentamos. En el mundo hay una escasez de ingenieros y en general expertos del sector energético. Y un experto de Pemex puede hacer cosas en el resto del mundo que no puede hacer en México y ser mucho más productivo. Deberíamos darle estas opciones a ese experto.
‘Atorados en una visión de víctimas’
> NG: Hay un problema de comunicación. La gente piensa que se perderá el petróleo y manejamos una ideología patriotera. Entiendo que ese monstruo no existe y si entran los aliados privados la utilidad va a ser mayor.
> AF: Correcto, sí. Mayor utilidad y presumiblemente mayor seguridad energética, que debe significar una garantía en el abasto y la calidad, y a mejores precios de servicios energéticos y productos. Y esto debe elevar la competitividad de la economía mexicana, en general y por ahí debe de haber otra ruta de ingresos hacendarios.
Yo creo que sí estamos atorados en una visión de víctimas. Al decir que nos van a robar nuestro petróleo, estamos diciendo que somos incapaces de manejarlo y que la única manera de hacerlo es tener a Pemex como la tenemos. Pero regreso, en el resto del mundo sí hay que ver las experiencias, la evidencia es contraria a esa perspectiva.
Y ya no somos el país de 1930 poco urbanizado con 20 y tantos millones de habitantes apenas creando instituciones y demás que tuvo que recurrir a ese mecanismo para en efecto hacerse no solo las rentas petroleras, sino de la posibilidad de encausar el desarrollo económico bajo los términos del país.
Finalmente, el país venía de un proceso revolucionario y demás. Hoy es otro país. Se crearon ya mucho más instrucciones, somos más de 100 millones de mexicanos, el mundo además es completamente distinto y seguir pensando que somos víctimas y que la única manera de estructurar al sector petrolero es a partir de una visión de víctimas, pues no nos va a llevar muy lejos.
Podemos vernos como ganadores y yo veo a muchos países que están planteando las cosas de una manera más productiva en ese sentido. El próximo gran yacimiento que se va a poner en producción está en Kazajistán, en el mar Caspio y se aliaron con un consorcio de empresas. En Kazajistán están diciendo “nos robaron nuestro petróleo, nuestra identidad, nuestro respeto” y demás. Están haciendo grandes negocios y se nota en las calles. (…)
Nosotros somos ricos en reservas, ricos en shale gas y demás, pero está bajo tierra y puede permanecer bajo tierra por décadas si seguimos con esta perspectiva. Y la otra cosa paradójica es que Pemex no trabaja con esa perspectiva en el resto del mundo.
Pemex sí compite a nivel internacional, si no, no vendería petróleo. Pemex tiene inversiones fuera de México con otras empresas que son rentables. En Estados Unidos, en España es accionista de Repsol, en Estados Unidos la refinería Deer Park, Pemex internacional es una comercializadora de productos muy exitosa. La otra preguntas es ¿debería Pemex competir en México? yo creo que sí. Pemex debería competir con todas, ser la más eficiente de todas, pero entonces tenemos que darle las herramientas para que compita. (…)
> NG: Muchas gracias
> AF: Gracias a ustedes.
International Energy Forum
Representando al 90 por ciento de los productores y consumidores de petróleo y gas en el mundo, el International Energy Forum, con sede en Riad, Arabia Saudita, es la reunión sobre energía más grande del mundo. Ahí se determina la estructura del diálogo energético internacional.
Fundada en París en 1991, el International Energy Forum es una plataforma de diálogo entre consumidores y productores de servicios y productos de energía. Reúne a organizaciones internacionales, directivos de las empresas globales más importantes del sector y a 89 países miembros.
El consejo del foro es creado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo, la Agencia Internacional de la Energía y 31 de los países miembros. De esos países 23 (los 11 más grandes consumidores y los once más grandes productores) son miembros permanentes del consejo y las otras ocho posiciones se turnan entre el resto de las naciones miembros.
México tiene una silla en ese consejo.
El foro magistral se lleva a cabo cada dos años, el último fue celebrado el mes pasado en Nueva Delhi, India. Durante el resto del tiempo la organización es consultora en el tema de energía para los países y empresas más importantes del mundo. El IEF también se encarga de invitar a autoridades y expertos en materias de energía a compartir su visión en simposios y otros eventos de diálogo y educación.