Permutan feminicidio por ‘crimen pasional’

El asesinato de mujeres no se tipifica como feminicidio, aunque en casi todos los casos presentan rasgos característicos de este delito.

Y esto sucede aunque el porcentaje de homicidios contra el género femenino va a la alza.

La gran diferencia entre los casos de homicidios de mujeres en años pasados, es que la mayoría fueron cuerpos sin identidad, presumiblemente “migrantes” y víctimas del crimen organizado. 

Gizéh Jiménez Gizéh Jiménez Publicado el
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El asesinato de mujeres no se tipifica como feminicidio, aunque en casi todos los casos presentan rasgos característicos de este delito.

Y esto sucede aunque el porcentaje de homicidios contra el género femenino va a la alza.

La gran diferencia entre los casos de homicidios de mujeres en años pasados, es que la mayoría fueron cuerpos sin identidad, presumiblemente “migrantes” y víctimas del crimen organizado. 

Sin embargo, este año, la mayoría de las mujeres han sido identificadas, pues tenían raíces en el estado y los asesinatos fueron cometidos en entornos de pareja.

Pero aún con la identificación de las víctimas, la Procuraduría no puede encuadrar esos homicidios como feminicidios.

Irma Ochoa, trabajadora social y fundadora de la asociación civil Arthemisas por la Equidad, señala que está mal empleado el término “pasional” en este tipo de crímenes.

“No utilizamos la cuestión de la pasión, consideramos que esto es debido a un desequilibrio de poder entre hombres y mujeres”, explica. 

“La violencia que azotó al Estado en años pasados ha creado una tensión en el seno familiar. 

“Mucho tiene que ver con los celos, porque si leemos las notas periodísticas entre líneas, pues habla de los celos el hecho de que algunos feminicidas creen, o sospechan, aunque muchas ocasiones no confirman, que la mujer es infiel”.

Ochoa explica que por otro lado, está la situación del divorcio.

“Aman tanto a la mujer que dicen: ‘eres mía o de nadie’ y también la cuestión de la misoginia que odian tanto el origen, que somos nosotras las mujeres, y perpretan el asesinato. 

“La falta de respeto a las otras personas, la falta de respeto a la vida misma y esta situación de la relación de poder que es el eje de la violencia, quien tiene el poder es el que agrede”.  

Ochoa advierte que las causas de estas situaciones poseen raíces muy profundas que tienen que ver con el sistema que hemos aprendido, porque asegura que nadie nace con ideas de violencia. 

Aunado a esto, a pesar de que la Procuraduría tipificó el feminicidio en 2013, a la fecha sólo se ha procesado un caso como tal, el cual aún no tiene condena. 

“Las personas que son víctimas de delito por lo general no denuncian, y no denuncian porque no le tienen confianza a las autoridades.

“De acuerdo con organismos internacionales, México está rankeado como el número uno en corrupción, entonces cuando hay corrupción hay impunidad, y cuando hay impunidad hay violencia”, afirma la trabajadora social. 

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