Javier Jiménez Espriú, propuesto como futuro secretario de Comunicaciones y Transportes del nuevo gobierno, dio a conocer el dictamen técnico sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en el que se determinó que hay dos caminos para la obra, pero una de ellas fue calificada como inviable por un organismo internacional.
Se trata de la propuesta original de Andrés Manuel López Obrador de construir dos pistas en la Base Militar de Santa Lucía y tener así dos aeropuertos en operación, el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez y el militar ampliado.
La organización Mitre, un organismo del MIT, determinó que no es seguro en materia aeronáutica tener dos aeropuertos en operación simultánea en el Valle de México.
“El dictamen de Mitre, organización de investigación y desarrollo de sistemas avanzados de aviación, cuyo origen es el MIT, contratado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para el análisis y rediseño del espacio aéreo para el nuevo aeropuerto de México, indica que la operación simultánea de los dos aeropuertos que hemos mencionado, el Benito Juárez y el Santa Lucía, no es viable.
“Ante este dictamen, nuestros técnicos y un grupo de técnicos chilenos que ha colaborado con nosotros consideran, por el contrario, que esta operación sí es viable y señalan, sin embargo, la necesidad de hacer un estudio a profundidad, realizado por otra agencia internacional de prestigio, para confirmar su afirmación”, comentó Jiménez Espriú.
Este estudio tendría un costo de 150 millones de pesos y tardaría en realizarse 5 meses, por lo que sería hecho de manera posterior a la consulta pública, planeada para finales de octubre.
La otra opción es continuar con la construcción de las obras del NAIM en Texcoco, que llevan ahora un avance del 31 por ciento.
Jiménez Espriú detalló los pros y contras de ambas opciones.
Por un lado, continuar con la construcción del NAIM en Texcoco Tiene ventajas, como que ya se tiene el terreno; tendrá mayor capacidad en el futuro próximo; y hay avance de la obra del 31%.
Los contras de la primera opción es que el costo de la construcción aumentó de forma exponencial; hay un retraso de al menos 4 años en la construcción; se cerrará el actual aeropuerto; hay costos de mantenimiento aún sin determinar; y habrá un daño ambiental en la zona.
En la segunda opción, la construcción de dos pistas en la Base Militar de Santa Lucía, las ventajas son que se conservan los dos aeropuertos (el civil y el militar); el costo de construcción y mantenimiento es menor; el tiempo de operación será más rápido; y al tener dos aeropuertos, se dará más seguridad a la Ciudad de México en caso de desastres naturales, como terremotos, inundaciones o contingencias volcánicas, pues se tendrían dos aeropuertos capaces de operar.
En contra de esta opción está el costo de la cancelación de la obra en Texcoco, que sería del orden de 100 mil millones de pesos, lo que tendría impacto en el Presupuesto de 2019; además del dictamen de seguridad aeronáutica del Mitre.
Todos los documentos sobre el dictamen técnico del NAIM se pueden consultar en el link: https://lopezobrador.org.mx/2018/08/17/documentos-de-consulta-sobre-aeropuerto/
‘Decidimos todos’
Andrés Manuel López Obrador señaló que la decisión sobre la construcción del nuevo aeropuerto es “complicada y difícil”, por lo que es necesario consultar al pueblo de México sobre lo que se hará con esta obra.
El presidente electo de México sostuvo que su gobierno no se tratará de una dictadura, por lo que este tipo de decisiones deben tomarse entre todos los ciudadanos.
“Es un tema complicado, difícil; por eso tenemos que resolverlo entre todos y que se ponga por delante el interés general.
“No debemos preocuparnos por el tiempo que nos lleve porque es un asunto trascendente (…) implica una decisión que puede significar la erogación de recursos públicos y no podemos tomar decisiones a la ligera”, comentó López Obrador.
La consulta pública será llevada a cabo a finales de octubre, comentó, y podrá ser realizada mediante la instalación de mesas en las plazas públicas, que recojan el voto de los ciudadanos; o a través de una “encuesta honesta” que sería aplicada con la vigilancia de organismos ciudadanos.
“Tengamos confianza en la gente, no queramos actuar como tutores”, pidió el presidente electo, “el pueblo no es tonto. ¡Entonces ya, a hacer a un lado esa concepcion elitista de que sólo la clase política, los expertos, son los que deciden! No. Decidimos todos”, insistió López Obrador.
Sin embargo, el presidente electo no explicó si alguna autoridad, como el INE, organizará esta consulta pública; y tampoco si se realizará antes o después del estudio que se requiere para determinar la viabilidad de la propuesta de la Base de Santa Lucía.
El presidente electo indicó que pedirá a dueños y directivos de medios de comunicación que se organicen debates y se dé a conocer toda la información sobre el NAIM; la intención, indicó, es que los ciudadanos conozcan los pros y contras de cada una de las opciones, sin dar un punto de vista del nuevo gobierno.
“No inclinaremos la balanza”, prometió, “se va a garantizar la pluralidad y la equidad”.
El resultado de la consulta que se realice será vinculatorio, comentó; es decir, su resultado será obligatorio para el nuevo gobierno.